lunes, 25 de enero de 2016

Rafael Vásquez -Muerte de un poeta

Rafael Vásquez, Boedo, 11 de octubre 1930


Muerte de un poeta
                                                a Juan Gelman

A veces
cuando se muere un poeta
hay que quedarse callado.
No por los recuerdos comunes
de lo vivido
(que no siempre existen)
sino porque los ecos de su voz ausente nos enmudecen solos.
Esos poemas que saben persistir
con su rastro asombrado de quedarse en uno.
Vienen también las fotos. Y los ojos.
Como un antiguo archivo dado vuelta
caen
mezcla de edades y miradas
de tristeza y fatiga
de premios y de duelo.
La avidez de la nota
o la penumbra de la fantasía.
Hay momentos que bajan escapados del sueño.
Son testigos que el aire disimula
y las manos se quedan con la nada del alma.
La mano de escribir
no sabe aproximarse a lo que tanto tuvo
y ahora le falta.
Su poesía
permanece en los libros.
Forma de no morir.

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