jueves, 31 de diciembre de 2015

Horacio Salas -Y chau Buenos Aires

Horacio Salas, Buenos Aires, 13 de agosto 1938


Y chau Buenos Aires

A más de diez mil metros sobre el agua
en el momento justo en que dos ojos verdes
me ofrecen una toalla perfumada
y no puedo concetrarme en la lectura
porque cinco muchachas argentinas suponen
- sin conocer a Hemingway es claro -
que París es de verdad una fiesta a cada hora
no pienso en la sonrisa
o en esa última foto en Medellín
(parece mentira que con miedo)
no recuerdo la camisa rayada la guitarra
y las nubes de las calcomanías
ni siquiera la voz

Volando en el sentido inverso a Magallanes
se han mezclado los cables
en un cortocircuito con chispazos celestes
y desde las Barrancas de Belgrano
sube el olor a enero y los colores de otoño entre
los árboles
y en lugar de Gardel es Fiorentino quien canta
por lo bajo
y me pregunto cómo le explico a esta azafata
portuguesa
que Gardel se murió en el treinta y cinco
que no había nacido todavía
y que sin embargo hoy cuando dejo la Argentina
sobre el asiento de este boeing
que hace escalas en Río y Lisboa
a mí se me enterevera con otras pertenencias.

(los puntos amarillos en los ojos de una mujer querida
los rostros del amor cuando escribía poemas en la
la almohada
los soles que dibujé en su cuerpo
las palabras de un misterioso idioma adolescente
algunos sueños que aún pueden justificar la vida
una ausencia que duele en todo el cuerpo
esa mirada triste de mis hijos
cuando me despiden en Ezeiza
una tormenta eléctrica sobre la Recoleta
cubriendo de relámpagos al alcohol y la noche
unas líneas de Borges que emocionan
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.
el humo de los tangos en San Telmo
ese rostro implacable
que choca conmigo en todas partes)

Cómo podría explicarle a esta rubia muchacha portuguesa
sin tenerla en los brazos sin amarla
- tan cerca como estamos de este cielo
al que le han desordenado las estrellas -
que Gardel hoy son todos mis recuerdos
y que yo soy Gardel
y no me he muerto.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Tomislav Marijan Bilosnic -El negro en la gota de rocío

Tomislav Marijan Bilosnic, Zemunik, Croacia, 18 enero 1947 
Traducción Zeljka Lovrencic


El negro en la gota de rocío

El negro espera el sol en la gota de rocío
la gota de rocío es su corazón
ella pende de una telaraña
como la lágrima de un niño
Cabaña sin protección
sin los huesos de los ancestros
en la gota
vagan las almas
esperan días mejores
estrella
que viaja por la corriente sanguínea
gota de sangre
plomo
En la gota del rocío el negro
sus ojos son leche de la niñez
el tiempo
En el rocío el negro
no depende del león
no depende de las fieras
el rocío es polvo argentino
la última luciérnaga

sábado, 26 de diciembre de 2015

Reinaldo Arenas -Introducción del símbolo de la fe

Reinaldo Arenas, Cuba, 16 de julio 1943 - Nueva York, 7 de diciembre 1990


Introducción del símbolo de la fe

Sé que más allá de la muerte
está la muerte,
sé que más acá de la vida
está la estafa.
Sé que no existe el consuelo
que no existe
la anhelada tierra de mis sueños
ni la desgarrada visión de nuestros héroes.
Pero te seguimos buscando, patria,
en las traiciones del recién llegado
y en las mentiras del primer cronista.
Sé que no existe el refugio del abrazo
y que Dios es un estruendo de hojalata.
Pero
te seguimos buscando, patria,
en las amenazas del nuevo impostor
y en las palmas que revientan buldoceadas.
Sé que no existe la visión
del que siempre perece entre las llamas
que no existe la tierra presentida.
Pero
te seguimos buscando, tierra
en el roer incesante de las aguas,
en el reventar de mangos y mameyes,
en el tecleteo de las estaciones
y en la confusión de todos los gritos.
Sé que no existe la zona del descanso
que faltan alimentos para el sueño,
que no hay puertas en medio del espanto.
Pero
te seguimos, buscando, puerta,
en las costas usurpadas de metralla,
en la caligrafía de los delincuentes,
y en el insustancial delirio de una conga.
Sé que hay un torrente de ofensas aún guardadas
y arsenales de armas estratégicas,
que hay palabras malditas, que hay prisiones
y que en ningún sitio está el árbol que no existe.
Pero
te seguimos buscando, árbol,
en las madrugadas de colas para el pan
y en las noches de cola para el sueño.
Te seguimos buscando, sueño,
en las contradicciones de la historia
en los silbidos de las perseguidoras
y en las paredes atestadas de blasfemias.
Sé que no hallaremos tiempo
que no hay tiempo ya para gritar,
que nos falla la memoria,
que olvidamos el poema, que, aturdidos,
acudimos a la última llamada
(el agua, la cola del cigarro).
Pero
te seguimos buscando, tiempo,
en nuestro obligatorio concurrir a mítines,
funerales y triunfos oficiales,
y en las interminables jornadas en el campo.
Te seguimos buscando, palabra,
Por sobre la charla de las cacatúas
y el que vendió su voz por un paseo,
por sobre el cobarde que reconoce el llanto
pero tiene familias…y horas de recreo.
Te seguimos trabajando, poema,
Por sobre la histeria de las multitudes
y tras la consigna de los altavoces,
más allá del ficticio esplendor y las promesas:
Qué es ridículo invocar la dicha
que no existe “la tierra tan deseada”
que no hallarán calma nuestras furias.
Todo eso lo sé.
Pero te seguimos buscando, dicha,
en la memoria de un gran latigazo
y tras el escozor de la última patada.
Te seguimos buscando, calma,
en el infinito gravitar de nuestras furias
en el sitio donde confluyen nuestros huesos
en los mosquitos que comparten nuestros cuerpos
en el acoso por sueños y aceras en el aullido del mar
en el sabor que perdieron los helados
en el olor del galán de noche
en las ideas convertidas en interjecciones ahogadas
en las noches de abstinencia
en la lujuria elemental
en el hambre de ayer que hoy hambrientos condenamos
en la pasada humillación que hoy humillados denunciamos.
en la censura de ayer que hoy amordazados señalamos
en el día que estalla
en los épicos suicidios
en el timo colectivo
en el chantaje internacional
en el pueril aplauso de las multitudes
en el reventar de cuerpos contra el muro
en las mañanas ametralladas
en la perenne infamia
en el impublicable ademán de los adolescentes
en nuestra voracidad impostergable
en el insolente estruendo de la primavera
en la ausencia de Dios
en la soledad perpetua
y en el desesperado rodar hacia la muerte
te seguimos buscando
te seguimos
te seguimos.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Ryszard Kapuscinski -Conversación con J.

Ryszard Kapuscinski, Bielorrusia,4 de marzo 1932 – Varsovia, 23 de enero 2007 
Versión Abel Murcia


Conversación con J.

Pregunté
si A. se había suicidado
no se puede llamar así
respondió
fue una despedida
A. se fue alejando poco a poco
la cosa duró cierto tiempo
primero se le vio cada vez menos
fue desapareciendo
perdiendo el contacto
al principio
uno no se fija en esas cosas
un día lo encontré en la calle
aquí
dijo tocándose la cabeza
aquí no tengo nada
se fue
encogido
como metido en un saco
a alguien le dijo
que lo que veía
era cada vez más pequeño
que encogía
después se desintegraba
por esa razón
iba perdiendo todo apoyo
al final
quedaron sólo
unos puntos repartidos por el espacio
giraron un tiempo
en el aire
como copos de nieve
hasta desaparecer
el mundo empezó a rodar
hacia la nada
siguió sus pasos

martes, 22 de diciembre de 2015

Luis Bacigalupo -El cortejo

Luis Bacigalupo, Buenos Aires, 5 de octubre 1958


El cortejo

Dominado por el grito materno, se detuvo el cortejo, como si no debiera ya avanzar más; se detuvo en cruel espera, pero luego, liberado una vez más, siguió sin embargo hacia adelante, peldaño tras peldaño, trepando por la calle de la miseria...
                                                                                                                                          
                                                                                                               Herman Broch

Nace el ansia
o el ansia despierta en la historia
con sudor y aliento a carne:
alimento y caridad.

Nace la calma
en el espejo del porvenir,
luego el clamor del aire
con su silencio de cigarras
bajo el calor de una tarde sin dios.

Tristeza corpuscular de una luz esmerilada    
cuando mirabas la gente pasar
tras la mezquindad de tu ventana
ya enferma
entre el estupor de ver siempre lo mismo
y esa tristeza crepuscular.

Estupor suspendido en la frase
de otra tristeza entonces callada
al reconocerme y no reconocerme.

Qué esperanza insiste en perpetuarse
cuando no ha quedado nadie aquí
en tu corazón absorto en la visión
de un cortejo de espectros.

Oh absorción
en el conocimiento vislumbrado en tus párpados
serenidad de ceder a la serenidad de saber que
la gente ama cosas incomprensibles
pero por sobre todo, las certidumbres.
Tal es el optimismo del mundo.

La gente ama el optimismo incluso sin optimistas.
Menos a nosotros la gente ama oh
cosas incomprensibles.
La gente gusta verse igual y diferente,
asiente con bastante frecuencia,
pasarán a la historia, tal vez,
desde el otro lado de la ventana.

