jueves, 30 de abril de 2015

Ezra Pound -Canto XLV Con usura

Ezra Pound, EEUU, 30 de octubre 1885 – Venecia, 1 de noviembre 1972
Versión Sandra Toro



Canto XLV
Con usura


Con usura no hay hombre que tenga casa de buena piedra
cada bloque cortado con suavidad y encastrado
de modo que el diseño le cubra bien la faz,
con usura
no hay hombre que tenga un paraíso pintado en la pared de su iglesia
harpes et lutz
ni lugar donde la virgen reciba el mensaje
y desde el tajo se proyecte el halo,
con usura
no ve Gonzaga, el hombre, a herederos ni concubinas
ningún cuadro se hace para perdurar o vivir
sino para venderlo, y venderlo rápido
con usura, el pecado contra la naturaleza,
siempre es tu pan de trapo rancio
tu pan es seco como papel,
sin trigo de montaña, ni harina fuerte
con usura se engrosa la línea
con usura no hay límite claro
y ningún hombre halla solar para su morada.
El que corta piedra es apartado de su piedra
y el tejedor es apartado de su telar
CON USURA
la lana no llega al mercado
la oveja no da ganancia
la usura es una plaga, la usura
troncha la aguja en la mano de la doncella
y detiene el girar de la rueca.
Pietro Lombardo
no llegó por usura
Duccio no llegó por usura
ni Piero della Francesca; ni Zuan Bellin con usura
ni con usura se pintó "La Calunnia".
No vino de la usura Angelico; ni Ambrogio Praedis,
Ni ninguna piedra de la iglesia firmada: Adamo me fecit.
No fue por usura St.Trophime
Ni por usura Saint Hilaire,
La usura oxida el cincel
Oxida al arte y al artesano
Roe el hilo en la rueca
Nadie aprende a hilar oro en su diseño;
Por usura el azur tiene un chancro, destiñe el carmesí
y el esmeralda no encuentra un Memling
La usura mata al niño en el útero
Interrumpe al joven su cortejo
Ha llevado sequía a la cama, y yace
entre la joven novia y su novio

CONTRA NATURA
Trajeron putas a Eleusis
Y sientan cadáveres al banquete
a instancias de la usura.





martes, 28 de abril de 2015

Ernesto Cardenal -Oración por Marilyn Monroe

Ernesto Cardenal, Granada, Nicaragua, 20 de enero 1925


Oración por Marilyn Monroe

Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe,
aunque ése no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia (según cuenta el Times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox.
El templo —de mármol y oro— es el templo de su cuerpo
en el que está el hijo de Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.
Señor
en este mundo contaminado de pecados y de radiactividad,
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos,
el de nuestras propias vidas, y era un script absurdo.
Perdónala, Señor, y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esa Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos
                                                        se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje insistiendo en maquillarse en cada escena
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.
Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva.
Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores
                                                              ¡y se apagan los reflectores!
Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta
          porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río
          la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.
La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.
Fue
como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan solo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBER
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.
Señor:
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar
y no llamó (y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)
            ¡contesta Tú al teléfono!

domingo, 26 de abril de 2015

Carlos Caposio -Cosas dormidas

Carlos Caposio, Buenos Aires, 11 de agosto 1978


Cosas dormidas

No sé si despierten
las cosas dormidas.

Una mesa que tiemble si cargan su lomo.
Un poste de luz, con miedo a tropezar.
Y los caminos
esquivando los autos.
Y las cucharas
flotando en la sopa.

Que tal el obelisco con vértigo,
los almanaques con amnesia,
libros tartamudos,
y los molinos de viento
girando y girando
en cuartos cerrados.

Quizás despierten las cosas dormidas
y una piedra se estire
para tirar una gomera.
Y los alambrados de los campos
como redes gigantes
pesquen ovejas.

Que hay si las guitarras tienen vergüenza.
Si las palabras se agarran de los labios
para no salir.

Que tal si los juguetes dejan de jugar a la escondida
con los niños descalzos.

Qué pasa si las balas tienen pánico.

