Indran Amirthanayagam,Colombo,Ceilan,17 de noviembre 1960
Ilusión
Detrás de la estación de Repsol caminamos hacia el parque donde, con nuestras manos entrelazadas, nos enamoramos. Y de esa primera tarde la estación se volvió la pierna y el encuentro de un amor hecho de caminatas hacia múltiples espacios verdes de esta ciudad brumosa, construida al lado de aguas friolentas y de estaciones de combustible, un amor moderno que dependía del transporte público y privado para dejarnos cerca de la alameda, donde en otra ciudad de América un hombre solía pasear con su armadillo. Eres el Mar, el árbol, el camino de piedras, el olor a gasolina. Soy el feligrés, el explorador, el representante de países lejanos donde otros amores se nacen en sus propios parques al lado de las aguas que rodean a todos aun en medio del desierto, como aquel de Paracas. Dejo mi cargo. Entro al Mar. Dejas tus arrecifes de coral y tus formaciones rocosas, donde se han hundido los barcos para abrumar la costa. Treinta y cinco mil hombres fueron borrados de la costa srilankesa ese día del tsunami. Déjame ser uno más.
Ilusión
Detrás de la estación de Repsol caminamos hacia el parque donde, con nuestras manos entrelazadas, nos enamoramos. Y de esa primera tarde la estación se volvió la pierna y el encuentro de un amor hecho de caminatas hacia múltiples espacios verdes de esta ciudad brumosa, construida al lado de aguas friolentas y de estaciones de combustible, un amor moderno que dependía del transporte público y privado para dejarnos cerca de la alameda, donde en otra ciudad de América un hombre solía pasear con su armadillo. Eres el Mar, el árbol, el camino de piedras, el olor a gasolina. Soy el feligrés, el explorador, el representante de países lejanos donde otros amores se nacen en sus propios parques al lado de las aguas que rodean a todos aun en medio del desierto, como aquel de Paracas. Dejo mi cargo. Entro al Mar. Dejas tus arrecifes de coral y tus formaciones rocosas, donde se han hundido los barcos para abrumar la costa. Treinta y cinco mil hombres fueron borrados de la costa srilankesa ese día del tsunami. Déjame ser uno más.
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