La gente asiente con bastante frecuencia
a sus propios pensamientos,
se asientan en la ignorancia de no saber
que se ignora esa ignorancia que vela
el sentido de un decir sin sombra.

Odio a la gente porque no hay nada
a lo que me parezca tanto.
Por lo común guardo mayor parecido con la gente
que conmigo mismo, hoy,
hoy no,
hoy no me parezco a ti
sino a mí en mi hueca gravedad.

No hay crimen sin seducción
en los actos cordiales de la historia.
Allí, es preciso saber que nadie conoce a nadie,
que la madre no ha de reconocer al hijo
porque el hijo sólo ha de estar para ver
cómo la madre mira pasar
el cortejo de su mezquindad.

Todavía estamos en los comienzos
de esta canción de cuna.
Arrulla el fruto intocado de la humanidad.
Retroceden ante ella la mano y la tentación,
la tentacular mano de la tentación.

Ya,
ya no,
ya no te acuerdas de mí.

Hablabas del amaneramiento del día,
de las horas en que los encantamientos de la luz
devienen fatiga,
torpeza de los sentidos una vez más,
imbecilidad de lo mismo hasta el cansancio,
virtud siempre avara, cuanto más propia,
más ajena.

Esa mota de polvo: la historia
también también
virtuosa, nuestra justa genialidad
apetecida en sus previsiones.
La historia también de eso,
de eso mismo no dicho
también también
hablábamos en los albores de la lengua.

Todo es como decir nada sin entendernos,
decir nada cuando el mundo se empeña
en decir todo.

Cuándo, dónde, orfandad,
y ese modo de tañer la ira de mi juventud.

Quien buscaba la belleza en la negación,
allí, donde la belleza jamás había de encontrarse.

Dónde, cuándo, orfandad,
miremos una vez más esa gente pasar
como haciendo alarde de una serenidad
onomatopéyica.

Lo vemos aún de este lado de la ventana.
Hasta cuándo... a través de la calle...

Ansia y calma cobran
el relieve de una afectación trágica
visto también, madre, de aquel lado de la ventana,
de aquel ensortijado lado de la vida.

Lo mismo, siempre lo mismo,
negados a la visión del cayado que pulsa
una incipiente voluntad,
al pulido de unos ojos sin turbulencias.

Recodo de una glosolalia:
la historia, en las sentinas,
bajo las emanaciones de una senilidad precoz.

Razón de la pasión de las buenas gentes,
de tus ojos malidiscentes.

Razón febril de lo mismo.
Es el gasto del dolor de las gentes de bien.
Todo un gesto, al cabo de la travesía,
que aspira a la santidad.
Por esa vía, por esa vía del mal sin desvío,
al doblar la esquina o el codo de esta historia
madre
madre.

Esta lluvia ha empezado a enloquecer.
Apenas si soy ése quien crees en tu dolencia,
en tu indolencia.

Ni fe doy sin ser quien crees en tu creencia,
pero tampoco el mismo
sino quien siendo guarda silencio y gratitud,
luego grita, al rozar tus huesos, tres escalofríos.

Llueve en tus ojos por enloquecer
mientras hoy estoy más hoy que nunca
y soy la espera
a la espera de un tiempo que fue
mientras vacilas entre reconocerme
y no reconocerme.

Páginas de una memoria tolerada
en virtud de nada.

Ni apetecer ni ser apetecido,
ni extinción del sentido de una historia senil
con su atrofia cortical tolerada en virtud
de todo.

Empatías, apareamientos.

La vida resiste a la vida
de este lado de la ventana,
sin ser reconocida siquiera
de este lado de la naturaleza.

Méritos de toda importancia.
Aunque la vida no es algo que deba merecerse
entre los cinco y seis años de edad.

Ése que fuimos entre los cinco y los seis
habiendo acaso contado tres
quizás un poco menos tontos
o poco menos claros
o poco más oscuros
entre los cinco y seis años de edad
habiendo acaso contado tres
o mejor
entre los seis y cinco años de edad siendo
entre los cinco y los seis eso
tan parecido al tres
al otorgarle cuanto merece
claramente nada
oscuramente todo
cuando vemos pasar el cortejo
de este lado de la ventana,
imprimiendo en nuestros ojos la inversión
de un pensamiento del mundo
en el mundo y para el mundo,
con su historia y su prehistoria inscriptas
en el regazo ágrafo de una madre sin voz.

Espectros de espectros:

es de suponer que allí, en ese agujero,
la semilla no ha de malograrse,
no ha de malograrse el futuro feliz.

















domingo, 20 de diciembre de 2015

Váci Mihály -Desde entonces

Váci Mihály, Hungría, 25 de diciembre 1924 – Hanoi, 16 de abril 1970
Versión David Chericán


Desde entonces

El 8 de mayo de 1945 terminó la segunda guerra mundial.
Se inició una nueva era.
Se proclamó la época de la paz mundial.
Y de inmediato se pusieron a:
acorralar en campamentos de prisiones a millones de soldados rasos, tener bajo custodia a cientos de miles en distintos campos del mundo, encarcelar a decenas de miles en el globo de la paz,
condenar a espías y contraespías, a traidores y confidentes
en procesos de resplandor histórico; perfeccionar el descubrimiento más azaroso de la ciencia,
elaborar el sistema seguro del golpe y
del contragolpe totales, lograron insuperables resultados
en el humanitario uso de las armas químicas,
del napalm, de los medios para paralizar, defoliar, esterilizar
el suelo, se produjeron dos veces más bombas, y las lanzaron sobre pueblos pasmados de terror, que en la segunda
guerra mundial en Europa, desde entonces murieron casi tantos amarillos, negros y blancos
por el furor del odio racial y de clase
como en las cámaras de gas de la segunda guerra mundial, ejecutaron por lo menos tres veces más revolucionarios
que los que murieron por la revolución española,
mataron a cientos de miles en inescudriñables guerras locales, desde entonces pesa en el alma de la humanidad por el legalizado exterminio del pueblo vietnamita de alma de crisantemo un crimen
mayor que el de las fosas comunes de Ucrania, desde entonces más cinismo,
más sadismo, más odios y prejuicios nacionales acometieron la Tierra
que lo encarnado por el aparato de Hitler; el dinero, el afán de conquista, el poder en manos perversas
ha cometido más crímenes en el tercer mundo
que los cuatrocientos años de colonización aún no pagados en la misma moneda,
los blindados atravesaron ensangrentando las revoluciones de pequeños países intrépidos,
araron y sembraron sal en el alma prometedora de cosecha
de Lumumba, en el campo de batalla del Segesvár de nuestro siglo
apuñalaron a Che Guevara,
con armas made in USA abatieron a dos hijos de América que quisieron
entrar no ya a la luna, sino a una América más cuerda,
mataron a King, cuando abrió la ventana de la miseria sofocante de los negros, entre los indios de América del Sur
lograron más exterminio del que durante el mismo tiempo Cortés y el porquero Pizarro.
La pequeña Italia regordeta chupetea entre sus dedos
los ruiseñores de Europa, engulle nuestras codornices,
el hombre hartado traga la carne exquisita de cientos de animales en vías de extinción, nuestras prostitutas emancipadas
cubren su cuerpo semidesnudo con plumas de pájaros que se van extinguiendo,
calzan botas de piel de foca sus piernas abiertas hasta el cielo, los señores con automóvil exterminan las divinas bandadas
de palomas en las ciudades históricas porque ellas ensucian las carrocerías,
derraman hormigón en los jardines respiratorios de las ciudades
para convertirlos en estacionamientos.
Desde entonces contaminaron las aguas dulces de la Tierra, con materiales radiactivos
intoxicaron los mares del mundo, apestaron
el aire, en campos minados convirtieron
las carreteras, en cuartel la luna, en arsenal la estratosfera, transplantaron nuevos corazones y nuevos miedos en nosotros,
acobardan nuestras modestas pretensiones

la rentabilidad, la racionalización, la histeria de la productividad, en los pensamientos
de nuestros espíritus mejores desaparece la preocupación
por planear la salud humana, la desaloja
la euforia de la conquista del cosmos. Progresa el mundo material
y se detiene en seco el hombre, más cómoda es la vida
y bastante más triste. Sabemos mucho más de la existencia
de lo que se la puede soportar, hemos descubierto
todo lo que concierne a la materia y pierde su seguridad
el espíritu humano. Regulamos la naturaleza
y nos devora nuestra misma naturaleza irregulable,
entre tantos artículos perfectos
el hombre va perdiendo cada vez más su perfección.

Y desde entonces siempre volvemos a ponernos, conspiradores por el bien,
a refutar esta historia
y presentar algo en defensa del género humano.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Ratón Maciel -Me lleva no sé a dónde

Ratón Maciel, Bella Vista, 17 de octubre 1967


Me lleva no sé a dónde
                                              al informe epistolar de la poeta de Témperley  


Menciona a un tal Voltaire, al parecer un jardinero francés.
De todos modos poco importa todo eso
salvo el oficio de jardinero.

Un extenso número de poetas en esos
jardines, de pie como enanas de jardín
asustan. Nosotros nos dedicamos a otras
cosas: al yuyerío -saltando la valla de las enanas- en
el fondo tenemos un montón y dos o tres con flores
cerriles agradan en lo más, no nos engullen con
el dolor del viejo ni del nuevo existencialismo.

La Flor de Sapo es mi preferida, a veces la huelo,
inspiro, lo intento, mi anosmia
obliga a soñar sus olores.

