Nikola Madzirov, Strumka, Macedonia, 27 de mayo 1973
Traducción Yolanda Castaño y Marija Petrovska
Después de nosotros
Un día alguien doblará nuestras mantas
y las enviará a la lavandería
para eliminar de ellas hasta el último grano de sal,
abrirá nuestras cartas y las clasificará por fechas
y no según la frecuencia con que fueron releídas.
Un día alguien reordenará los muebles de la habitación
como piezas de ajedrez al comienzo de una nueva partida,
abrirá la vieja caja de zapatos
en la que escondíamos los botones caídos de los pijamas,
las pilas no-gastadas-del-todo y el hambre.
Un día volveremos a sentir dolor de espalda
por el peso de la llave de una habitación de hotel
y la sospecha del recepcionista
cuando nos entrega el mando a distancia del televisor.
La piedad de los otros nos seguirá
como la luna a un niño vagabundo.
Traducción Yolanda Castaño y Marija Petrovska
Después de nosotros
Un día alguien doblará nuestras mantas
y las enviará a la lavandería
para eliminar de ellas hasta el último grano de sal,
abrirá nuestras cartas y las clasificará por fechas
y no según la frecuencia con que fueron releídas.
Un día alguien reordenará los muebles de la habitación
como piezas de ajedrez al comienzo de una nueva partida,
abrirá la vieja caja de zapatos
en la que escondíamos los botones caídos de los pijamas,
las pilas no-gastadas-del-todo y el hambre.
Un día volveremos a sentir dolor de espalda
por el peso de la llave de una habitación de hotel
y la sospecha del recepcionista
cuando nos entrega el mando a distancia del televisor.
La piedad de los otros nos seguirá
como la luna a un niño vagabundo.
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