Mircea Cărtărescu, Bucarest, Rumania, 1 de junio 1956
Traducción Diego Muñoz Carrobles
amémonos, keramú (1)
amémonos, keramú, amémonos por toujours
que mañana seremos presa de las inundaciones, de los corrimientos de
tierra, de
terribles
borracheras,
que mañana un ayer con patas de araña se paseará por los rizos de tu pelo
enloqueciéndote, molestándote…
seamos tiernos, farfulló el polígono că elu pegando los lirios
a las caderas voluptuosas de la estación de autobuses de filaret
seamos tiernos, mi soledad, apuntó la señal de sentido giratorio
seamos tiernos, dijo también una mosca.
la primavera nos lamía la cara y las manos como un pequinés
nos hacía preguntarnos qué gusto le sacaríamos a la lengua infinita de la
noche llena de
autocares y estrellas,
la primavera nos acariciaba y sobrepasaba a veces los límites maternales o
de la amistad
inocente
enseñando los pechos fríos de manera provocativa bajo su cazadora azul
turquesa desgastada
oh, quédate un poco más, le susurró la lámpara a una pelusa de la
alfombra,
¿no quieres subir a mi casa? bebamos algo, escuchemos música, te enseño
la biblioteca…
¿no quieres quedarte esta noche en mi casa?
cojámonos de la mano, le dijo un médico jefe del hospital emilia irza
al conejo de hojalata del escaparate de los juguetes.
querámonos, amémonos, crezcamos y reproduzcámonos
cantaban el tergal y el terciopelo, el dril y la batista en gabroveni
les respondían hasta quedarse sin voz los sargentos y las controladoras
hagamos el amor, balbuceaban el polen y las nubecillas
hagámoslo, roncaban las barberías,
como unas bombillas eléctricas unidas en serie
los nervios reventaban en el antebrazo, las venas se inflaban en el tórax,
en las fosas nasales los analizadores de olor guardaban los abrigos en
armarios
y el índice de refracción se zampaba un sándwich de pollo
en la perversa apertura del ojo.
qué de guiños, cuántos accidentes por distracciones, cuentas cerradas,
pólizas pagadas,
angelito, estornudó el pulmón mientras se miraba en el espejo
y veía a su espalda una fábrica.
la primavera nos untaba en el pan una gruesa porción de televisión
nuestra mente estaba atascada de proyectos de agresión, ya veíamos el
microcos
mos
cubierto
de
trincheras,
ya soñábamos con el poder, con krakatit, con el olor de piel de zorro del
hombre invisible,
con los ojos vivarachos del hombre que atraviesa las paredes…
nuestro cerebro se acordaba de cuando estaba encogido
de cuando latía, palpitaba, se removía, marchaba, se revolvía, serpenteaba
el antebrazo se liberó en el aire flojo de la sensación de tener plumas,
la oreja –la sensación de haber oído el berrido de un triceratops
y las burbujas de hidrógeno extendían la malaria por la cara.
ten confianza en mí, gorjeó la flora intestinal
mientras se arrojaba voluptuosa a los brazos del miedo
que llevaba aquella noche un traje sencillo, arqueado, juvenil,
dame un besito, le suplicó el anabolismo al catabolismo,
no seas cruel, no me obligues, le amenazaba un maxilar al otro.
llegaba la tarde, la ciudad se animaba,
llegaba la noche, las calles silbaban como un sifón,
¡seamos tiernos, lotería que nunca toca, seamos tiernos, batidor de
alfombras,
querámonos, grifos, hagamos excursiones, carpeta de sobres!
con vestidos de escombros y varas verdes, de embutidos y quesos,
cubiertas de vodka y gasolina las emociones se habían marchado a
escondidas.
por callejones y pasajes cubiertos de vidrio de colores
algún gato arañaba el tronco de algún laurel
y en las cervecerías las camareras se dejaban hacer por dinero.
querámonos, unamuno, una y uno, querámonos, keramú,
y luego equivoquémonos de cerilla, de alicates, de pasta de dientes,
ignoremos la excesiva influencia que ejerce en nuestra psique
el campus de grozaveşti.