Me desplazo y pienso en aquella ajena
nostalyía sobre la jardinería... de la que mucho ya se ha
escrito, la que nos es traída y mostrada sin respiro
ni rellano, la que se cristaliza, la que sin esconder el
senil pétalo de glicina no late en rigor. Insiste
en el irreconocible yuyo. Y tan furtiva ella
en su savia incolora, que con un sello de lacre
lacra nuestros bordes.

La leo y camino. Avanzo. Hurtar, despedazar, machacar
y machucar dentro del mortero es Ley.  Otro jardín
atemporal se jacta, oficia el cuidado.








miércoles, 16 de diciembre de 2015

Hilda Doolittle -Ciudades

Hilda Doolittle, Pensilvania, 10 de septiembre 1886 – Zurich, 27 de septiembre  1961
Versión Silvia Camerotto


Ciudades

Podemos creer- haciendo un esfuerzo
por consolar nuestros corazones:
que todo esto no es pérdida,
que no fue puesto aquí para ofender
calle tras calle,
todos siguiendo el mismo modelo,
sin elegancia que distinga
una casa entre cientos
amontonadas en un jardín.

Amontonadas – podemos creerlo,
sin completa desazón,
jugando a la ironía-
cuando el hacedor de estas cuidades se desdibujaba
frente a la belleza del templo
y el espacio que antecede al templo,
arcada sobre perfecta arcada,
pilares y corredores que conducían
a patios y porches extraños
donde la luz del sol pisoteaba
las sombras del jacinto
oscureciéndolas contra la vereda.

El hacedor de ciudades se desdibujaba
ante el esplendor de los palacios,
paralizado cuando las flores del incienso
de los árboles de incienso
cayendo sobre el piso de mármol,
lo vio de otro modo, imaginándolo-
del mismo modo, calle tras calle.

Porque, ay,
había poblado de tal manera la ciudad
que los hombre no podían comprender la belleza,
la belleza los tapaba,
los atravesaba, los rodeaba,
sin siquiera una grieta vaciada de miel,
excepcional, inabarcable.

Entonces construyó una nueva ciudad,
ah, podremos creerlo, sin ironías
sino para un nuevo esplendor
construyó nueva gente
que se elevara tras un lento crecimiento
hasta una belleza hasta ahora sin igual-
y creó nuevas células,
horribles primero, horribles ahora-
esparció larvas sobre ella,
no miel, sino furiosa vida.


Y estas oscuras células,
amontonadas calle tras calle,
almas vivas, todavía horribles-
desfiguradas o deformadas,
sin rastro de la belleza que
alguna vez los hombres poseyeron tan fácil.

¿Podemos creer que unas pocas viejas células
sobrevivieron –nosotros sobrevivimos-
gotas de miel,
viejo polvo de polen extraviado,
amortiguado en nuestras alas rotas,
y nos quedaron para recordar las viejas calles?

¿Es nuestra tarea menos dulce
que la de la larva que aun duerme en sus células?
O que reptan para atacar nuestra frágil fortaleza:
son inservibles. Estamos vivos,
esperamos grandes acontecimientos.
Nos esparcimos a través de esta tierra.
Protegemos nuestra fuerte raza.
Son inservibles.
Sus células ocupan el lugar
de la joven fuerza futura.

Aunque estén dormidas o despierten para atormentar
y deseen desplazar nuestras viejas células-
raro y fino oro-
que engorda sus larvas-
¿es nuestra tarea menos dulce?

Aunque vaguemos por ahí,
sin encontrar la miel de las flores en este desperdicio,
¿es nuestra tarea menos dulce-
para nosotros que recordamos el viejo esplendor,
que nos espera en la nueva belleza de las ciudades?

La ciudad está poblada
de espíritus, no fantasmas, oh, mi amor:

Aunque se interpusieron entre nosotros
y usurparon el beso de mi boca
su aliento fue tu don,
su belleza, tu vida.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Alberto Szpunberg -Apuntes

Alberto Szpunberg, Buenos Aires, 28 de septiembre 1940


Apuntes

“Como si te dijera”, o sea, todo esto es un decir, también
             este poema.
Por ejemplo: esta mañana pude descubrir en el perfil de la
             montaña un gesto que es tuyo, sobre todo cuando
             observo tu rostro contra el cielo, y ambos tan inasibles.
Pero no pensaba en ti, sino en la montaña, allá arriba donde
             el cielo también es inasible,
allá en lo alto de esa ola que no deja de avanzar en su
             tiempo, el mismo que empuja en el fondo de todos
             nuestros días.
Pero detenida para nosotros en el horizonte, podemos
             encontrar nuestro camino en relación con ella, su
             soledad,
o sea, con tu gesto descubierto por mí esta mañana en el
             perfil de la montaña,
tu gesto ese que tampoco deja de empujar y empujar en el
             fondo de todos mis días, mis mañanas, mis silencios.
Como si te dijera: no pensando en ti sino en la montaña
             pude pensar que te encontraré y hablaremos,
aun sabiendo que tu voz me distrae de todo lo que dices.
Como si te dijera: entre palabra y palabra, el poema vuelve a
             ser un juego inocente.
Sí, también “allá arriba”, en la montaña, “el cielo es
             inasible”,
menos en estas tardes en que toda la lluvia parece bajar
             lentamente a posarse en su cabeza,
menos en estas tardes –ya sé, ya sé, “esos muertos”- en
             que la lluvia se asoma al ventanal de la casona y
             humedece la corteza del árbol que la cubre.
Sólo a su puerta recostaría mi cabeza sobre tu hombro
y te diría: “he caminado mucho, tengo hambre y sed”.                




sábado, 12 de diciembre de 2015

Manuel Scorza -América, no puedo escribir tu nombre sin morirme

Manuel Scorza, Lima, Perú, 9 de septiembre 1928 – Madrid, 27 de noviembre 1983


América, no puedo escribir tu nombre sin morirme 

América,
no puedo escribir tu nombre sin morirme.
Aunque aprendí de niño,
no me salen derechos los renglones;
a cada sílaba tropiezo con cadáveres,
detrás de cada letra encuentro un hombre ardiendo,
y no puedo ni cerrar la a
porque alguien grita como si se quedara dentro.

Vengo del Odio,
vengo del salto mortal de los balazos;
está mi corazón sudando pumas:
sólo oigo el zumbido de la pena.

Yo atravesé negras gargantas,
crucé calles de pobreza,
América, te conozco,
yo mismo tendí la cama
donde expiró mi vida vacía.

Yo tenía dieciocho años
yo vivía
en un pueblo pequeño,
oyendo el diálogo de musgo de las tardes,
pero pasó mi patria cojeando,
los ahogados empezaron a pedir más agua,
salían de mi boca escarabajos.
Sordo, oscuro, batracio, desterrado,
¡era yo quien humeaba en las cocinas!

¡Amargas tierras,
patrias de ceniza,
no me entra el corazón en traje de paloma!
¡Cuando veo la cara de este pueblo
hasta la vida me queda grande!
¡Pobre América!
En vano los poetas
deshojan ruiseñores.
No verán tu rostro mientras no se atrevan
a llamarte por tu nombre, ¡América mendiga,
América de los encarcelados,
América de los perseguidos,
América de los parientes pobres!
¡Nadie te verá si no deshacen
este nudo que tengo en la garganta!

jueves, 10 de diciembre de 2015

John Keats -Oda al ruiseñor

John Keats, Londres, 31 de octubre 1795 – Roma, 23 de febrero 1821
Traducción Ana Bravo y Javier Adúriz


Oda al ruiseñor

I

Me duele el corazón y una modorra entumece
mis sentidos, como si hubiera bebido cicuta
o empinado, hace un minuto, algún denso
narcótico, y me hubiera hundido en el Leteo:
no por envidia de tu feliz destino,
sino por ser feliz en tu felicidad;
porque tú, alada dríada de los árboles
       en melodiosa trama
con verdes hayas y sombras incontables,
a plena voz le cantas al verano.


II

Oh, si un trago de vino, largamente enfriado
en la tierra profunda, con sabor a Flora
y a los campos verdes, a danzas y canciones
provenzales, y gozo soleado;
oh, si una jarra llena del sur caluroso,
llena de auténtico y ruboroso Hipocrene,
con redondas burbujas rebosando los bordes
       y la boca manchada de púrpura,
yo pudiera beber y alejarme invisible del mundo,
desaparecer contigo en la penumbra del bosque.


III

Irme lejos, disolverme y olvidar del todo
lo que tú entre las hojas nunca conociste:
el cansancio, la fiebre, el ajetreo de aquí,
donde sentados los hombres óyense gemir,
donde el temblor sacude unas pocas tristes canas,
donde la juventud empalidece espectral y muere;
donde pensar no es sino llenarse de pena,
       desesperanzas con ojos de plomo,
donde la belleza no puede mantener el brillo de sus ojos
ni el nuevo amor suspirar por ellos más allá de mañana


IV

¡Basta! ¡Basta! Porque volaré hacia ti,
no conducido por Baco y sus leopardos
sino en las alas invisibles de la poesía,
aunque el cerebro torpe quede lento y perplejo.
Si ya contigo, tierna es la noche...
y tal vez, la reina luna esté en su trono,
rodeada por sus hadas estelares;
         pero aquí no hay luz,
salvo la que soplan las brisas desde el cielo
por entre sombras verdes y senderos musgosos.


V

No alcanzo a ver las flores a mis pies
ni el incienso suave que flota entre las ramas;
pero adivino, en la penumbra fragante, la dulzura
con que la estación propicia dota
a la hierba, el seto y los frutos silvestres,
al espino blanco y la pastoril eglantina,
a las violetas marchitas cubiertas de hojas
         y a la primogénita de mayo:
la naciente rosa mosquete, llena de rocío,
delicia de las moscas en tardes de verano.


