lunes, 30 de noviembre de 2015

José Agustin Goytisolo -“Piazza Sant’Alessandro, 6″

José Agustin Goytisolo, Barcelona,13 de abril 1928 - Barcelona, 19 de marzo 1999


                                                                        “…¿Qué hacer cuando un mal aire
                                                                        de tristeza la envuelva
                                                                        igual que un maleficio?…”

“Piazza Sant’Alessandro, 6″

Querida Carmen hoy
no me importa que digan los periódicos
que prosigue la huelga de estudiantes
o que ataca el Viet-Cong
pues ahora
hace muy poco tiempo  —tan sólo
unos minutos—
ha empezado a llover. Es importante:
el agua sucia empieza a resbalar
por las paredes: forma
un río en la calle; cae igual que la saliva
de los coches parqueados en aceras
y los toldos se comban por el peso
del agua; y es posible
que dure sólo un rato este chubasco.
Y yo estoy en un bar lleno de gente
y yo estoy en un bar lleno de gente
con humo y mal olor de bocadillos
y bebo mi segundo
gin-tonic de la tarde y me he tragado
dos librium —ya lo ves: llevo la cuenta—
y como te decía
ya no me importan nada las noticias
ni la gente que corre ni la vida
es decir que me importa sólo el agua
que está cayendo siempre con más fuerza
salpicando el cristal junto a mi cara
y pienso en cosas dulces y difíciles
—ser más guapo tener
a una chica bonita y excitada
caminando a mi lado por un feroz pasillo
lleno de puertas altas y de cuadros
de antepasados todos parecidos
que sonríen; y en voces
hondas voces severas; no como estas
que hablan de fútbol y de tonterías
con tono pegajoso y aburrido—
y esto me reconforta: soy capaz
de amar a un elefante y de tener
concomitancias con un gran marica
de prestar mi corbata
de jugar a fantasmas con mi prima;
y me levanto llamo al camarero
—sigue lloviendo ¡oh agua sucia cae
cae por favor!
sobre la horrible piel de Barcelona
no te detengas hasta que me duerma—
y pago los gin-tónic y el tabaco
recojo mis papeles —me doy cuenta
que hago nuevos proyectos imposibles-
y cuando estoy a punto
de salir de una vez de este tristísimo
café de la puñeta ya me olvido
del hombre que yo fui hace poco rato
de su ternura inútil y su frío
de las pastillas que necesito
para decirle adiós al limpiabotas
y salir a la lluvia; en donde ahora
pienso en ti y tus pestañas y tu abrigo
y voy a casa a escribirte enseguida
para que leas esto y me recuerdes
bebas un trago y otra vez me olvides.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Kenneth Patchen -La religión de amarte

Kenneth Patchen, Ohio, 13 de diciembre 1911 - California, 8 de enero 1972
Versión Santiago Espel


La religión de amarte

El tiempo dejará nuestros cuerpos rígidos,
en un sueño único, el hambre saciada, el corazón roto
como una botella astillada de las que usan los ladrones.

Amor, hasta que se haga el beso, las cabezas juntas,
inclinadas, y los ojos cerrados.

Afuera
a través de esa ventana donde la brisa remueve las ramas
donde los pájaros agitan súbitas alas,
dentro de ese aire lisiado,
amor, nos vamos muriendo.

Dejemos ver cómo llega ese sueño
crucemos los dedos y soplemos a través
de esa delicada trama.

Podemos amar y estar vivos, a pesar
de la amenaza de la cercana muerte,
con su canto desesperado que no debemos escuchar.

Vamos a aferrarnos el uno al otro.
No podemos morir ahora que estamos abrazados.


jueves, 26 de noviembre de 2015

Luis Raúl Calvo -Crimen Pasional en la Calle Tres Arroyos

Luis Raúl Calvo, Buenos Aires, 15 de Septiembre 1955

Crimen Pasional en la Calle Tres Arroyos

Son las dos de la madrugada de un lunes cualquiera.
Hace treinta y dos años en la calle Tres Arroyos
un inesperado crimen nos recordaba que también
se mata por pasión.
Las crónicas oficiales sólo reseñaron
los celos enfermizos del autor de la tragedia
pero nada dijeron de la consternada Laura
la desdichada enfermera que aceptó consumar
aquel ritual con su despiadado amante.
¿Quién fue la víctima y quién el victimario
en la gélida noche del 4 de julio?
¿Qué se perdió en esa nocturna ceremonia
pactada de antemano?
Los cuerpos de ambos tomaron rumbos distintos
pero nada diferencia a una cárcel de una morgue.
Tal vez ella repose en paz junto a sus muertos
quizá él todavía continúe atormentado
por la traición de esos labios que tanto deseaba.
Debe ser verdad aquello de que el amor y la muerte
tienen un mismo destino.