Y las banderas, en un globo gigante,
se llevan volando todos los imperios.

Pero no sé…

No sé si despierten las cosas dormidas.

viernes, 24 de abril de 2015

Paul Blackburn -Café Nocturno

Paul Blackburn, EEUU, 24 de noviembre 1926 - Nueva York, 13 de septiembre 1971
Versión Santiago Espel



Café Nocturno

Blanca nieve de papeles de azúcar
enrollados en el suelo
cerca del mostrador
dos hombres inclinados sobre sus vinos
(blancos)

Los hombres son blancos
el vino es blanco

Dos
mujeres entran y piden leche
caliente. Todo sigue siendo blanco
(blanco)

Finalmente alguien pide una torta

Me armo de coraje
y pido café
negro
(negro)

miércoles, 22 de abril de 2015

José Lezama Lima -Muerte de Narciso

José Lezama Lima, Cuba, 19 de diciembre 1910 – Cuba, 9 de agosto 1976


Muerte de Narciso

Dánae teje el tiempo dorado por el Nilo,
envolviendo los labios que pasaban
entre labios y vuelos desligados.
La mano o el labio o el pájaro nevaban.
Era el círculo en nieve que se abría.
Mano era sin sangre la seda que borraba
la perfección que muere de rodillas
y en su celo se esconde y se divierte.

Vertical desde el mármol no miraba
la frente que se abría en loto húmedo.
En chillido sin fin se abría la floresta
al airado redoble en flecha y muerte.
¿No se apresura tal vez su fría mirada
sobre la garza real y el frío tan débil
del poniente, grito que ayuda la fuga
del dormir, llama fría y lengua alfilereada?

Rostro absoluto, firmeza mentída del espejo.
El espejo se olvida del sonido y de la noche
y su puerta al cambiante pontífice entreabre.
Máscara y río, grifo de los sueños.
Frío muerto y cabellera desterrada del aire
que la crea, del aire que le miente son
de vida arrastrada a la nube y a la abierta
boca negada en sangre que se mueve.

Ascendiendo en el pecho sólo blanda,
olvidada por un aliento que olvida y desentraña.
Olvidado papel, fresco agujero al corazón
saltante se apresura y la sonrisa al caracol.
La mano que por el aire líneas impulsaba,
seca, sonrisas caminando por la nieve.
Ahora llevaba el oído al caracol, el caracol
enterrando firme oído en la seda del estanque.

Granizados toronjiles y ríos de velamen congelados,
aguardan la señal de una mustia hoja de oro,
alzada en espiral, sobre el otoño de aguas tan hirvientes.
Dócil rubí queda suspirando en su fuga ya ascendiendo.
Ya el otoño recorre las islas no cuidadas, guarnecidas
islas y aislada paloma muda entre dos hojas enterradas.
El río en la suma de sus ojos anunciaba
lo que pesa la luna en sus espaldas y el aliento que en halo convertía.

Antorchas como peces, flaco garzón trabaja noche y cielo,
arco y cestillo y sierpes encendidos, carámbano y lebrel.
Pluma morada, no mojada, pez mirándome, sepulcro.
Ecuestres faisanes ya no advierten mano sin eco, pulso desdoblado:
los dedos en inmóvil calendario y el hastío en su trono cejijunto.
Lenta se forma ola en la marmórea cavidad que mira por espaldas
que nunca me preguntan, en veneno
que nunca se pervierte y en su escudo ni potros ni faisanes.

Como se derrama la ausencia en la flecha que se aísla
y como la fresa respira hilando su cristal,
así el otoño en que su labio muere, así el granizo
en blando espejo destroza la mirada que le ciñe,
que le miente la pluma por los labios, laberinto y halago
le recorre junto a la fuente que humedece el sueño.
La ausencia, el espejo ya en el cabello que en la playa
extiende y al aislado cabello pregunta y se divierte.

