Eduardo Dalter, Buenos Aires, 6 de febrero 1947
Destinos
(Casi una poética)
Tu destino te sorprenderá
cada momento
William Blake
Desde qué orilla abrir, cerrar
los ojos;
desde cuál punto de qué orilla.
Cada orilla,
cada punto de orilla adelanta,
en su cielo
y horizonte, una respuesta
diferente
que supone cada palabra que
se imagine
o que se diga. Todo camino
comienza
a abrirse según donde decida
afirmar
uno los pies y hacia dónde
apunte
uno su historia y su mirada.
Uno eligió
–o eligió por uno el fuerte
viento–
cada segundo, cada
rumbo,
cada sendero ahondado o
vasto
y nada puede salvarse en
un cruce
ni en un momento solo que
se abra.
La suerte, o mala suerte,
siempre
estuvo despierta y estuvo
echada
como una apacible leona
al pie del árbol.
Destinos
(Casi una poética)
Tu destino te sorprenderá
cada momento
William Blake
Desde qué orilla abrir, cerrar
los ojos;
desde cuál punto de qué orilla.
Cada orilla,
cada punto de orilla adelanta,
en su cielo
y horizonte, una respuesta
diferente
que supone cada palabra que
se imagine
o que se diga. Todo camino
comienza
a abrirse según donde decida
afirmar
uno los pies y hacia dónde
apunte
uno su historia y su mirada.
Uno eligió
–o eligió por uno el fuerte
viento–
cada segundo, cada
rumbo,
cada sendero ahondado o
vasto
y nada puede salvarse en
un cruce
ni en un momento solo que
se abra.
La suerte, o mala suerte,
siempre
estuvo despierta y estuvo
echada
como una apacible leona
al pie del árbol.
la suerte siempre está echada. Depende de qué leona está esperando.
ResponderBorrar