martes, 24 de abril de 2018

Claudio Portiglia -Bella y transitoria

Claudio Portiglia, Junín, Bs. As., 13 de enero 1957



de Bella y transitoria

1

Hay días que son duros y el esqueleto cruje y también cruje el alma si es que acaso estuviera
trepada en algún sitio filtrada en la corriente que elabora el cerebro y que todo lo cuestiona
si es que acaso estuviera
tendida sobre el pasto donde juegan los niños o en las camas amantes de amores a destajo
yo no sé si hay un alma si no es todo materia si no somos finitos si el destino es el tránsito si no somos de polvo si vivimos de prepo si un volcán nos contiene y un agua nos redime si un viento nos devuelve si no es todo energía si son ondas o planos o meras percepciones si valemos por algo si por alguien latimos
yo que todo lo pienso sé que hay algo que pienso de modo diferente
yo que no creo en nada sé que creo que hay algo que me habita a escondidas
y en días como éstos cuando todo nos cruje
uno le mete manos a cosas que no entiende y a rezos que no sabe y atolondrado y todo
sabe que al menos sabe que cree que está vivo que crujir lo demuestra



2

Para el día crucial tengo otros planes
ni me iré de viaje ni saldré de gira
ni habré de encontrarme con alguien que me espere en ningún lado
aunque nunca muy lejos he viajado bastante y no tengo reclamos por hacer
demasiado con la carga que les deje a quienes algo pude haberles dado vivo
lo que quede se irá consustanciando con lo que quede de otros
con lo que otros dejaron para que yo disfrute
con la tierra y el agua y el aliento y el fuego
y ese gen que circula para todos llamado humanidad
más o menos rayamos a la misma altura
el único poder que he respetado será el mismo que me aseste el golpe
y sería incoherente de mi parte torcer esa opinión
bien muertos estamos los mortales el día que morimos
esperar otras cosas no permite que vivamos siquiera
y en lo que a mí compete
si supe del amor me doy por pago
y mis deudas en fin que la poesía se encargue de saldar



3

Un día vino
 se sentó frente a mí
 cruzó las manos sobre la mesa y apoyó el mentón
 alzó los ojos y esquivó el flequillo
 yo intenté sortear con una broma la intensidad de esa mirada
aunque supe que me había penetrado para siempre
 tal vez fue la tarde que lloró o tal vez fue otra tarde no interesa
 se sucedieron risas y proyectos
 confesiones tan hondas que lastiman hasta la risa misma
 ansiedad de chiquilla que se afianza en la vida y la pelea
 serenidad en la zozobra
 peso de un par de convicciones certeza y decisión
 le dije que la amaba con vergüenza desde estos años casi envilecidos
 noté cierta extrañeza
 en adelante el tiempo ya no pudo medirse
 elástico y neutro se derrama
 por canales de historia sin asunto
 y transcurre nomás en un continuo de presencia y ausencia inacabado




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