Fronda leve vierte la ascensión que asume.
¿No es la curva corintia traición de confitados mirabeles,
que el espejo reúne o navega, ciego desterrado?
¿Ya se siente temblar el pájaro en mano terrenal?
Ya sólo cae el pájaro, la mano que la cárcel mueve,
los dioses hundidos entre la piedra, el carbunclo y la doncella.
Si la ausencia pregunta con la nieve desmayada,
forma en la pluma, no círculos que la pulpa abandona sumergida.

Triste recorre -curva ceñida en ceniciento airón-
el espacio que manos desalojan, timbre ausente
y avivado azafrán, tiernos redobles sus extremos.
Convocados se agitan los durmientes, fruncen las olas
batiendo en torno de ajedrez dormido, su insepulta tiara.
Su insepulta madera blanda el frío pico del hirviente cisne.
Reluce muelle: falsos diamantes; pluma cambiante: terso atlas.
Verdes chillidos: juegan las olas, blanda muerte el relámpago en sus venas.

Ahogadas cintas mudo el labio las ofrece.
Orientales cestillos cuelan agua de luna.
Los más dormidos son los que más se apresuran,
se entierran, pluma en el grito, silbo enmascarado, entre frentes y garfios.
Estirado mármol como un río que recurva o aprisiona
los labios destrozados, pero los ciegos no oscilan.
Espirales de heroicos tenores caen en el pecho de una paloma
y allí se agitan hasta relucir como flechas en su abrigo de noche.

Una flecha destaca, una espalda se ausenta.
Relámpago es violeta si alfiler en la nieve y terco rostro.
Tierra húmeda ascendiendo hasta el rostro, flecha cerrada.
Polvos de luna y húmeda tierra, el perfil desgajado en la nube que es espejo.
Frescas las valvas de la noche y límite airado de las conchas
en su cárcel sin sed se destacan los brazos,
no preguntan corales en estrías de abejas y en secretos
confusos despiertan recordando curvos brazos y engaste de la frente.

Desde ayer las preguntas se divierten o se cierran
al impulso de frutos polvorosos o de islas donde acampan
los tesoros que la rabia esparce, adula o reconviene.
Los donceles trabajan en las nueces y el surtidor de frente a su sonido
en la llama fabrica sus raíces y su mansión de gritos soterrados.
Si se aleja, recta abeja, el espejo destroza el río mudo.
Si se hunde, media sirena al fuego, las hilachas que surcan el invierno
tejen blanco cuerpo en preguntas de estatua polvorienta.

Cuerpo del sonido el enjambre que mudos pinos claman,
despertando el oleaje en lisas llamaradas y vuelos sosegados,
guiados por la paloma que sin ojos chifla,
que sin clavel la frente espejo es de ondas, no recuerdos.
Van reuniendo en ojos, hilando en el clavel no siempre ardido
el abismo de nieve alquitarada o gimiendo en el cielo apuntalado.
Los corceles si nieve o si cobre guiados por miradas la súplica
destilan o más firmes recurvan a la mudez primera ya sin cielo.

La nieve que en los sistros no penetran, arguye
en hojas, recta destroza vidrio en el oído,
nidos blancos, en su centro ya encienden tibios los corales,
huidos los donceles en sus ciervos de hastío, en sus bosques rosados.
Convierten si coral y doncel rizo las voces, nieve los caminos,
donde el cuerpo sonoro se mece con los pinos, delgado cabecea.
Más esforzado pino, ya columna de humo tan agudo
que canario es su aguja y surtidor en viento desrizado.

Narciso, Narciso. Las astas del ciervo asesinado
son peces, son llamas, son flautas, son dedos mordisqueados.
Narciso, Narciso. Los cabellos guiando florentinos reptan perfiles,
labios sus rutas, llamas tristes las olas mordiendo sus caderas.
Pez del frío verde el aire en el espejo sin estrías, racimo de palomas
ocultas en la garganta muerta: hija de la flecha y de los cisnes.
Garza divaga, concha en la ola, nube en el desgaire, espuma colgaba de los ojos,
gota marmórea y dulce plinto no ofreciendo.