VI

Mientras oscurece escucho. Y cuánto tiempo estuve
medio enamorado de la muerte apacible;
la he llamado con suavidad en rimas meditadas
para que se lleve al aire mi aliento sosegado.
Ahora más que nunca parece bueno morir,
dejar de ser sin dolor sobre la medianoche,
mientras derramas por todas partes tu alma
         ¡en, semejante éxtasis!
Aún seguirías cantando..., cuando vanos mis oídos
se volvieran de tierra para tu alto réquiem.


VII

Tú no naciste para la muerte, ave inmortal,
ni te han gastado las generaciones hambrientas:
la voz, que oigo osla noche fugaz ya fue oída
en antiguos tiempos por emperadores y bufones;
quizás, la misma canción que se abrió camino
al triste corazón do Ruth, cuando deseosa
de patria lloraba de pie entre mieses ajenas;
          la misma que otras veces
hechizara mágicas almenas abiertas a la espuma
de mares peligrosos, en tierras legendarias, desoladas.


VIII

¡Desoladas...! Como una campana, la misma palabra
me aparta de ti hacia mi propia soledad.
¡Adiós! la fantasía no alcanza a mentir tan bien
como lo dice su fama de duende embustero.
¡Adiós!, ¡adiós! Doliente tu himno se diluye
más allá de los prados, sobre el arroyo quieto,
colina arriba; el que ahora, se entierra hondo
           en los claros del valle contiguo.
¿Fue una visión o un sueño de vigilia?
La música ha volado: ¿estoy despierto o duermo?






martes, 8 de diciembre de 2015

Aldo Oliva -La procreación en la memoria

Aldo Oliva, Rosario, 27 de enero 1927 – Rosario, 22 de octubre 2000


La procreación en la memoria

En el esplendor de la arboladura
de tu ausencia
se ciernen los meteoros
que abrasan las cadencias
tramadas
en mi extinta Jerusalén Liberada.

Zona de combate
de equívocas esquirlas,
acrisoladas
en las líricas
urnas del placer.

Ese originario llanto,
elevado, caído como lluvia,
feraz, en la pasión de las manos.

Las certezas se mintieron
para que la aventura
penetre la carne
incandescente de lo real:
cada descenso de una
hoja genital
concilia
la extinción de la vida
(su vuelo
consumado e imposible)
con ese instante
que, alucinado,
llamamos tiempo.

Sólo nosotros quedamos,
yo y tú, mundo,
que inventamos
la materia, ineluctable,
en el amor y en el sueño.


domingo, 6 de diciembre de 2015

Sam Hamill -Un canto pisano

Sam Hamill, Utah, EEUU, 5 de septiembre 1943  
Versión Esteban Moore


Un canto pisano
                                                              para Gray Foster

Io fei gibetto a me de le mie case.
Dante, Inferno XIII

(Parte primera)

Podés volar toda la noche sobre el Atlántico
         y llegar a tiempo para ver el amanecer más azul y brillante
        que te hayas podido imaginar
             emergiendo sobre  los Alpes,  las luces
                          de las puntas de las alas
                titilando destellos,
           el horizonte una bruma azul amarilla―
planear en descenso sobre campos de labranza verdes y marrones,
                los olivos en la brisa,
pinares y olivares allí abajo
            mientras  en el firmamento la luz se expande,
y descendés  hacia Milán―
y yo, emerjo del vientre del Hades,
     habiendo experimentado el Leteo,
surjo de la noche oscura de mi nación,
   de mi  propia noche más oscura,
 con moretones, producto de una titubeante timidez...

Pero partir no significa
            alejarse del camino.
"¡Caritas ! ¡Caritas! Canta mi Olga,(1)
    trayendo el corazón del griego,
antiguo y moderno, a su lengua de adopción.
  Caritas, Kannon―
un templo no es un negocio...
Quién traicionaría
los votos de un monje ?
No navegues hacia el Paraíso artificial (2)
     construido por la moda y el dinero―
lugar donde crucificaron al Duce (3) la segunda vez,
     ¿ quién puede culparlos ?  
Y ahora otro Patrón en la Casa Blanca,
      exportando un estado fascista,
hombre de cierta  fortuna
      cuyo nombre verdadero ya será dicho―
pero entremos en el  nuevo viejo mundo, la repetición de viejos errores,
          los obreros y las putas de Pavese en el tren
frotándose los hombros  con abogados
          cuyos trajes cuestan más
que mi ermita en el bosque.  

Yo no soy Odiseo, sólo un monje en una orden de poetas,
           un viajero en la Toscana, un turista en Venecia.
"No viajes solamente para ver lugares famosos,
            o apreciar únicamente el pasado,"
instruyó el maestro de haiku, " sí para aprender
            para aceptar la amabilidad de los desconocidos." (4)
Tal amabilidad la he conocido, mucha más
            de la que podría soportar,
y sufrimiento también, y sin embargo
             no hay ni un poco de ira en mi viaje.
El viaje en sí mismo es el hogar.

Tomaré mi café en la Piazza
              y aprenderé a decir “Por favor y Muchas gracias”.
No soy un Ezra, (5) llamando a sus dioses
              en su hora de desolación,
a pesar de que hay desolación en mi  propia hora,
               no soy la pantera en la jaula,
estudiando a Confucio.

Yo conozco a Chung Ni, (6) poeta que soy,
               o conozco al maestro; llámenme
hijo de Lu Chi (7) quien puso un cerrojo en su puerta―
               y se dedicó dos décadas a los clásicos.
La gran tragedia de mi generación, dijo KR, (8)
               es que ya no es posible
conocer la poesía del mundo.    

"Extender el propio saber más allá de todo límite,"
                como Confucio, dice Ez.(9)
La paz sólo puede comenzar en el corazón:
                 el poema como caso o koan:
el modelo dado no es la respuesta,
                  pero provee
una dirección: " Me DIRIGIRÉ hacia la puerta/
                   Yo seré un romántico..."
por ejemplo la medida característica, idiomática de Creeley (10)
                   que escribí en un pizarrón hace tantos años
desafiando a los profesores de una prestigiosa institución,
                    "Adelante procedan a escandirla."
El gran esfuerzo para liberar el verso americano
                      de los dictados del yambo.
Componer por versos, líneas, pues es más honesto
                      que el compás del metrónomo.
Charlie Olson (11) advirtió por primera vez   las ventajas
                      de la máquina de escribir, cuando visitó a Ez en Saint Liz (12)
                      y éste leyó el manuscrito de los Cantos Pisanos. (13)

El romance (14) proviene de los á-á-á-á-rabes.
                       Bombardeando la cuna
de la civilización, este presidente sonríe con un guiño de complicidad,
                       diciendo que la palabra española "arbusto"
 se traduce al inglés como: "bush", esto se considera humor,
                       quizás en algunas partes de Tejas, supongo.
Petróleo  y sangre también desde  la cuna,
                        hamacándose salvajemente,
hombre de qué dios, qué destructor ?
                         No rendiré mi Constitución:
Madison (15) defendió algo,
             un poco de dignidad, un poco de justicia
el derecho a leer y hablar en paz,
              seguir los romances que ellos los á-á-árabes nos legaron.
Y la rima, también, de la cultura árabe,
             y la sagrada caligrafía del Aleph:
mezclada en la Provenza con el francés e italiano,
         Langue d'Oc (16) transformó para siempre la poesía occidental.
Todo aquello nacido entre el Tigris y el Éufrates
          la cuna bombardeada por el Arbusto.
No arrojes bombas sobre un pueblo
          cuya poesía no has leído!
Y si tu canto no es por lo menos
           tan bello como el silencio
no abras la boca,
            dice un proverbio árabe—
tradiciones traídas al inglés, perfeccionadas
            por "nuestro hermano Percy"(17)
mientras caminada por las riberas del Arno en Pisa.
Y no muy lejos de Pisa, en las cercanías de Coltano
             el sitio donde se halla el "centro de detención y entrenamiento"
construido por los fascistas para albergar una considerable población
          de zurditos y católicos
quienes eran opositores, luego utilizado por los aliados,
          allí fue donde  la pantera fue enjaulada (18)
y  donde comenzaron los Cantos Pisanos.


En estos días quince minutos en auto
desde el noble y antiguo hotel Royal Victoria
    territorio de Dickens y D'Annunzio
     (leí su libro de huéspedes)
       en el que la señora Churchill (19) anotó,
"El Hotel
           es bastante adecuado"
Quince minutos por auto,
           a través del Arno hacia caminos angostos
encapotados por pinos de roja corteza,
           a través de tierras de cultivo cuya tierra
es del mismísimo color del aceite, Piero al volante
           Alessandro en el asiento trasero
ofreciendo su conocimiento de la ruta para llegar a Coltano
           una aldea del tamaño de la uña del pulgar
vieja escuela harapienta, portal de rejas oxidadas
           un molino, la gran residencia bien mantenida
rodeada por los empobrecidos,
            el olor de la lluvia de anoche,
y una pequeña despensa como las de las aldeas de montaña
            en el Japón, olía como pescado
al remojo en aceite de oliva,
            trozos de queso, aceitunas
jamón, todo bajo campanas de cristal,
            allí preguntamos cómo llegar a Coltano.    