martes, 24 de noviembre de 2015

Maria Victoria Ronsano -Despojo

Maria Victoria Ronsano, Villa María, Córdoba, 2 de septiembre 1976


Despojo

Hay días en que me gustaría nada más que ser un pez
jugar a solas con Neptuno
sin realidad y sin afuera

entonces la palabra se disolvería
para dejarme en la orilla
despojada
abierta
salvaje
enteramente gris
mezclados el veneno y la cura
ignorando
lo que la naturaleza sabe

domingo, 22 de noviembre de 2015

Caro Lesta -Antes

Caro Lesta, La Plata, 25 de octubre 1971


Antes

Tu vieja se murió de un cáncer de miedo
y vos
vos
vos
decís que me querés.

Ahora que lo pienso éramos hermosos
y ya el mundo era una mierda
la gente se moría o se dejaba de querer.

Tu vieja se murió de un cáncer de miedo
y yo
no sabía entonces como ahora no sé
coser a máquina
sacar gajos de una planta
batir un bavaruá
tejer con dos agujas
hablar francés
deshuesar un pollo
arreglarme el pelo
dividir por dos cifras
ser bonita
dejarme llevar

pero antes de que tu vieja se muriera
antes del cáncer
antes
antes
del olor a alcohol mentolado
antes
antes digo yo
antes
de una conadep
de un partido comunista
y un comunista invitado a nuestros cumpleaños
un italpark
una panadería
una tía susana
y un gato
un tío carlos pálido
que lloraba a las doce en noche buena
un secreto
la familia colemann
antes
antes
un renault doce gris
dos puntos en la cabeza de tu madre
y tu padre dispuesto a ser el alma de las fiestas
un vino tinto picado
yo digo antes de todo eso
antes
antes de la universidad de las madres
antes del departamento en caballito
antes de las clases de semiología
del frío
antes de la merca
de la primera salida al gran rex
y del primer beso de lengua
antes de cosecha roja de hamet
y antes de chuparte los dedos viendo una de godart
antes cuando había cospeles y teléfono público
y una vieja sin cejas atendía una librería en corrientes
antes de tower y el disco de martirio
tu vieja se murió
y después todo cambio mínimamente en el mundo
antes de que tu vieja muriera de un cáncer de miedo
yo era un chica peronista del conurbano bonaerense
no sabía de truffaut
de palacios
de gonzalez tuñon
antes de vos
yo creía en el estado
era una chica casi cristiana
con una idea montonera de la vida
me gustaba el vino blanco
y las películas de terror
desde entonces no me gustan las gallinas ni gardel ni los paraguas
antes de vos
antes
yo aprendí a robar estéreos
aprendí una muerte joven
aprendí a amasar pizzas
a no preguntar por mis abuelos
a no contestarle a la maestra
a no desmentir a mi madre
a no pegarle a mis hermanos
a no chaparme a los amigos
aprendí a rezar el ave maría y a confesarme
aprendí a fumar a escondidas de mi padre
aprendí a besar con un tomate


antes del cáncer de tu vieja
yo tocaba en una banda
y fumaba porros mal armados
componía canciones sin remate
usaba una campera con tres cierres
y amaba con locura a joe ramone
y aun antes de joe de vos de tu vieja del cáncer y del miedo
miraba ya con desconfianza
buscando siempre la puerta de salida
nunca cantaba el feliz cumpleaños
ni me reía con el chavo
y huía cuando había limpieza general
antes
cuando adrián el vecino de la vuelta sacaba sus vinilos
me pasaba horas viendo
el brillo negro girar
y antes yo en silencio escuchaba ska
antes
y antes de antes de todos los antes
antes de todo
antes de vos
antes de mí
antes
antes
yo    ya    lloraba