Chillidos frutados en la nieve, el secreto en geranio convertido.
La blancura seda es ascendiendo en labio derramada,
abre un olvido en las islas, espadas y pestañas vienen
a entregar el sueño, a rendir espejo en litoral de tierra y roca impura.
Húmedos labios no en la concha que busca recto hilo,
esclavos del perfil y del velamen secos el aire muerden
al tornasol que cambia su sonido en rubio tornasol de cal salada,
busca en lo rubio espejo de la muerte, concha del sonido.
Si atraviesa el espejo hierven las aguas que agitan el oído.
Sí se sienta en su borde o en su frente el centurión pulsa en su costado.
Si declama penetra en la mirada y se fruncen las letras en el sueño.
Ola de aire envuelve secreto albino, piel arponeada,
que coloreado espejo sombra es del recuerdo y minuto del silencio.
Ya traspasa blancura recto sinfín en llamas secas y hojas lloviznadas.
Chorro de abejas increadas muerden la estela, pídenle el costado.
Así el espejo averiguó callado, así Narciso en pleamar fugó sin alas.





lunes, 20 de abril de 2015

Gary Snyder -La canción del gusto

Gary Snyder, San Francisco, Estados Unidos, 8 de mayo 1930
Versión Santiago Espel



La canción del gusto

Comiendo los gérmenes vivos de la hierba
comiendo los huevos de grandes pájaros

    la compacta y carnosa dulzura
    que rodea al esperma de árboles danzantes

los músculos de las costillas y muslos
    de vacas murmurantes
el rebote en el salto del cordero
y el latigazo de la cola del buey.

Comiendo raíces hinchadas bajo tierra

cerca de la vitalidad de los vivos
-enjambres de luz hilada del espacio-

oculta en la vid.

Comiendo uno la semilla del otro.
    Comiéndose, oh
el uno al otro.

Besando al amante en la boca misma del pan:
    labio a labio








sábado, 18 de abril de 2015

Kenneth Rexroth -Ventajas de la sabiduría

Kenneth Rexroth, Indiana, 22 de diciembre 1905 – California, 6 de junio 1982
Versión Santiago Espel



Ventajas de la sabiduría

Soy un hombre sin ambiciones
y de pocos amigos, absolutamente
incapaz de ganarme el pan. Me voy
poniendo viejo, y huyo
de cualquier destino digno.
Desarrapado y solitario, ¿qué importa?
A medianoche me preparo una jarra
de vino caliente y semillas de cardamomo.
Me siento al frío en una bata raída,
con mi vieja gorra, y escribo poemas.
Dibujo desnudos al margen
y me revuelco con adolescentes:
ninfómanas de mi imaginación.




jueves, 16 de abril de 2015

Samuel Beckett -Malacoda

Samuel Beckett, Irlanda, 13 de abril 1906 – Francia, 22 de diciembre 1989
Versión Silvia Camerotto


Malacoda

tres veces vino
el funebrero
impasible bajo el ala del bombín
para medir
¿acaso no le pagan para medir
al incorruptible que está en el portal
este malebranche enterrado hasta las rodillas en los lirios?
Malacoda hasta las rodillas en los lirios
Malacoda con todo el experto sobrecogimiento
que cubre su perineo silencia su señal
suspirando a través del aire denso
debe ser debe ser debe
encuentra la hierba mala la inserta en el jardín
escucha ella puede ver ella no lo necesita

para ponerlo en el ataúd
con la ayuda de un ungulado
encontrar la hierba mala llamar su atención
escucha ella debe ver ella no necesita

para tapar
para estar seguro tapa tapa todo
que tu escudo me permita respirar tu azufre
divino día de perros cristal repartido justamente

quédate Scarmiglione quédate quédate
pon este Huysum  sobre la caja
cuidado con la imagen es él
escucha ella debe ver ella debe
todas abordo todas las almas
a media asta sí sí