Inmensa tragedia
            en los hombros caídos del viejo partisano,
agallas en el brillo de su mirada, pedregullo en su lengua
            cuando le preguntamos cómo llegar
al centro de detención:
            ¿ Son fascistas ? preguntó
Luego, comprobando lo  contrario, señaló el camino

Caminamos hacia el este y volvimos, hacia el norte y regresamos,
            negra tierra feraz en los campos,
 perros atados ladrando, moviendo sus colas,
             palomas de largas colas
a lo largo de las líneas de alta tensión ―barro por todas partes―
             " Quinto elemento,
el BARRO, dijo Napoleón"―
               todavía se percibe el aroma de la menta dulce
que Ez olió bajo su carpa,
               en su jaula, viejo león
clamando por sus dioses
                en su hora de desolación
el poeta  que aún no se ha quebrado
                por "el estúpido prejuicio suburbano"

y aquí a la vera del camino un caballo blanco
                masticando diente de león, un favorito para las ensaladas,
ligeramente dulce, sus hojas del tamaño y  la forma
                 de las del amargón
y más allá de los campos labrados
                 nubes grises, marmoladas sobre Taishan, (20)
la cual según los estándares chinos
                 difícilmente sería considerada una montaña ―

Criterios chinos con los cuales Él midió al hombre,
                los Cuatro  libros de Legge, (21) el Ta Hsueh (22)
entre ellos  el más importante,
                grandes fuentes de saber
exigiendo exactitud
                para conocer la raíz
y poseer un modo ordenado de procedimiento―
                un modo ordenado de procedimiento
nacido del respeto a los mayores...
                del descubrimiento de una tradición noble.....

Mon frere podés hablar de la justicia, libertá,
pero toda dignidad se halla en el hecho,
en la amistad o la sostenida lealtad,
ni el Paraíso es artificial,
pero lo es la propia bondad.

Odi et amo. Catulo a la ribera del  Po
sintió el escalofrío en su espalda
y vivió para contarlo... vivió para cantar
sus gloriosos improperios.
Y otro:
Et tu, Brute?
¿ Quién destruiría el templo de la palabra ?
Un sonriente demonio
de venenoso encanto,
usando una máscara de Jano.
Desperté en sudores. ¿ Quién destruirá
          la casa de la poesía,
quién ignitará mi infierno ?
Atravesé el Arno
el arco de piedra del puente, justo al amanecer,
          bajo el reloj de la torre,
lamentándome, allí se posaban tres pájaros blancos sobre el agua.

El primer paso hacia el infierno
          es la demonización,
crear un  otro: Berlusconi
          llama a sus detractores zurditos,
y Bush dice combatir el terror
          mientras hace hilachas nuestra Constitución,
una maldición sobre los esfuerzos de Madison,
          los ricos sirviendo a  los ricos
como en las mansiones feudales,
          los Medicis norteamericanos
forrando los bolsillos de los desvergonzadamente  ricos
          con sangre y petróleo árabe,
y dónde están sus esplendores,
           su Medici tejana, dónde
el sello distintivo de su civilización―

cenizas y escombros y una sonrisa autosuficiente;
bombas racimo, bombas inteligentes...

un estallido luego un quejido, Comadreja. (23)

Alessandro nos cuenta que los niños
olvidan rápidamente
como todo esto ya ha pasado anteriormente.
Se necesita un programa escolar
"para mantener con vida la memoria."
Dove sta la memoria?

No vaya a ser que nuestros amigos de antaño olviden—
¡ah, Catulo! El peor es sin duda aquel
que alguna vez fue nuestro aliado,
que alguna vez fue nuestro partisano.
Dante tenía un lugar para aquellos que profanaron la palabra.
He visto la celda de Ugolino, (24) viejo salón gastado
en la esquina de la piazza
frente a la elegancia de los Medicis.
Dante, condenado a muerte,
compuso su infierno, creó su Paraíso.
Maldijo y alabó.

En Coltano, recuerdo,
y en  Venecia,
y por la radio desde  Florencia—
 un poeta norteamericano nuevamente por la radio italiana,
sesenta años más tarde,
para hablar contra los fascistas—
si la poesía es la religión del poeta,
¿ qué sucede con esta práctica
cuando se rompe un voto sagrado ?
Kannon, Kannon, (25)

Un Presidente que dice mentiras que guían a la masacre,
periodistas repitiendo las mentiras que guían a la masacre,
qué importa un poco de excremento en tu hamburguesa
si esto no impide la producción
y por lo tanto asegura el beneficio ?

contra naturam (26)

Una polilla escapa a través de un agujero de humo
y las naciones se desmoronan.  Un Presidente miente
y una nación yace en los escombros. Cuando
no podés confiar en tus aliados,
las artes, incluso la poesía habrán de sufrir,
y cuando no hay nada de armonía en el corazón,
cuando no hay nada de lealtad a la palabra en nuestro corazón,
no puede haber lealtad.
Nada de humanitas.

Con usura
hemos entrado en otra edad de salvajismo,
las antigüedades de Bagdad saqueadas,
las maravillas del mundo vendidas por dinero,
ninguna casa de piedra sólida,
ningún Paraíso manufacturado de palabra o madera,
ningún templo hecho de palabras,
ninguna convicción verdadera, ningún sacrificio por el bien común,
ni carácter en el hombre,
ni integridad en su trabajo,
ni en el poema,

ningún Hikmet (27) que pueda elevarse desde la sentina
y levantar la mirada hacia los rostros de sus opresores
con una canción en el corazón
y el coraje necesario para cantar...

ningún don Pablo Neruda,
ninguna convicción real.

El arte no es el negocio de contadores de porotos.
Aunque los porotos deben ser contados.

Aquello que es creado para perdurar,
que ha sido creado para vivir con ello,
no puede ser transformado en mercancía,
es uno con la naturaleza.
Es la naturaleza. Nuestra naturaleza
 sanando el corazón con una canción.
Ser creadores, no destructores.

En Coltano, donde el poeta fue enjaulado,
 yo recuerdo.
Y hallé, finalmente, al sur del camino
           más allá del angosto bosquecito de pinos,
una simple bandera, una pequeña cruz atada
           en una pequeña plaza con enebros,
una hendidura en el suelo
           donde se erguía un recordatorio de  piedra
hasta que el alcalde de Pisa lo mandó quitar
           para acallar las discusiones
entre los Rojos y los Negros,
           pero el discutir es eterno―

ahora sólo una hoja de papel, unos pocos hechos tristes
            protegido de la llovizna
con un  plástico, allí donde los Fascistas  mantuvieron
            a 35.000 prisioneros, una pequeña ciudad,
dijo Alessandro, ahora hay grandes campos vacíos
            campos del silencio, surcos cortados en línea recta
allí donde estuvo sentado Ezra, prisionero de los aliados,
            leyendo las nubes,
examinando el horizonte
            en busca de la blanca cúpula bautismal,
en busca  de la punta de alabastro de la torre,
            pantera enjaulada
con los cuatro libros de Confucio
             sin comprender aún
el dolor y el naufragio de su orgullo.

El Viejo EZ, el pibe de Aidijó, (28)
             perdido entre los Medicis.
Y a pesar de sus errores, de su orgullo en ruinas,
             sobrevive una gran belleza
y no poca sabiduría.

Unas semanas antes Camilla  nos había llevado en su auto
             a Rivalta
la gran mansión medieval
            millas y millas a través de los amplios campos,
Piacenza,
              la despensa colgada de gruesos jamones
y quesos de fuerte aroma,
            en la bodega las botellas de vino llegan hasta el techo,

a través de la mesa servida con manjares por los que estarías dispuesto
                                                                              a morir
            ella me miró con ojos penetrantes
 y gimió, "¡Demasiados errores!"
            "¡Nosotros cometemos errores!"
Gray y yo la elogiamos,
            Nuestra amiga Sara la elogió,
y Camilla gimió, "¡Demasiados errores!"

Dulcísima Camilla, una Ezra,
            tan bella, con tanta determinación
            para orquestar la perfección: su lucha
            para organizar el festival literario, para hallar
la rosa entre las limaduras de acero, (29)
            flor de lo eterno
en el corazón transitorio del viajero.
            La flor que es
la lección del Buda.

Oh, Italia, qué pueblo, cuánta generosidad
             en los corazones de su gente―
el alcalde de San Giuliano
             me invitó a hablar ante el concejo de la ciudad
y me entregaron el estandarte del arco iris:
             Pace, una muestra de agradecimiento.
Arturo (30) trae mis poemas desde Bolzano,
recién vertidos  al italiano,
y también poemas de Alessandro.
Y cuando hablo contra la guerra,
hay lágrimas en los ojos de Sara
mientras traduce
al francés: Vaison la romaine,
 Provence,
lugar de nacimiento de los románticos occidentales—
primera vez, dice,
que he llorado en público.
Y llora nuevamente, mientras escucha
en Livorno.

¡Aieee! grita Thales,
tienen esperanza
aquellos que no poseen otra cosa.
Donde está  Kannon,
estará Kali, la destructora.
Creer en la poesía
Es creer que el corazón puede ser abierto,
y en el comercio del  corazón,
el ahorro es la ruina.

Le Paradis n’est pas artificiel (31)

Olga lo ha corporizado en su canto,
y el viejo Billyum, (32)
traduciendo a Neruda, casi anónimo
en las nieves de Spokane.
El arte del traductor es provisorio,
conclusión, el arte
de lo invisible. Yo también
he hallado vida entre los muertos.
Está todo allí— no en lo dado
sino en el dar,
viviendo con esas pocas palabras elegidas como guía

estaremos a su lado
y morir cuando llegue ese tiempo—
sólo unas pocas palabras,

[porque es tan, pero tan difícil
obtener noticias de la poesía,
noticias que permanecerán como tal] (33)

libertá, justicia y misericordia,
un poco de amor para descongelar el corazón en el muerto invierno,
una pequeña convicción, vivir de acuerdo a ella.