foto Jazmín Faillace

viernes, 20 de noviembre de 2015

Marcos Silber -Anunciación

Marcos Silber, CABA, 4 de agosto 1934


 Anunciación 

Es Fra Angelico
el más celoso de los siervos de Dios
quien abriga a la Virgen con un manto azul
y con ello entra para siempre
en el ojo del mundo LA ANUNCIACION.
Es un día apacible, de gasas piadosas
en cielo bendito.
La Santa y el Santo se miran.
Nada se dicen. Sólo se miran
cuando el manto se eleva y viaja
hasta el aterido cuerpo de una mendiga.
Al tiempo, todo se ilumina
con el rayo aprobador del Supremo.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Ian Anderson -Un drama pasional (fragmento)

Ian Anderson, Dunfermline, Reino Unido, 10 de agosto 1947
Versión Santiago Espel


Un drama pasional
(fragmento)

Los teléfonos de tus mejores amigos
nunca se enfriaron del calor de tu mano
y una línea reza aún en la primera página:
13 caballos que también corrieron.
Trepado a tu viejo paraguas…,
¿tiene una lágrima sucia encima?
Sin embargo la lluvia no pasa casi nunca
y el sol no te dejará solo.
Amante en blanco y negro;
llegó tu noche de estreno.
El drama pasional sigue su curso
y desbarata tus planes.
Que me digan entonces cómo se hacen los niños
cómo lo hacen las damas
por qué un perro sarnoso aúlla su tristeza.
Y la virginidad inmaculada de tu hermanita
se rifa en el hombro huesudo
de un caballo llamado George
que se desliza cautelosamente
en su exploración cotidiana.
(El cuerpo examinante examina su cuerpo).
Actorcito de reparto quiero saber tu opinión
conocer tu guión improvisado y desmemoriado.
Que me digan cómo se gradúa un bebé
por qué las damas se convierten en mamarrachos
y por qué un perro viejo aúlla demencialmente.
Sólo de esta manera se pela un gato.
Y ahora que despellejaste una o dos pieles
somos el uno para el otro.
El vestuario está ahí.
Ya formás parte del elenco, estás en el escenario.
Estás en el silencio, en el drama de una pasión.


lunes, 16 de noviembre de 2015

Claudio Archubi -Sísifo en el Norte

Claudio Archubi, Mar del Plata, 2 de enero 1971


Sísifo en el Norte

Otra vez mi pensamiento era uno con la montaña del Norte: entero, claro y distinto, en la escarpada mañana, claro y distinto.

Y yo ascendía por mi montaña comprendiéndolo todo, para perderlo todo, mientras el cielo se cerraba sobre mí, con su triste blanco, moviendo sus nuncas y sus siempres, y su otro lado escrito en griego.

Lengua muerta, cielo lento, otra lluvia: caían sobre mi piedra hasta volverla más pesada, tanto como una pregunta, la que no alimenta, una que se derrite en centurias, pero sigue pesando, una para ir con ella, sosteniéndola, como la hormiga con su carozo de hielo.

Así mi piedra fue la montaña y yo no ascendí sobre ella sino que caminé por debajo.

Mi cielo estaba hecho de tierra y yo descendía arqueado, siempre la misma ladera clara y distinta, con sus raíces, esas, las nunca crecidas, tan cercanas y blancas, con su duro corazón de nieve, con su otro lado escrito en griego.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Tomas Tranströmer -Soledad

Tomas Tranströmer, Estocolmo, 15 de abril 1931 – Estocolmo, 26 de marzo 2015
Versión Sergio Badilla Castillo


Soledad 

"Aquí estuve a punto de morir una noche de febrero.
El auto patinó de costado en el suelo resbaladizo fuera
en el lado equivocado del camino. Los autos que venían -
sus lámparas - se acercaron demasiado.

Mi nombre, mis hijas, mi trabajo
se desencajaron y se quedaron en silencio atrás,
cada vez más lejos. Yo era anónimo
como un niño en el patio de recreo rodeado de enemigos.

El tráfico en dirección contraria tenía inmensas luces.
Me alumbraron mientras yo maniobraba y maniobraba
en un temor transparente que flotaba como clara de huevo.
Los segundos aumentaron - tuve lugar allí -
se hicieron tan enormes como edificios de hospital.

Casi uno podía quedarse
y respirar por un tiempo
antes de ser aplastado.

