Paulina Aliaga, Comodoro Rivadavia, 7 de septiembre 1985
Sangre es magia
Las almas viejas son las que más fácil se desnudan.
La malasangre baja a las casas de las ciudades pecadoras: reprimidas.
A contar el cuento.
Voy a contarles mi historia para que la repitan hasta sentir lo mismo.
Hasta hermanarse conmigo, que soy un alma vieja
y estudio corazones que corren riesgo de infarto
para correr riesgo de infarto
con ellos.
Para que los calvarios de la tierra
no sean en vano.
Mis manos están blandas
de lejía
ajadas en la parte que
toca
y no desean ser suaves
cuando hago el amor
rasgo las pieles-
las almas se tocan desde la llaga.
Sangre es magia
Las almas viejas son las que más fácil se desnudan.
La malasangre baja a las casas de las ciudades pecadoras: reprimidas.
A contar el cuento.
Voy a contarles mi historia para que la repitan hasta sentir lo mismo.
Hasta hermanarse conmigo, que soy un alma vieja
y estudio corazones que corren riesgo de infarto
para correr riesgo de infarto
con ellos.
Para que los calvarios de la tierra
no sean en vano.
Mis manos están blandas
de lejía
ajadas en la parte que
toca
y no desean ser suaves
cuando hago el amor
rasgo las pieles-
las almas se tocan desde la llaga.
Creo que lo poético salta por encima de las variables, aunque sea contradictorio. Simplemente porque está fuertemente determinado. Y bien. Esta poesía salta la llamada "esencia de lo femenino", la queja, el lamento y el reproche hisórico. El malestar de las mujeres. No se oculta del dolor, no reniega, lo guarda en la piel, pero no para continuar en él. Lo desafía, lo cuestiona. Se le planta. Ironiza. Claro que siempre hubo guerreras, pero ahora es discurso, palabras y poema. Y qué poema, Simple dice.. Dice, dice y deja de una pieza. Brillante. .
ResponderBorrarCreo que lo poético salta por encima de las variables, aunque sea contradictorio. Simplemente porque está fuertemente determinado. Y bien. Esta poesía salta la llamada "esencia de lo femenino", la queja, el lamento y el reproche hisórico. El malestar de las mujeres. No se oculta del dolor, no reniega, lo guarda en la piel, pero no para continuar en él. Lo desafía, lo cuestiona. Se le planta. Ironiza. Claro que siempre hubo guerreras, pero ahora es discurso, palabras y poema. Y qué poema, Simple dice.. Dice, dice y deja de una pieza. Brillante. .
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