no


martes, 14 de abril de 2015

Irma Elena Marc -Los ojos

 Irma Elena Marc, Rosario 4 de enero 1951


Los ojos                                                     

La Nena le hundió
los ojos
clavándole los pulgares con un solo movimiento preciso,
los ojos dieron vuelta sobre sí mismos en un giro completo.
La Nena sintió cosquillas
en la yema de los pulgares
cuando las pestañas volvieron a quedar en su lugar;
oprimió más y los ojos se perdieron
en la cabeza sin cerebro de Pierángeli.
La Nena la miró sin reconocerla
a causa de las lágrimas y del frío de la muerte.
Guardados los ojos dentro de la nada.
El vacío de los ojos.
Los ojos de la muñeca Pierángeli eran la nada.
Cantaba el aire en las cuencas inocentes y bellas y encantadas.
    ¿No es la muñeca más que los ojos?
    ¿ o es un cuchillo a mitad de la infancia?
                                                                                 




domingo, 12 de abril de 2015

Sylvia Plath -Amapolas en julio

Sylvia Plath, EEUU, 27 de octubre 1932 – Londres, 11 de febrero 1963
Versión Santiago Espel



Amapolas en julio

Pequeñas amapolas, pequeñas llamas del infierno
¿causan daño?

Vacilan, no puedo tocarlas.
Acerco mis manos a las llamas. Nada quema.

Quedo agotada de mirarlas,
vacilantes, arrugadas y de diáfano rojo
como la piel de una boca.

Una boca recién ensangrentada.
Pequeños pliegues sangrientos.

Hay vapores que no puedo tocar.
¿Dónde están tus nauseabundas cápsulas de narcóticos?

¡Si pudiera sangrar o dormir!
¡Si mi boca pudiera casarse con una herida como ésa!

o tus licores diluirse en mí, en esta cápsula cristalina,
adormeciendo y aquietándome.

Pero sin color. Sin color. 

viernes, 10 de abril de 2015

Rodrigo Lira -4 tres cientos sesenta y cincos y un 366 de onces



Rodrigo Lira, Santiago, Chile, 26 de diciembre 1949 - Chile, 26 de diciembre 1981