Luego surgió un amparo: un grano de arena salvador
o una ráfaga de viento. El auto partió
y se arrastró rápidamente a través del camino.
Un poste fue chocado y se quebró - un retumbo agudo -
Voló en la oscuridad.

Hasta que se aquietó. Me quedé sentado en sosiego
y ví cómo alguien vino a través de la borrasca de nieve
para ver qué fue de mí.

II
He vagado largo tiempo
por los campos congelados de la Gotlandia del Este.
Ningún individuo ha estado a la vista.
En otras partes del mundo
hay algunos que nacen, viven, mueren
en un constante gentío.

Estar siempre visible - vivo
ante un enjambre de ojos -
debe dar una expresión facial determinada.
La cara cubierta de barro.

El murmullo sube y baja
mientras se reparten entre ellos
el cielo, las sombras, los granos de arena.

Tengo que estar solo
diez minutos por la mañana
y diez minutos por la tarde.
- Sin programación.


jueves, 12 de noviembre de 2015

Alfredo Luna -San Fernando del Valle

Alfredo Luna, Catamarca, 20 de enero 1953


San Fernando del Valle

esta es mi confesión

por el plexo solar de mi ciudad
cruza un cataclismo de belleza
y en el fondo del amor busco
la zanja del sol que se hace llamar río

al Oeste
dispersa por los Andes
una melodía vegetal se mueve
entre los inmemoriales padres
que refulgen igual que faroles de nieve
y la noche los vela como a piedras de sangre

abajo
la siesta desparrama sed
y nosotros pájaros de vidrio
cada ocho de diciembre lloramos migajas de cierzo

para que el agua resucite.

martes, 10 de noviembre de 2015

Patti Smith -Conejo blanco


Patti Smith, Illinois, 30 de diciembre 1946
Versión Santiago Espel


Conejo blanco                  

Una pastilla te hace crecer
y otra te hace chiquito.
Y las que nos dan nuestras madres
no sirven para nada.

Preguntale a Alicia si no
cuando crece hasta el techo.
Ah, y si vas persiguiendo conejos
y sabés que podés caerte
la señal te la dará
el narguile de la oruga.

Llamá a Alicia
cuando era apenas diminuta
cuando los hombres
te indicaban cómo moverte
en el tablero
y vos recurrías a un hongo
para bajar la ansiedad de tu cabeza.

Buscala a Alicia,
seguro ella sabrá qué hacer
cuando se pierdan las proporciones y la lógica.

Y mientras el Caballero Blanco
apenas balbucea
y la Reina Roja pide a gritos su cabeza,
no olvides las palabras del lirón:
“Abrí tu cabeza, abrila, dejala volar”








domingo, 8 de noviembre de 2015

Roque Dalton - Desnuda

Roque Dalton, El Salvador, 14 de mayo 1935 – El Salvador 10 de mayo 1975 


Desnuda

Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros
como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.
Tu desnudez derriba con su calor los límites,
me abre todas las puertas para que te adivine,
me toma de la mano como un niño perdido
que en ti dejara quietas su edad y sus preguntas.
Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que me nutre,
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a las sombras los deseos me ladran.
Cuando te me desnudas con los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.
El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.
El día en que te mueras te enterraré desnuda
como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Ariel Canzani -Poeta

Ariel Canzani, Bs As, 15 de octubre 1928 - Bs As, 27 de julio 1983


Poeta

No incluyan mi piel
en un esquema.

Con mi altura y mi peso
tal vez hubiese sido
un luchador de mérito,
un minero con fama
(hay mineros con fama?).
Con mis manos tan grandes
hombreador en los puertos,
con mis pies tan enormes
jugador en las canchas.
Con mi mente sin calma
compañero de Kierkegaard,
absurdo stirneriano,
compinche carbonario,
sostenedor de Marx,
enloquecido tupamaro
o paciente de Freud
sin cura ni remedio.

No incluyan mi piel
en un esquema!
Por favor no la incluyan!!
Estoy pronto a morir
por la causa del hombre,
su libertad total,
su hambre de comida
y también de justicia.
Estoy pronto a morir
por el amor
de la mujer amada,
por perfume de flor,
de beso, de  pubis o de nada.
Estoy pronto a morir
por todo lo que tenga
presencia de belleza.