Hayden representa esto,
y el dulce William— (34)
lo que está hecho para perdurar, para vivir con ello.

He tratado de construir un Paraíso,
un templo para la poesía.
Que ahora amenaza desmoronarse.
 ¿Es éste mi orgullo? ¿ El Paraíso
revelado por el ojo de su hacedor ?
yo no soy
el megalómano Ezra,
a pesar de que lo amo,
lamento sus errores,
pero soy un norteamericano
allí donde estuvo una vez  su jaula,
donde el anciano invocó a  sus dioses.

Yo tengo que vivir con mis propios errores.

"Cuando estudio el trabajo de los maestros,
observo el funcionamiento de sus mentes." (35)

Aquí los extendidos surcos para la siembra,
profundas filas de pinos cercando el camino
hacia y desde Coltano,
palomas grises en silencio,
los perros en las granjas y en la gran residencia aún ladran,
detrás del almacén, un pequeño club social
donde los fines de semana los Partisanos todavía bailan,
el buen aroma en el humo de la madera,

todo pasa.

Las palmas de las manos juntas: gassho. (36)
Kannon, Kannon, mañana
ell largo camino a casa,
largo camino estirándose a nuestras espaldas:
el viaje en sí es nuestro hogar.

Estoy tendido en mi cama angosta, despierto,
sudando,  a la orilla del Leteo,
escuchando las voces de mis muertos:
“Estos perros cobardes
de la burguesía capitalista,”
entonó KR , y, “escribo poesía
para seducir mujeres… y para derrocar
el sistema capitalista—
en ese orden,” y su gran carcajada.
Y el viejo Tom, (37)
Dedicado a una revolución perdida,
“Cuando llegue el momento,
yo tengo mi arma.” Y lo hizo.
Y mató a un hombre.
Y esto lo atormentaría el resto de sus días. Él
          en su gran felicidad irlandesa, en su dolor irlandés
podía cantar como ninguno lo haría.
Y la querida Denise (38)
que halló la compasión
hasta en "los gemidos de los mudos,"
sus simples vestidos de algodón y su té,
y sus convicciones de acero.
Y las guerras vinieron y las guerras cambiaron.
Algún otro país del Tercer Mundo.
Nosotros defendimos algo—
La palabra escrita en grandes tipos:
Debemos ser hacedores, no destructores.

Un poeta contra Bush
Un poeta contra la guerra

He entregado un obsequio, no importa su valor.
Yo defiendo algo.

El límite entre convertirnos en asesinos
y cómplices de  los asesinos
y la verdadera resistencia
efectivamente existe—cf.
Albert Camus—
y yo en una carpa del cuerpo de Marines,
en Okinawa, hace cuarenta años—
y la línea entre
la duplicidad y la verdad.
Unas pocas palabras claras y una larga práctica,
la visión.

Unas pocas palabras pueden cambiar una vida,
La que es un mundo.
Reúno a mis maestros
en mi hora de desolación.
La respuesta se halla en la poesía.
La poesía
es mi respuesta.
Rumi (39) después del
11 de Septiembre;
Hikmet en el rostro de la opresión;

y Hayden (40) y Merwin,
Adrienne, (41) y otros
allí están ante cualquier eventualidad—
pero siempre el misterio—
kado—el camino de la poesía. (42)

Kannon, Kannon,

El poema es un misterio, no importa
cuán bien realizado esté:
es una construcción
que corporiza la naturaleza.
Y como en el zen,
cuanto más lo discutimos,
más nos alejamos…

Bien, al menos tengo algunos maestros.
Tengo mi práctica.

Hayden dice que desde que su ex
        se maquilla, está más atractiva
y el pequeño establo donde escribió todos estos años,
“ Cuando llueve
ya no huele a orín de vaca .” Aquel que sabe algo
acerca de los trovadores y el camino de la poesía,
acerca de un Paraíso construido con palabras, bien sabe
que no existe tal Paraíso,
pero que el Infierno también se halla en su interior— (43)




(Parte Segunda)


Akhmatova, a las puertas de la prisión,
se atreve a testificar sobre la traición–—
Hikmet, surgiendo de la sentina,
mira a sus opresores en la cara
y canta —
Tu Fu sobrevive al largo exilio
sostenido por la  verdad y la convicción,
escribiendo el poema.

Mis alumnos en la cárcel a menudo dijeron,
“Toda buena acción será castigada”

Y Dante tenía un sitio
para los que traicionaban la confianza—
aquellos que les dan la espalda a sus benefactores  —
noveno círculo,
hielo para un Bruto, para un Casio,
un templo de hielo para un Judas.

Me dirijo a vos,
gran Señor de las organizaciones,
como  te llamó Rexroth
en su elegía para Dylan Thomas
la que por supuesto no has leído:
no tenés fuego en el vientre,
ni una antigua y fina flama, ninguna tradición viva,
ni sabiduría acerca del valor del poema,
ni de su creación…
nada de poesía en la vida.

¿ Estuviste
entre aquellos que llevaron a García-Lorca al olivar?

Quamdiu stat Copper Canyon,
stat et poesia Americanus;
Quando cadet Copper Canyon, cadet et poesia;
Quando cadet poesia, cadet et mundus. (44)

La poesía no es una mercancía,
Señor Consultor literario
que contás los porotos como ellos contaron
y vendieron las piedras,
de aquella maravilla que fue Roma– piedra por piedra
medidas por la ganancia.

¿ Vos creés que podes desarrollar una ecuación ?

Poi che nel viso a certi li occhi porsi,
ne’ quali ‘l doloroso foco casca,
non ne conobbi alcun—
Dante, séptimo círculo,
Reconociendo a nadie—
eterno desconocido, usuario o usurero por igual—
sanza la qual chi sua vita consuma,
cotal vestigio in terra di sé lascia,
qual fummo in aere e in acqua la schiuma.

Soy un hombre sin fortuna.
Vos sos un hombre sobre el cual ha descendido el sol.

Quizás tus amigos puedan explicarlo,
si pueden:
quiero decir la ira y la pasión de  Su Tung-p’o, (45)
la invectiva
del viejo y querido Catulo, traicionado
por amante y amigo,
y exactamente dónde en el Infierno de Dante
uno  podrá descubrir
el templo de hielo.

¿ Serás vos el autor
del fin del templo de la poesía ?
Recogerías tus ganancias
y te mandarías a mudar de esta ciudad.

Y habiendo abandonado recientemente
este templo
modelado a partir de la práctica de los maestros,
Señor nacido al privilegio,
denigrarás años de servicio,
enviarás un poeta al exilio
o retiro forzoso,
un Tu Fu menor
que amenaza al pequeño autócrata
que construye una república mezquina.

¿ En el nombre de qué dioses o Musas,
tanto veneno ?

Existe el  Tao, un camino a seguir.
Mis colegas poetas lo sostienen..
he apuntalado mis muros
he invitado a  mis barricadas
a aquellos que abrazan la tradición.

Durante cuarenta años un monje, una vida de servicio,
en un templo construido de palabras—
¿ y ahora sucede esto ?

Toda buena acción será castigada.

Quedáte y escuchá..
Resistí el canto de Circe,
 sólo por un momento,
si  podés hacerlo—
ac ego in harum
ac vidi cadaveres animae— (46)

y considerá la palabra y el camino:

Un presidente diciendo mentiras,
un burócrata diciendo mentiras,
la prensa repitiendo mentiras…
un deber sagrado desechado, tus propios
amigos conspirando…
pequeños engaños que son una especie de muerte…

¿ para imponer qué agenda ?

¿ A qué costo ?
           ¿ Y entonces
 cuál es el valor de la palabra ?
La palabra que defendemos. ¿ Y cuáles son
los cimientos de nuestra práctica ?

Decí gobierno, decí libertad,
decí poema.
Todo comienza y finaliza
con el gobierno de las palabras (47)

Shuo jen: (48)

Palabras vacuas de corazones vacíos.
          ¿Y entonces  precisamente cuál es la palabra
que defenderemos? Sinceritas: estar del lado
de la palabra empeñada,
el ideograma chino
representa más de lo que las palabras pueden decir,
la figura humana, boca abierta,
definición precisa—
la responsabilidad del poeta—
la mismísima vida de la poesía
depende de ello,  lo demanda—

poesía —ese templo de palabras atendido
      por sus varios monjes y maestros,
protectores y hacedores de sus tradiciones.

Saboteadores
En el templo de la poesía,
Al servicio de sí mismos, solamente:
“La arrogancia de los burócratas no se detiene ante nada,”
gruñó Su Tung-p'o—
traidores, destructores en la casa del creador:
el noveno círculo para aquellos
que traicionan a un benefactor,
una página helada en el libro de los condenados.

Ésta es la casa que la poesía erigió:
Copper Canyon,  la primera
y más destacada
          lo hizo a través de décadas de lucha
          en las que hubo que encontrar, definir,
clarificar la  visión…
sostener la práctica lograda
mediante el aprendizaje heredado de los maestros.