la primavera observa amarilla desde la estratosfera, acariciada por el ozono
y los iones,
conozcámonos mejor, caracola, dice,
abracémonos, hangar, papelito, cubo de basura…
pero nosotros en la fuente del final de la calle alexandru nos mojábamos el
uno al otro
con agua
justo al lado de la policlínica, y hasta los árboles
olían a dentista
1) chera mu, del griego, ‘cariño mío’
Traducción Diego Muñoz Carrobles
amémonos, keramú (1)
amémonos, keramú, amémonos por toujours
que mañana seremos presa de las inundaciones, de los corrimientos de
tierra, de
terribles
borracheras,
que mañana un ayer con patas de araña se paseará por los rizos de tu pelo
enloqueciéndote, molestándote…
seamos tiernos, farfulló el polígono că elu pegando los lirios
a las caderas voluptuosas de la estación de autobuses de filaret
seamos tiernos, mi soledad, apuntó la señal de sentido giratorio
seamos tiernos, dijo también una mosca.
la primavera nos lamía la cara y las manos como un pequinés
nos hacía preguntarnos qué gusto le sacaríamos a la lengua infinita de la
noche llena de
autocares y estrellas,
la primavera nos acariciaba y sobrepasaba a veces los límites maternales o
de la amistad
inocente
enseñando los pechos fríos de manera provocativa bajo su cazadora azul
turquesa desgastada
oh, quédate un poco más, le susurró la lámpara a una pelusa de la
alfombra,
¿no quieres subir a mi casa? bebamos algo, escuchemos música, te enseño
la biblioteca…
¿no quieres quedarte esta noche en mi casa?
cojámonos de la mano, le dijo un médico jefe del hospital emilia irza
al conejo de hojalata del escaparate de los juguetes.
querámonos, amémonos, crezcamos y reproduzcámonos
cantaban el tergal y el terciopelo, el dril y la batista en gabroveni
les respondían hasta quedarse sin voz los sargentos y las controladoras
hagamos el amor, balbuceaban el polen y las nubecillas
hagámoslo, roncaban las barberías,
como unas bombillas eléctricas unidas en serie
los nervios reventaban en el antebrazo, las venas se inflaban en el tórax,
en las fosas nasales los analizadores de olor guardaban los abrigos en
armarios
y el índice de refracción se zampaba un sándwich de pollo
en la perversa apertura del ojo.
qué de guiños, cuántos accidentes por distracciones, cuentas cerradas,
pólizas pagadas,
angelito, estornudó el pulmón mientras se miraba en el espejo
y veía a su espalda una fábrica.
la primavera nos untaba en el pan una gruesa porción de televisión
nuestra mente estaba atascada de proyectos de agresión, ya veíamos el
microcos
mos
cubierto
de
trincheras,
ya soñábamos con el poder, con krakatit, con el olor de piel de zorro del
hombre invisible,
con los ojos vivarachos del hombre que atraviesa las paredes…
nuestro cerebro se acordaba de cuando estaba encogido
de cuando latía, palpitaba, se removía, marchaba, se revolvía, serpenteaba
el antebrazo se liberó en el aire flojo de la sensación de tener plumas,
la oreja –la sensación de haber oído el berrido de un triceratops
y las burbujas de hidrógeno extendían la malaria por la cara.
ten confianza en mí, gorjeó la flora intestinal
mientras se arrojaba voluptuosa a los brazos del miedo
que llevaba aquella noche un traje sencillo, arqueado, juvenil,
dame un besito, le suplicó el anabolismo al catabolismo,
no seas cruel, no me obligues, le amenazaba un maxilar al otro.
llegaba la tarde, la ciudad se animaba,
llegaba la noche, las calles silbaban como un sifón,
¡seamos tiernos, lotería que nunca toca, seamos tiernos, batidor de
alfombras,
querámonos, grifos, hagamos excursiones, carpeta de sobres!
con vestidos de escombros y varas verdes, de embutidos y quesos,
cubiertas de vodka y gasolina las emociones se habían marchado a
escondidas.
por callejones y pasajes cubiertos de vidrio de colores
algún gato arañaba el tronco de algún laurel
y en las cervecerías las camareras se dejaban hacer por dinero.
querámonos, unamuno, una y uno, querámonos, keramú,
y luego equivoquémonos de cerilla, de alicates, de pasta de dientes,
ignoremos la excesiva influencia que ejerce en nuestra psique
el campus de grozaveşti.
la primavera observa amarilla desde la estratosfera, acariciada por el ozono
y los iones,
conozcámonos mejor, caracola, dice,
abracémonos, hangar, papelito, cubo de basura…
pero nosotros en la fuente del final de la calle alexandru nos mojábamos el
uno al otro
con agua
justo al lado de la policlínica, y hasta los árboles
olían a dentista
1) chera mu, del griego, ‘cariño mío’
seamos tiernos chera mu ...que bueno!!!
ResponderBorrarAnémonos
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