No incluyan mi piel
en un esquema!
Por favor no la incluyan!
que nací con los ojos
inventando poemas.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Caro Horvath -nunca tengas una novia que lee Simone de Beauvoir, dijo

Caro Horvath, Bs As, 22 de octubre 1983

nunca tengas una novia que lee Simone de Beauvoir, dijo

- Te gusta Simone de Beuavoir?

La palma de mi mano golpea mi frente que vencido el cuello sostiene el ruido a dos veces con la misma piedra, tropiezo, busco en la memoria de mis ojos un cuchillo y le asesto filosa. La mirada habla: - Empezamos mal.

- Nunca tengas una novia que lee Simone de Beauvoir.

Novia dice, su  ingenuidad parvularia me despertaría ternura si no anguloso impulso de  meterle mi primer sexo en su boca mi segundo sexo en su boca ¿Jugamos a la mujer rota, André? A cuál de las dos, André, hubiera querido preguntarle con un do de puta, pero en el fondo su fragilidad me conmueve, no sabe qué hacer con su cordura. Y me pedís piedad, con cocodrilos en la lágrima, como si querer fuese algo que te hicieran, como si yo culpa de sal en la herida  como si no fueses vos queriendo en el sin querer como si no fuese yo el forcep, la  tres vueltas de cordón, la clavícula rota  yo no tengo piedad tengo un existencialismo carnet  a propósito.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Adonis -El tiempo

Adonis (Ali Ahmad Said Esber), Al Qassabin, Siria, 1 de enero 1930
Versión María Luisa Prieto


El tiempo

Abrazo a la espiga del tiempo,
mi cabeza es una torre de fuego.
¿Qué es esta sangre que palpita en la arena
y qué es este ocaso?
Llama del presente, ¿qué vamos a decir?

En mi garganta están los jirones de la Historia
y en mi rostro los signos del sacrificio.
¡Qué amargo es ahora el lenguaje!
¡Qué angosta la puerta del alfabeto!

Abrazo a la espiga del tiempo,
mi cabeza es una torre de fuego.
¿Se ha convertido el amigo en verdugo?

Un vecino ha dicho: ¡Cuánto tarda Hulagu en venir!
¿Quién llama a la puerta? ¿El recaudador de impuestos?
Dale el tributo... siluetas de mujeres
y de hombres... imágenes que caminan...
Nos hemos hecho señales, nos hemos intercambiado secretos.
Nuestros pasos son una hebra de muertos.
¿Tu muerto viene de tu Señor
o tu Señor viene de tu muerto?
Perdido por el enigma, se inclina
cual arco de terror sobre sus días encorvados.

- Tenía un hermano. Desapareció. Mi padre se volvió loco.
Mis hermanos murieron. ¿A quién invocar?
¿Hay que abrazar a la puerta, suplicar a la alfombra?
- Delira. Trae la tabaquera y cúralo con el rapé de los sabios.

Cadáveres que el asesino lee cual anécdotas.
¿Este montón es un granero de huesos, la cabeza de un niño
o un trozo de carbón?

¿Es un cuerpo esto que veo o un esqueleto de barro?
Me inclino, arreglo dos ojos y remiendo una cadera.
Tal vez la intuición me ayude
y me guíe un fulgor de memoria
pero es inútil que investigue la delgada hebra,
inútil que junte una cabeza, dos brazos y dos piernas
para descubrir la identidad del muerto.

- ¿A quién predica la hormiga y por qué asustarse?
Poesía es mezclar en el ojo esta trágica chispa.
Éxtasis es ver tu casa volar en estallidos hacia Dios.
Encaramada a un alminar,
la lechuza del adivino ulula.
De su grito ha tejido un arco iris
y, ahogada de alegría, ha llorado
Abrazo a la espiga del tiempo,
mi cabeza es una torre de fuego.
El payaso ha revelado sus secretos.
Este tiempo rebelde es una tienda de alhajas,
un pantano de profetas.
El payaso ha revelado sus secretos.
La verdad será la muerte, el pan de los poetas
y lo que se llamó o se convertirá en patria
no es más que un instante a la deriva
sobre el rostro del tiempo.

