María Mascheroni, Bs As, 24 de octubre 1958
entender cómo se cruza en día y segundo exacto la piedra con el ojo
para exiliarse luego en el rocío sobre el pasto
piedra arrojada desde un abra lejanísima del aire
rosa de los vientos su corazón
imán de medio cielo medio día
*
quebracho pino viraró virapitá
las ramas refuerzan la línea sobre la luz que desde ahora llamarán crepúsculo
más tarde sólo oscuridad o antes que la noche
madera hacha madera
por fin ya incrédulos dirán
noche profunda cerrada
los árboles retuercen la luz hasta sus ojos
hasta que la línea negra fuga del color
y separa al hijo de las visiones terrestres
*
trinos troncos y piedras el 26 de diciembre
el cielo viró a un lila claro, líneas desnudas oscurecen la trama
de esta historia
entre las hojas mojadas sobre los muros compactos
¿hay alguien allí afuera?
*
pena
preces
plomo descienden sobre nosotros
*
caminamos
él y yo
sobre las sombras que hacen franjas oscuras a la tierra estrellada
debajo de la vía láctea
me recuesto en esa noche cerrada que su ancho pecho ofrece
como un desorden
si el cielo
su luz
se torna más oscura el negro delineado de las ramas se suaviza
quiere adentrarse en la noche
en la noche descansan las formas inestables dice
se cierra el ojo que ve
Hermoso poema,Marìa
ResponderBorrarAh, bellísimo poema
ResponderBorrarBello, Maricel.
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