4 tres cientos sesenta y cincos y un 366 de onces

dada la continuidad de la ausencia de tibieza
considerando la permanencia de las carencias y
... las ansiedades que se perpetran cotidianamente
... y el frío sobre todo en especial o solo
... o el frío completo en salchicha con mayonesa viscosa
... seminal y estéril
... la sábana sucia que cubre monstruosos ayuntamientos
... la escasez de radiación solar
.......... (lo poco que alcanza a llegar a través del monóxido de
carbono, el humo de chimeneas pastizales que se
queman en febrero cigarrillos chimeneas tubos de escape tubos chimeneas humo)
.......... de la que tiene que atravesar además esa sucia
sábana que cubre apenas -como mera sábana polucionada-
esas teratológicas cópulas esos coitos de ahítos
................................. esas violaciones y estupros
.................................................... y las ondas
de radio en amplitud o frecuencia modulada
las largas y las cortas ondas
.............................. de radio de televisión o télex
las ondas que emiten las antenas emisoras
....................................y las receptoras, que también reciben
esas ondas que la luz solar debe atravesar
.........................................lo inconcebiblemente banal y eficazmente hipnógeno
de lo que se radiodifunde y televe
..................................lo opaco de los cristales
......................................"color humo por dentro
....................................espejo color bronce hacia el exterior"
.................................. los cristales que dispersan los que refractan
los que cromatizan la luz ..... lo exiguo de la tasa de luz que alcanza
a corresponder per cápita, por cabeza
...........................................lo gachas que se encuentran estas últimas
...........................................(lo desigual de la tasa de luz de cabeza a cabeza)
............................................lo sucio de la sábana que lo cubre todo
...............................................................................o casi todo
..........................................................................o hartas cosas
........................................ (la sucia sábana no se cubre a sí misma)
considerando también los olores a añejo, a podrido a quemado o
infectado
..........................................parece que como que hubiera que hacer alguna cosa.
........................................Aunque cabe la posibilidad de que sea mejor
...........................................................no hacer nada
...........................................................nada hacia la izquierda
............................................................ nada
......................................................hacia
....................................................la
......................................... derecha
...............................................nada hacia adelante tampoco, más aún,
especialmente, nada hacia adelante -está la inercia
.............................................................nada hacia atrás, no se puede,
trate usted de nadar hacia atrás, no se puede, la historia
.......................................................................no retrocede
-está la historia
-están las bayonetas de la historia bajo las banderas de la historia
-está la sangre en las bayonetas de la historia bajo las banderas de la
.......................................................................................historia
.......................................coagulada ya, reseca, más bien, como yesca
yesca de sangre sobre las bayonetas de la historia bajo las banderas de
............... la historia -de lo que está atrás
.......................(no fumar, peligro grave de incendios, demasiada yesca
-sangre seca- atrás)
Nada tampoco ni hacia arriba ni hacia abajo ni hacia adentro ni hacia ............
                                                                                     afuera
                                                       nada hacer, no hacer nada
-cruzarse de brazos -sentarse en posición de loto -tirarse boca arriba y
-mirar el cielo
............................(nada hacia arriba; no pensar en escalar el cielo)
-tirarse boca abajo, la mejilla pegada al suelo
...........................................o hundida en el barro
(no pensar en hundirse; no evitar hundirse)
...............................al menos cabe la posibilidad de que eso fuera lo que
parece que como que hubiera que hacer, la cosa aquella
........................................................................... alguna
cabe la posibilidad de que eso fuese: alejarse de la acción
.......... con las manos en los bolsillos
o con las manos tomadas a la espalda
o con las manos enlazadas en la nuca
...................... o levantadas ..... mirando el suelo
................................................a patadas con las piedras
................................................aplastando descuidadamente
eventuales caracoles cuncunas, lombrices o cucarachas distraídos-as
............................. -jamás tomarán venganza-
alejarse de la acción: irse despacio a ninguna parte
................................pues no hay donde irse
................................pero hay que irse
-tal vez, digo yo, como que habría que irse....... -a ninguna parte
-tal vez haya donde esconderse, no sé
................................................ en todo caso sería preciso
no salir a la calle:
........................los sujetos que en París rayaron las murallas de mayo
graficaron las palabras francesas que traducidas al idioma español dicen:
.................... la/acción/está/en/la/calle
..........................................................y si hay que alejarse de la acción
sería inconsecuente tomar una micro
.......................tomar el metro, una liebre, un bus urbano o interurbano,
tomar
bebidas alcohólicas o de cola o cafecitos
habría que morirse de hambre, pienso
secarse en una esquina poco frecuentada o en un sótano oscuro, digo yo
porque las torres Santa María podrán ser los edificios más altos de
Chile
pero haga usted la prueba de subir
-tendrá que ir bien vestido-
tomar uno de esos ascensores que adivinan el pensamiento o poco menos
y que son tan veloces como altas son esas torres
y llegue lo más arriba que pueda, hasta la terraza, si es posible
actúe hacia arriba para después tirarse y no hacer nada
abastecido de libertad por lo libre de la caída
que te hace abrir los brazos y planear, acercándote a tu reflejo
que se acerca hacia arriba desde los espejos de agua
con tu imagen multiplicada por los vidrios que por fuera son espejos
que reflejan tu imagen cayendo de modo que tú no alcanzas a ver adentro
pero que no les impide verte dentro pasar volando en caída libre
-y creerían que pasó un ángel y habrá un momento de silencio...-