El payaso ha revelado sus secretos.
Esplendor del diluvio, ¿dónde está tu llave?
Inúndame de gracia, toma mis últimas riberas,
tómame.
Un abismo ardiente me ha hechizado,
un camino por el que huyen los caminos.

Abrazo a la espiga del tiempo,
mi cabeza es una torre de fuego.
Mi alma ha olvidado sus pasiones,
ha olvidado su patrimonio, oculto en la casa de las imágenes.
No volverá a recordar lo que ha dicho la lluvia,
lo que ha escrito la tinta de los árboles.
Mi alma no dibuja más que una gaviota
empujada por las olas contra las amarras de un barco.
No escucha más que un grito metálico:
he aquí el corazón de la ciudad,
luna rota, unida al ombligo de un fantasma de chispas.
No sabe que Dios y el poeta
son dos niños que duermen en la mejilla de una piedra.

Mi alma ha olvidado sus pasiones,
por eso temo la sombra
y el bosquejo del futuro,
por eso me invade la duda
y el sueño se me resiste.
Amarrado, corro de un fuego a otro,
sofocado bajo el sudor que chorrea por mi cuerpo,
compartiendo con los muros el insomnio de la noche
(fieras son los pasos de la noche).
A menudo he dicho a la poesía sedimentada
en el fondo de mi memoria:
¿qué es esta sierra en mi cuello?
¿Quién me dicta la aleya del silencio?
¿A quién contaré mis cenizas?
Yo, que no sé arrancar el pulso y arrojarlo a la mesa.
Yo, que rechazo hacer de mi tristeza un tambor para el cielo.
Así pues diré: mi vida ha sido morada de espectros,
molino de viento.

Abrazo a la espiga del tiempo,
mi cabeza es una torre de fuego.
Los árboles del amor en Qassabin
son hermanos de los árboles de la muerte en Beirut.
El bosque de mirto consuela al bosque del exilio.
Qassabin penetra en el mapa de la hierba
y destila las entrañas de las llanuras.
Beirut penetra en el mapa de la muerte:
las tumbas son jardines, despojos, campos.
¿Qué fuerza vierte a Qassabin en Tiro y Sidón
y es Beirut quien se derrama?
¿Qué es eso que alejándose se aproxima?
¿Quién mezcla en mi mapa esta sangre?

El verano se seca y el otoño no ha llegado,
la primavera ha ennegrecido en la memoria de la tierra,
el invierno es como la muerte lo dibuja:
agonía y hemorragia,
época surgida de un frasco de predestinación
y de la palma de la suerte,
época del extravío que improvisa el instante y rumia el aire.

¿Cómo podréis reconocerla?
Un muerto sin rostro que contiene todos los rostros.

Abrazo a la espiga del tiempo,
mi cabeza es una torre de fuego.
Agotado, me doy la vuelta y observo:
¿Qué son esos andrajos? ¿Crónicas, países,
banderas colgadas al acantilado del crepúsculo?

En un instante leo las generaciones,
en un cadáver reconozco miles de cadáveres.
Me sumergen los abismos del absurdo,
mi cuerpo se escapa,
mi rostro no aparece en el espejo,
mi sangre huye de las arterias.
¿Será porque no veo a la luz
transportar mis sueños hacia ella?
¿Será el lugar más remoto de un mundo
que los demás bendicen y yo maldigo?
¿Qué es esto que desarraiga mis profundidades
y se marcha entre la jungla del deseo,
los países, los océanos de lágrimas
y la descendencia de símbolos,
entre las venas y los sexos,
las épocas y los pueblos?
¿Qué es esto que divide mi alma y me destruye?
¿Acaso soy la encrucijada de caminos?
En el instante del descubrimiento ¿ha dejado mi camino
de ser mi camino?
¿Soy más que un ser, mi historia es mi abismo
y mi plazo mi incendio?
¿Qué es esto que en una carcajada se eleva
de mis miembros ahogados?
¿Soy múltiples seres que se preguntan:
¿Quién eres? ¿De dónde vienes?
¿Son mis órganos los bosques del combate
en una sangre-viento, en un cuerpo-hoja?

¿Soy un loco? ¿Quién soy en estas tinieblas?
Enséñame y guíame, locura.
¿Quién soy, amigos? Respondedme,
vosotros, los visionarios, los oprimidos.

