Todo lo que he vivido, todo lo que fui muriendo, todo lo que fui naciendo. Todos los fenix. Todos los devoradores de leones que tuve que bancarme. Toda la gente que hace bailes extraños de odalisca detrás de una cámara. Todo para mí fue la unión de algo sagrado. Me tocó en esta vida como algo de premio desconsuelo. Porque aparte el desconsuelo se vuelve algo maravillosamente pacífico, porque se transmuta en frases de un poema que lo cura. Ojalá todos los creadores no dejen de seguir haciendo sus propias conclusiones respecto de cada caso, ser pintores, fotógrafos, directores de cine, pero si no está la poesía atrás, que hay miles que laburan sin poesía, es mejor que no se acerquen. Porque ahí es imposible la contaminación. Porque de todos modos, la poesía está blindada si es real. No es tan fácil destruir un poema o un poeta. Yo aún estoy vivo, y sin embargo, sigo escribiendo como la primera vez. Y creo que es eso, cada vez existe la primera vez, no existe la última. No hay última. Ninguna última.🪷
NUESTRA NADA
Mi alma entre jazmines
se enciende y fulgura
sobre toda herida
que ni el llanto calma
La ciudad sangra
y se lava el pelo
Todo lo que te sobra es mío
Tu cuerpo
por ejemplo.