Ésta es la casa que la poesía erigió:
 ocúpense de ella, mes frères, o sigan su camino:
el arte y la historia del libro impreso,
  el arte del poema,
                   la historia de la escritura,
de la propia poesía,
varias lenguas en las cuales equivocarse…
donde cada fracaso puede ser transformado en arte…
“Difícilmente la labor de un burócrata medio,”
Observó Su Tung-p’o. “Luchar para lograr
la simplicidad, la claridad en sí misma,
es la vida del poema.”

La caridad es la respuesta,
la visión de una larga práctica.

“Yo soy un poeta. Yo soy
un poeta. Yo
soy un poeta.” (49)
Ah, dulce  Billyum el mayor, (50)
 sí vos, a quien te llevó tanto tiempo decirlo,
         ¿ qué les dirías a aquellos
que desacreditan la larga lucha ?

Tengo una tradición, ascendencia;
y cuando te condeno,
permanecerás bien condenado
en lo que respecta a la fina y antigua tradición.

Kannon, Kannon,
perdonar es una cosa,
olvidar otra.

Las palabras poseen ascendencia y progenie,
nuestras vidas hechas de palabras,
nuestro carácter moldeado por palabras.
Toda acción tiene su consecuencia, mes frères:
miren cómo la polilla se escapa a través del agujero de humo,
          cómo el sol
arde a través de las nubes sobre Taishan
y  los cielos enteros se abren,
azules  e incluso transparentes,
          como lo representaron los viejos pintores,
          esta luz toscana,
de qué modo "la hormiga es un centauro en su mundo de dragón," (51)
la música sostiene la visión del afecto
    para este sufriente mundo—

Lo que importa, dice EZ,
Es la calidad del afecto—
cómo el poema
representa la visión a través del ritmo,
el ritmo es la prueba, dice Ez,
de la  sinceritas del poeta,
energía del descubrimiento o de la revelación—

“aquello que amas permanece en su pureza…”

Aquello que surge de la larga tradición
nos sostiene,
agua refrescante
del aljibe antiguo,
la calidad del afecto de Sócrates.

Kannon, Kannon,
toda alabanza es posible
sólo por contraste con la condenación— (52)
la belleza nacida de la fealdad,
un Paraíso en el vientre del Infierno.

Y sucede en palabras corrientes,
palabras corrientes
que guían las vidas hacia su transformación
cada día, o pueden guiar
las vidas hacia el Infierno, y lo hacen, cada día,
aquellos que deshonran la palabra:
norteamericanos quemados
y colgados en exposición
en Fallujah,
una moderna crucifixión, y qué
los trajo hasta este destino
ninguna otra cosa que las palabras vacías de hombres deshonestos,
las palabras del  hypocrite lecteur de Baudelaire.
Iraquíes capturados humillados,
fotografiados desnudos,
en posiciones sexuales degradantes,
o usando ropa interior femenina,
los soldados norteamericanos ríen,  colocándoles
         electrodos en los genitales,
tortura tan norteamericana como
          esa tarta proverbial.
              ¿ Por qué mentir ?

Cada guerra produce salvajes
entre los casi civilizados.
Siempre existirá un Abu Ghraib, un My Lai.
La muerte es el triunfo de la burocracia.
Cadaveres animae.

Hypocrite lecteur!
Un poco de poesía posiblemente los hubiera salvado,
una honesta y breve reflexión.

La Torah, tejida a partir
del Nombre Inefable,
es un cuerpo viviente de palabras;
lo inefable,
lo innombrable, la  Palabra de Dios
          y el diccionario del Demonio,
todas palabras corrientes;
el libro de Ruth,
Mein Kampf, el Cantar de los cantares
Tao Te Ching  y el voto de Bodhisattva,
todas palabras corrientes, la comprensión
de la poesía, su profundidad
es directamente proporcional al valor que necesitamos para vivirla.

Shiva la preservadora,
Shiva la destructora.

Ahora los hijos de Abraham y los de  Muhammad
se unen
en una carnicería mutua, ritual:
Sharon con su palabra por la  justicia,
Arafat con su palabra por la justicia,
al Qaeda y el Talibán
con sus propias puertas al Cielo,
y cada hijo-de-Bush
con sus doradas llaves
que abren las puertas de marfil a un Paraíso privado—

Matanza eterna,
contra naturam,
matando por palabras vacías
y promesas vacuas
y por la ganancia de los artífices del plan.

Todo lo que tenés que hacer es mantener la fe
con unas pocas palabras bien elegidas
y habrás de encontrar tu Paraíso
o el infierno de tu traición.

Cuando el jefe de los contadores de porotos pueda
discutir los méritos relativos
de la gloria matinal en el balde de Chiyo-ni, (53)
sólo entonces me inclinaré a confiar en él.
El carácter nada tiene que ver con los porotos,
sino con las responsabilidades.

El verdadero tema de la  poesía, grita Tu Fu,
es el carácter,
el carácter construido y definido
por las palabras corrientes, comunes,
         que definen nuestra resistencia,
transformadas en ejemplares por el oficio y la visión del poeta,
cada hecho definido por la palabra justa,
el poeta puede extraer del aire
una tradición viva,
y de muchos el viejo ojo refinado
la misma llama inconquistable–
Ezra lo sabía
allí en su jaula,
la vieja pantera todavía no se había quebrado,
la propia vida de la poesía, la visión eterna del poeta:

a pesar de que su belleza está tendida en pedazos
                  fragmentos entre sus  ruinas,
dentro de ella hay una visión fugaz del Paraíso...
           y del Infierno que vendrá,
el Infierno de su propia creación.


La vanidad lo derribó,
error en la inseguridad que titubeó,
pantera enjaulada
con su poema “incluyendo a la historia,”
todos sus restos dispersos a su alrededor,
trozos y fragmentos de gran belleza.

Sí, andá y preguntále a Hayden qué significa
desautorizar al poeta editor;
andá y preguntále a Merwin, a Dave Lee,
o a mi muy querida Olga;
preguntále a Shirley Kaufman el significado de vivir
en una ciudad destruida por la guerra
cuya respuesta a la muerte es la muerte,
y luchá para mantener la fe en la poesía.
Preguntá si soy la  respuesta
o el problema.

El Señor Experto está definitivamente equivocado.

Si el lector fuera el amo del editor,
daría lo mismo que éste comerciara pornografía
y  accediera al amplio espectro…
pero el poema, el  libro,
es texto edificante que inspira,
ilumina, sufriente
testigo inquietante… ah,
inquietante: su función
el entretenimiento
          tanto como la  didáctica.


Alabá al cerezo que está floreciendo,
cada brote apreciado aún más
         por lo efímero de su existencia,
como dijo Saigyo hace mil años.  (54)

¿ Qué valores poseen eteernidad ?

Me dicen, “La poesía ha muerto.”

¿ Preferirías besar a un D’Annunzio,
ese Fascista vanidoso,
antes que los labios amoratados de Odiseo ?
“Has hallado un nido
más suave que una vulva ?” Dulce Ez.
K’ung-fu Tzu dice,
“Aquel que no pestañea cuando
         se halla cara a cara con el tigre
está capacitado para guiar."

Yo te podría mostrar el Paraíso de un hombre pobre,
ya está allí en tu interior,
pero me dirías,
“No es real.”
Ves como ya me das la espalda.
Tu versión de la sabiduría
no proviene de la poesía
          ni de la poesía tu perfidia.

 “Europa desea algo más sólido
más real que la poesía.”
–Leopardi, Junio, 1826,
en los tiempos en que Hugh Glass exploraba
las fuentes del río Missouri;
y Wordsworth y nuestro hermano  Percy
vivificaban la naturaleza del verso occidental
en parte gracias a los precedentes arábigos,
oficio y concepto filtrado a través de la Provenza;
Japón se hallaba cerrado al mundo,
treinta años antes de que los cañones de Perry derribaran sus puertas,
pero la poesía de la naturaleza y el jardín
florecía en todas partes, Bashō su maestro,
Ryokan en el pináculo de su poder
el año en que  Issa  murió.

En el inglés norteamericano el verso se ablandó,
flores sentimentales
apelando a los maestros de salón,
blandos en el vientre, si no fuera por  Whitman
y un puñado de otros,
Dickinson entre ellos,
quienes crearon el verso norteamericano,
o colocaron al menos la piedra fundamental para Ezra,
ochenta años más tarde, Ez
demanda una poesía
más sólida, más real—
“más dura, más cuerda,
labrada cerca del hueso.”
“Por lo menos tan bien escrita como  prosa.”

¿ Creyó la Casa Blanca que podría cooptar
a  Whitman, Dickinson  y  Hughes ?
Díganles que los poetas creyeron lo contrario.
No existe nada más sólido que el poema.

Ahora en algún sitio en el sur del Tirol,
Arturo Zili lucha para comprar tiempo
quiere hallar el modo de llevar la poesía—
palabra y esencia más allá del mundo—
de una lengua a la otra;
          algunos cientos de millas al sur,
Alessandro se despide de su hijo
para regresar a la soledad
de los libros y los papeles, largas horas solitarias
que nos hermanan;
diez mil millas al este,
nuestro hermano Yusuke (55)
en su humilde templo,
diseñado a partir de la palabra de sus maestros,
moja su pincel
y se inclina sobre ese mismo poema.

Hay un Paraíso en el servicio
a las Musas de cada uno,
un orden en el templo.
Me inclino sobre el antiguo texto de Lao Tzu:
“La belleza y la fealdad
tienen un mismo origen,” y cada guerra,
dos perdedores.
La elegancia de inclinarse ante tus maestros.
Y: “ Aquel que toma el lugar del gran artesano,
rara vez logra escapar
sin heridas autoinflingidas.”