Ojalá pudiera escaparme de mi piel
sin saber quién he sido ni quién seré.
Busco un nombre, algo que nombrar,
pero nada es nombrable.
Una época ciega, una Historia cegada,
una época de limo y una Historia de ruinas.
El dominador es dominado.
¡Alabadas seáis, tinieblas!

Abrazo a la espiga del tiempo,
mi cabeza es una torre de fuego.
Mi antepasado semita es agarrado
por lo que ha engendrado el destino ciego.
¿Un papagayo? ¿Un profeta colado en una momia?
Oh, antepasado al que aparto de su camino.
Tú eres el que habita en la molécula del agua
y en los astros celestes.
Es prudente que camines así,
orgulloso hacia el pasado.
Tú eres el misterio,
el reino receloso de las profecías.

Extraviado en el error, no puedo comprenderte.
Tú eres el prodigio,
antepasado al que yo rechazo ahora.
A pesar de que haya amado la creación en tu nombre,
no me reconocerás, nada me unirá a ti,
aparte de estas huellas enterradas en mi alma
que me lloran y me hacen llorar sobre ti.

Abrazo a la espiga del tiempo,
mi cabeza es una torre de fuego.
El fin de la época que llovía piedras *
ha encontrado el comienzo de una era que llueve petróleo.
El dios de las palmeras se arrodilla ante un dios del hierro
y yo, entre estos dioses, soy la sangre derramada,
la caravana que huye.
Palpo mi fuego apagado,
me pregunto cómo engañar a mi muerte,
rebelde en su desierto,
y digo que el universo lo teje mi sueño.
La trama se deshace,
me veo en un abismo
y me entrego a la noche de la caída.

Veo en las cosas un cerco de humo,
percibo el mundo como una cacería.
Se extiende la mesa:
los cuerpos son los condimentos,
las cabezas los recipientes
y Dios se sienta a la mesa de la caza.
Una gacela era panadera, una iguana soldado.
¿Es Dios quien se come la caza
o es la caza quien se come a Dios?
Los caminos mienten, las riberas traicionan.
¿Cómo no caer fulminado por la locura?
Reniego del comensal y del manjar
y acojo a todo lo errante.
Mi consuelo es sumergirme en mi sueño,
excederme, ondear
y cantar el deseo del rechazo.
Deliro. Venus es la ajorca de mis días,
Capricornio mi brazalete
y las flores en sus corolas son balcones...

Mi consuelo es salir y convocar
a todos los verbos de la salida.

Ensillad estos vientos desbocados.
La Historia ha sido degollada
y esto no es más que el preludio.
Dejad al verdugo, a la víctima y al sacrificio como mártires,
cubridme con sus restos
y dibujadme una ruina.

Así sacaré a la sabiduría de su yacimiento
y gritaré: Bienvenidos mis escombros, mi decadencia.
Mañana la muerte me soplará sin que me extinga,
mañana saldré de la luz para ir hacia otra luz.
Cierto que soy más frágil que un hilo
pero más noble que un dios.

Así comenzaré a abrazar mi tierra
y los secretos de sus pasiones.
El cuerpo del mar es su amor,
un amor que tiene como manos al sol,
el cuerpo reservado al trueno, ancla de ternura,
un cuerpo promesa en el que me pierdo.
Surgiré de este desafío.
Cubrid con la luz de la lluvia amorosa
el rostro de la margarita
y que sea...

Abrazo la época que viene y camino,
rebelde, con andares de capitán,
trazando mi país.
Subid a sus más altas cimas,
descended a sus profundidades.
No encontraréis miedo ni cadenas.
Es como si el pájaro fuera rama,
la tierra un niño y los mitos mujeres
¿o tal vez sueños?

Dejo a los que vendrán después de mí
la misión de abrir este espacio.

Mi piel no es una cabaña de ideas
ni mi pasión leñador del recuerdo.
Mi ascendencia es el rechazo
y mis bodas germinación entre dos polos.
Esta época es la mía,
la del dios muerto y la máquina ciega.
Que habite en la alberca de los deseos,
que mis despojos sean flores,
que sea el alif del agua, la ya del fuego,
el loco de la vida.

Revelo al tiempo los secretos de sus páginas.
Así confiesa
que es el extraviado, el rebelde, el discordante.




*  Sobre las que se grababan los nombres de los infieles que debían ser lapidados, según la ley divina.