No podrás: alguien sujetará a usted del brazo justo a tiempo
............. alguien o algo, algún robot por ejemplo
..............y alguien -o algo- llamará a una ambulancia
a través de un citófono a un teléfono que llamará a una central que
.......... pasará el mensaje a otro teléfono etcétera
todo a velocidad escasamente menor que la de la luz o la de tu cuerpo
en la frustrada caída
.................probablemente el radio del radiopatrulla no será necesario
habrá una sirena o tal vez no, habrá en todo caso un silencio eléctrico
de terapia de choque ...... tac/
....................................... un vacío
................................................y un hueco para ti en una terapia
............................de grupo
..................... de un grupo cualquiera
y sean cuales fueren los cuentos que te cuenten, desgraciado
la cuenta que te pasen
...........................saldrás del hospital clínica o centro médico
tarareando gracias a la vida
motivado por los avisos y consejos de la publicidad que nos ayuda a
vivir mejor
...............desde la radio o el televisor
que tanto habrán contribuido a tu curación
.................................rumbo al local más cercano
................................ en que se pueda jugarle una cartilla a la
Polla Gol ....................a cambio de un templo donde sacrificar un
gallo a Esculapio ........que ya no se usan esas cosas, pues hombre
.................................para después entretenerse un rato mascando
chicle de un sabor predilecto
......................................en la máquina de pinbol o pinpong electrónico
..... O sea que en resumen habría que morirse sin alharaca
..... sin pánico cundiendo ni cúnico pandiendo ni púnico candi endo
suave, callado el loro
.........................-- morirse
o quedarse en la vereda como un pedazo más grande que el promedio
...................................de basura
saboreando algo así como un candi masticable o un goyak
y hasta incluso un caramelo bueno, de Serrano, o fino,
de Ambrosoli,
................pero muriéndose,
....................................... muriéndose sin alharaca,
......................................................muriéndose.

miércoles, 8 de abril de 2015

Mario Quintana -Jazz

Mario Quintana, Brasil, 30 de julio 1906 – Porto Alegre, 5 de mayo 1994
Versión Santiago Espel



Jazz

Deja que suban los sonidos agudos del jazz
su estridencia en el aire.

Deja que suban sus ráfagas que caen…

Sólo quedarán los arroyos corriendo
sin rumor, adentro de la noche.

Y con cada arroyo, en los desiertos campos,
un ángel de piedra apostado.

El mismo ángel de piedra que vive inmóvil
detrás de todas las cosas.

En medio de los salones de baile, en el fragor
de las batallas, en las convocatorias
públicas de las plazas.

Y en cuyos ojos sin pupilas, blancos y estáticos,
nada del mundo se refleja.



lunes, 6 de abril de 2015

Patricio Torne -Un texto dramático

Patricio Torne, Santa Fé, 31 de enero 1956


Un texto dramático

No, no aprendí a coser como lo hacen esas huérfanas criadas en el convento igual que mascotas. Yo he dormido con papel tisú sobre la mesa de noche, y le gané a la inundación de las lágrimas. Dios, el diablo, y mi primera maestra saben bien que a la hora de sufrir no me anduve con chiquitas, pero coser, eso sí que no aprendí. Hasta zafar de un sueño recurrente que venía desde mi niñez pasaron muchos años, allí corría por pasillos húmedos y oscuros escapando de una luz que me seguía para volverme fuego, y llevaba en mi mano un carretel de hilo “cadena” que se iba desarrollando mientras disparaba. No es hasta el instante mismo en que me alcanza que yo despierto bañado en un sudor de vergüenzas, entonces me siento hasta el amanecer para no tocar las sábanas mojadas. Mis hermanos, si, aprendieron a coser, pero ellos siempre tuvieron el espíritu de mascota que a mi me faltó. Sé muy bien lo que es andar envuelto en trapos viejos, cubrir las osamentas con mantas o prendas en desuso, y sé, también, de los lamentos por no saber coser como lo hacen los vecinos, pero eso es algo que me fue negado, o la falta de coraje impidió que yo aprendiera. Será por todo esto que admiro a las “Patricias Mendocinas” que en un abrir y cerrar de ojos, bordaron perlas, lentejuelas de oro, y una roseta de diamante para adornar el óvalo del sol en la bandera de los Andes que les encargara el General.
Hace días me persigue la idea de la muerte, y uno tiene muchas películas al respecto, dicen que las malas personas se vuelven cenizas del infierno, pero yo no soy mala persona; que las buenas se vuelven polvo celestial, pero, por suerte, tampoco soy una buena persona; que las mariquitas se hacen purpurinas, y los trabajadores, virutas del metal con el que supieron lidiar. Yo quisiera ser parte de las cosas que Alejandra y Florencia hacen para exorcizar mi mal destino. No sé, una puntada, un pespunte, ir y venir de hilos rojos o azules sobre una tela blanca. Un bordado, un punto cruz sobre el papel y los atuendos imposibles. Estar allí, aunque más no sea como una molestia en la dialéctica de sus obras de arte. La redención como parte de una belleza que estas mujeres manejan a la perfección.

