Kornelijus Platelis, Siauliai, Lituania, 22 de enero 1951
Traducción Gerardo Beltrán
Hospital St. Elizabeth
para Craig Czury
Our dynasty came because of a great sensibility Ezra Pound, Canto 85
Del otro lado del río Anacostia, a la sombra de los árboles,
Santa Isabel rebana una tarta redonda
con un largo y resplandeciente cuchillo, y amablemente lo reparte
entre los asistentes al curso de poesía que esperan en fila.
Sus brazos atados a sus cuerpos hasta los codos,
sus ojos tan redondos como un sol de tarta,
se estiran graciosamente mientras comen: el destino
de la poesía es reparar conciencias y mundos. De pronto
un teléfono suena: llamada para Santa Isabel.
Me da el cuchillo y me pide que siga rebanando.
Mientras la hoja viaja de una mano a otra,
el sol rebota en ella y destella en los ojos
cortando su redondez como el cuchillo
la tarta. El mundo se parte
en una mirada de fragmentos y durante un pestañeo
todavía se mantienen adheridos antes de desmoronarse. Yo
Nuestra dinastía llegó
gracias a su gran sensibilidad.
Tras todos los pabellones de nuestros palacios
ahora miro por la ventana de John Howard.
Desde la sombra de los árboles sin hojas
hasta un tiempo nuevo del otro lado del río.
Nuestro pensamiento vagaba en otra parte
cuando se abrieron las puertas.
Nuestra dinastía se basaba en una estricta jerarquía
al contemplar la belleza.
Las paredes de derritieron hace muchos años
mientras yo escuchaba lugares prohibidos.
Nuestra dinastía estableció el orden en la poesía
y se derramó por los bordes de la forma.
¿Voz interior? Cada uno de nosotros tiene muchas
voces interiores. ¿Cuál de ellas queréis escuchar?
Nuestra dinastía fue hospitalizada
a causa de su gran destino.
El nuevo mundo nos inyectó tranquilizantes
y nuestra conciencia se volvió de madera.
Santa Isabel nos tomó bajo su custodia,
y el amor derritió nuestra voluntad.
Los fundadores de los valores equitativos del mundo
comenzaron a curarnos con nuestra propia poesía.
La leche inagotable del cántaro de Santa Isabel
minó los fundamentos de la jerarquía.
clavo el filo en la tarta, la realidad
fragmentada se pega, una extraña esperanza se sella
después de haber brillado entre las grietas. Los asistentes
al curso de poesía bajan dócilmente la mirada.
El bálsamo de las palabras se filtra por las paredes de la sala:
pegamento de conciencias y cosas con los brazos vendados,
el sabor a metal en mi boca se transforma en la dulzura de un bizcocho,
enviándonos de vuelta a la armonía, abriendo
el camino de la memoria a ningún lado.
alpialdelapalabra.blogspot.com
Traducción Gerardo Beltrán
Hospital St. Elizabeth
para Craig Czury
Our dynasty came because of a great sensibility Ezra Pound, Canto 85
Del otro lado del río Anacostia, a la sombra de los árboles,
Santa Isabel rebana una tarta redonda
con un largo y resplandeciente cuchillo, y amablemente lo reparte
entre los asistentes al curso de poesía que esperan en fila.
Sus brazos atados a sus cuerpos hasta los codos,
sus ojos tan redondos como un sol de tarta,
se estiran graciosamente mientras comen: el destino
de la poesía es reparar conciencias y mundos. De pronto
un teléfono suena: llamada para Santa Isabel.
Me da el cuchillo y me pide que siga rebanando.
Mientras la hoja viaja de una mano a otra,
el sol rebota en ella y destella en los ojos
cortando su redondez como el cuchillo
la tarta. El mundo se parte
en una mirada de fragmentos y durante un pestañeo
todavía se mantienen adheridos antes de desmoronarse. Yo
Nuestra dinastía llegó
gracias a su gran sensibilidad.
Tras todos los pabellones de nuestros palacios
ahora miro por la ventana de John Howard.
Desde la sombra de los árboles sin hojas
hasta un tiempo nuevo del otro lado del río.
Nuestro pensamiento vagaba en otra parte
cuando se abrieron las puertas.
Nuestra dinastía se basaba en una estricta jerarquía
al contemplar la belleza.
Las paredes de derritieron hace muchos años
mientras yo escuchaba lugares prohibidos.
Nuestra dinastía estableció el orden en la poesía
y se derramó por los bordes de la forma.
¿Voz interior? Cada uno de nosotros tiene muchas
voces interiores. ¿Cuál de ellas queréis escuchar?
Nuestra dinastía fue hospitalizada
a causa de su gran destino.
El nuevo mundo nos inyectó tranquilizantes
y nuestra conciencia se volvió de madera.
Santa Isabel nos tomó bajo su custodia,
y el amor derritió nuestra voluntad.
Los fundadores de los valores equitativos del mundo
comenzaron a curarnos con nuestra propia poesía.
La leche inagotable del cántaro de Santa Isabel
minó los fundamentos de la jerarquía.
clavo el filo en la tarta, la realidad
fragmentada se pega, una extraña esperanza se sella
después de haber brillado entre las grietas. Los asistentes
al curso de poesía bajan dócilmente la mirada.
El bálsamo de las palabras se filtra por las paredes de la sala:
pegamento de conciencias y cosas con los brazos vendados,
el sabor a metal en mi boca se transforma en la dulzura de un bizcocho,
enviándonos de vuelta a la armonía, abriendo
el camino de la memoria a ningún lado.
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