Tumbá toda tu vanidad.
Aprendé del mundo verde…
La poesía es mi respuesta.

Las nieves del invierno caen sobre los Alpes,
sobre Pisa, sobre Taishan
y sobre Sanjo-shi. (56)
Luego una vez más, el tiempo de los cerezos en flor.
Existe un corazón, una historia,
detrás de cada poema.
Merwin sostiene, correctamente, pienso,
que es lo desconocido,
lo impenetrable al conocimiento
 aquello que elabora su secreta magia
y ninguna ecuación exacta
podrá lograr que suceda.

La traducción es una de las llaves
que pueden abrir  el misterio,
proveyendo perspectiva y tradición.
“¡Hacélo nuevo! ¡Hacélo nuevo!”
De alguna manera hacélo nuevo, RECREÁ,
dentro de una tradición definida.
Lu Chi posee una respuesta,
“Cuando estudiás a los maestros…”

Y sin embargo el misterio  permanece:
estar al servicio de las palabras,
de las palabras en la  máxima riqueza de  su música,
la música elevando ánima y mente
para revelar otro secreto,
siempre otro secreto,
en la intimidad de otro secreto.

No hay ninguna ecuación para el poema.

Si el trabajo del poeta no fuera secreto
incluso para el  propio poeta,
cualquiera podría realizarlo,
y es un tonto aquel que piensa que cualquiera puede hacerlo.

El karma se obtiene en la búsqueda del dharma.

¿ Deseás superar a un poeta
en este templo de la poesía ?
Entonces  aguzá tu mente como los viejos chinos.
El poema abre la vida,
Abre el corazón, define
y ensaya la práctica.
Es el koan, el libro de los muertos,
el Apocalipsis, el libro
de la revelación. El poema,
sólo el  poema.

Simplemente todo está en juego.
¿ No lo ves ?

Kannon, Kannon,

las mentiras de nuestro presidente, engaños
de aquellos que se proclamaron
nuestros aliados en el mundo,
mientras traicionaban al mundo …
¿ de qué manera me dirigiré a ellos ?

He  suministrado un modelo.
He construido un altar.
Pero no puedo lograr que alguien lo elija.
Sé lo que he dado. (57)
Error en la timidez que titubeó.

El engaño es un Infierno en sí mismo.
Y ahora les pertenece, mes frères,
ustedes son los propietarios.
Es tan difícil obtener
noticias de la poesía,
noticias que permanecerán como  noticias,
así que escuchame atentamente:
 yo regreso como Odiseo,
después de vagar tres años por bosques y campos,
tres años de  gran oscuridad,
          para clavar mi remo en la arena de la madrepatria.
La poesía es mi verdadera Penélope,
          Mi esposa y amante.
Llamo a mis maestros
en mi hora de desolación.
He construido algo así...
          como un  Paraíso.
Está aquí en mi interior.
La poesía lo sostiene.
Fuego y hielo aguardan en él a los destructores,
y a los creadores una especie de Paraíso.

Deberás escribir con tu propia sangre
           aquella palabra  que has decidido sostener
                  y si has de poseerla
tendrás que escribirla con tu propia sangre:
            únicamente a través de la paciencia y la perseverancia,
sólo a través del coraje de la  práctica,
                  lograrás  la visión.
         
 Incluso existe una salida en el vientre helado del noveno círculo,
una luz,
y donde hay luz, la fuente—
sólo debemos seguir la luz,
regresando—
oh, pensar en lo que podrían ser los Estados Unidos de Norteamérica (58)
si la poesía tuviera amplia circulación—
regresar a la fuente
provee una respuesta,
una visión fugaz del camino hacia el Paraíso.

El Paraíso, dice Elytis,
está hecho con la misma materia
que el Infierno, ambos conviven en tu espíritu,
los dos son una unidad,
cristalizada, revelada dentro del poema.

Primero sólo una luz pálida,
débil, sobre los pantanos,
amanecer,
débil pálida luz
más allá de la suave niebla gris de lo no conocido,
y luego el aliento,
el latido del poema,  elevándose
iniciando la deseada danza con  Eros
y con la muerte,
cuyo llamado es inevitable…
caricias de consonante y vocal,
no es una Circe que atrae a los hombres a su pocilga,
sino la Musa que rechaza la Mentira...

¿ Qué es aquello que brilla
          en este instante
a través de nuestro dolorido corazón,
          el sol o la luna  ?
      Brilla a través de flaquezas y calumnias,
y finalmente se une.
He creado un obsequio.
Sé lo que he creado.

Aquello que has amado bien permanece.

Viejo poeta, liberado de su jaula,
pasó trece años en el loquero,
traduciendo a Confucio: “ Nuestra bondad
es el Paraíso.”
La sabiduría de llamar a las cosas
por el nombre correcto.
Fue su consejo, un consejo fuera de lo común
          saludable, práctico
que él se olvidó de seguir.

El gran poema tiene lugar para los fracasos
          entre los éxitos
la pantera tuvo muchos, su gruñido
casi siempre era peor que su mordida,
su megalomanía  no era menor,
como no lo fue la arrogancia de ese estúpido
prejuicio suburbano...
           no obstante,
la calidad de su luz
en la narración de la historia de su tribu.

Calidades de la luz en la pasión, furia y descaro,
gran amor por el conocimiento
en un idiota pomposo…
que creía en el poema como pocos lo han hecho,
viejo poeta en la jaula,
viejo salvaje, Mesías del sentido común.
Es verdad, todo es verdad,
Lo que digas de él es verdad.
Y sin embargo el poema sobrevive
en toda su complejidad,
sus momentos

de intransigente belleza.
El templo de las palabras,
El poema es el amo.
El poema. Únicamente
El poema.

Es el sendero a la iluminación..

Es tuyo si tenés el coraje y la voluntad
de atraparlo,  “atrapar el azul celeste”
del maestro K’ung o del Viejo  Ez en su mejor momento,
si como en el mismísimo vientre del Infierno
tenemos también a nuestro alcance el Paraíso,
producto de la misma mente y corazón,
           pero deberás abrir tus ojos
para mirar esas nubes que comienzan a abrirse sobre Taishan,
si como todo el firmamento comienza a abrirse,
azul transparente,
sólo la respiración y los latidos del corazón
            pueden romper el silencio,
abrí tus ojos y corazón al poema—

al corazón desde el oído,
a la mente desde el ojo— (59)

la epifanía del poema,

allí donde  todo es música,
todo es luz.




1- Olga Broumas, poeta y traductora nacida en Grecia, reside en los Estados
      Unidos de Norteamérica.
2- REF. Ezra Pound citando a Arthur Rimbaud.
3- Benito Mussolini.
4- REF. Bashō.
5- Ezra Pound.
6- Chung Ni, nombre de Confucio.
7-  Lu Chi.
8-  Kenneth Rexroth.
9-  Ezra Pound
10-  Robert Creeley
11- Charles Olson.
12- Saint Elisabeth, institución mental donde fue recluido E. Pound.
13- Cantos Pisanos, Ezra Pound, escritos en cautiverio.
14- Narrativa medieval en verso.
15- James Madison.
16- Antigua lengua romance del sur de Francia.
17- Percy B. Shelley.
18- Ezra Pound.
19- Esposa de Winston Churchill.
20- Montaña sagrada de la China.
21- James Legge, traductor de textos clásicos chinos.
22- Ta Hsueh, uno de los Cuatro Libros  que contienen el pensamiento de
       Confucio.
23- REF. T.S. Eliot
24- Amigo del Dante.
25- Kannon, diosa de la misericordia.
26- Ezra Pound, Canto 45.
27- Nazim Hikmet.
28- Idaho.
29- REF. Ezra Pound.
30- Arturo Zili, poeta y traductor italiano.
31- Arthur Rimbaud.
32- William O'Daly, poeta y ensayista norteamericano.
33- REF. Ezra Pound y William Carlos Williams.
34- William Merwin.
35- Ref. El arte de la escritura, Lu Chi.
36- Palmas de las manos juntas, en recogimiento, a la manera budista.
37- Thomas McGrath, poeta norteamericano.
38- Denise Levertov.
39- Poeta persa.
40- Hayden Carruth, poeta norteamericano.
41- Adrienne Rich.
42- El sendero de la poesía.
43- REF. Lao Tsé.
44- “Quamdiu stat CooperCanyon Pres.....Cadet et mundus.” Referencia a su forzado retiro de la
       dirección de la editorial Cooper Canyon Press, luego de la fundación de Poetas contra la guerra y
       de su enfrentamiento con la presidencia de George Bush (h.) a propósito de la guerra en Irak.
       “Cuando se derrumba la casa de la  poesía,  se destruye la poesía, se destruye el mundo.”
45- Poeta clásico chino.
46- REF. Thomas Jefferson
47- “ac ego in harum”; “Y, yo también estoy en la pocilga”; “ac vidi cadaveres animae”; “entrando en  
        la pocilga vi las almas corruptas, muertas.” REF. La odisea en  Ezra Pound Cantos XXXIX y
        LXXIV.
48- Palabras vacías.
49- REF. William Carlos Williams.
50- William O'Daly
51- Ezra Pound,  REF. Canto 81.
52- REF. Lao Tsé.
53- Poeta chino.
54- Poeta japonés.
55- Kaida Yusuke.
56- Casa de Kaida Yusuke.
57- Antonio Porchia, poeta argentino.
58- REF. Ezra Pound.
59- REF. William Carlos Williams.