sábado, 4 de abril de 2015

Paulina Aliaga -Sangre es magia

Paulina Aliaga, Comodoro Rivadavia, 7 de septiembre 1985


Sangre es magia

Las almas viejas son las que más fácil se desnudan.
La malasangre baja a las casas de las ciudades pecadoras: reprimidas.
A contar el cuento.
Voy a contarles mi historia para que la repitan hasta sentir lo mismo.
Hasta hermanarse conmigo, que soy un alma vieja
y estudio corazones que corren riesgo de infarto
para correr riesgo de infarto 
con ellos.
Para que los calvarios de la tierra
no sean en vano.
Mis manos están blandas
de lejía
ajadas en la parte que
toca
y no desean ser suaves
cuando hago el amor
rasgo las pieles-
las almas se tocan desde la llaga.




jueves, 2 de abril de 2015

Liliana Ancalao -las mujeres y la lluvia

Liliana Ancalao, Comodoro Rivadavia, 14 de diciembre 1961


las mujeres y la lluvia

cuando niñas vamos sueltas por el patio
y el sol nos persigue de a caballo
pero la luna implacable nos va dejando sus mareas
hasta que nos desvela
y esa noche  encontramos
un cántaro
en lugar de la cintura       

aprendices de machi las mujeres
nacemos así al rocío
listas para mirar los barcos que se pierden
descalzas a la neblina antes de que amanezca
nervaduras de lluvia nuestras manos
levantadas al cielo

te  salpicará el amor
parirás sin amarras
y recibirás con ojos arrasados
la visita intermitente de la risa
permanecerá la llovizna en tu vientre
porque no te atreverás a ser la madre
de todos los desamparos
que andan  por la calle

caudal desubicado te desarmará
en pájaros que no saben hablar
a borbotones no podrás decir
lo que quisieras
mejor dejarlo que se derrame despacio
decir
permiso tengo lluvia y alejarse
a una altura al mar al cielo
hasta que vuelvan a apretarse los musgos
en las profundidades

yo conozco mujeres que nunca se alejan
le abren la compuerta a sus gorriones
y lloran
enjuagan el trapo mojado  lo estrujan
limpian con él la tabla
pican cebollas
igual hacen las camas
barren la casa peinan a los chicos
igual lavan
dónde aprendieron

hay otras que se pasan la vida  domesticando
a sus pájaros
porque no quieren que irrumpan sin aviso
y los beba el enemigo
guardan su sangre su ausencia quietos en el fondo
y apuntan con palabras nítidas de cuarzo
que van a dar al blanco

yo a las palabras las pienso
y las rescato del moho que me enturbia
cada vez puedo salvar menos
y las protejo
son la leña prendida de atahualpa
que quisiera entregar a esas mujeres
las derramadas las que atajan sus pájaros


una vez en febrero yo estaba ahí
en el campo
y se llovía todo
parecía la furia de cai cai sobre nosotros
el agua estaba helada
las ancianas prosiguieron el ritual
y tuve que quedarme
hasta cuándo aguantaremos
pará la lluvia dios es demasiada
no la bebe la tierra se atraganta
y somos casi nada
trazos de tiza borrados por el agua

después de unos siglos el sol abrió las nubes
la voz gastada de meridiana epulef
levantó el taill  del cauelo

pensé que dios podía ser ese arco iris
o los caballos en fila
moro zaino pangaré tostado bayo
saludando al horizonte despejado

huele tan bien la tierra después del aguacero