miércoles, 29 de abril de 2020

Cecil Day Lewis -Bombarderos

Cecil Day Lewis, Irlanda, 27 de abril 1904-Reino Unido, 22 de mayo 1972
Versión Alberto Girri y William Shand


Bombarderos

A través de la vaga mañana, el corazón preocupado,
Un grano de sonido enterrado en el aire
Comienza y crece sin advertir todavía—
La temblorosa red del pescador.

Se distiende la semilla, y ahora apretados pimpollos de sonidos
Vibran, manteniendo sus flores triunfantes
Al sol. Hay abejas zumbando entre campánulas,
En el corazón se despliegan llamas escarlatas.

Niños miran hacia arriba, y los olmos ornados de primavera
Sacudiendo sus cabezas y marcados por el hacha.
Valerosos o angustiados, pero sin suerte—
Abajo, la tierra se estremece: imaginamos la pérdida.

Negros como sabandijas, arrastrándose escalonados
Bajo el piso de nubes, vienen los bombarderos:
Los pesados ángeles, llevando daño
En sus vientres desesperados por vaciarse de la muerte.

Esta es la semilla que crece para la ruina,
El embrión de hierro concebido en miedo.
Tarde o temprano su necesidad debe ser contestada—
En miedo parido y fuego crepitante.

Elige entre tu niño y este embrión fatal.
¡Llevará tu culpa armas, y los hijos que deseas
Serán condenados a morir por los poderes que pagaste
Y rondarán las casas que nunca construiste!

lunes, 27 de abril de 2020

Vicente Zito Lema -Anuncio del colibrí

Vicente Zito Lema, 25 de julio 1939


Anuncio del colibrí

Son tiempos en que también los asesinos
hablan de paz
Elevan sus copas
Y hasta brindan con una lágrima en la cara
El sol sigue girando
Y las hormigas y los perros devorando los árboles
la carne
y lento lento las puertas de la ciudad
En tanto crece el jadeo en la noche del hospicio
Y el aire se cristaliza como un puerto de invierno
Señal del naufragio: un colibrí dorado que cae
sobre la arena
STOP
Aquí en el supermercado hay alegría en paquetes
rosas para todo presupuesto
Con largas colas
Donde no faltan los matones sindicales
puesta la sonrisa que Dios manda
Indignación se borró de esta carrera
Kohutek el cometa se acerca sin mayor misterio
El científico que lo descubrió viaja a Chile
Dice que allí los cielos son más limpios
15mil asesinados no empañan la claridad
de la bóveda ciega
Cuando llega el alba todavía se descuartiza
a los caballos

Buenos Aires es una ciudad húmeda con 30 grados
de calor este viernes de verano
Nada asoma tras las nubes negras…
Es el último año que comemos debajo de los racimos
de uva y de las frescas hojas
La casa irá a remate
¿Qué pensará el abuelo Manuel el de los ojos celestes?
(Él la levantó con ladrillos de sueños vivos)
¿Alguien puede decirnos qué hacer con el pasado?
Las paredes ya no aguantan otra mano de pintura
Ni los techos la lluvia
Ni la familia las penas
Señores fantasmas señoras grietas basta de disfraces
Bajemos que Fiorentino es un buen chasonier
¿Tinta roja?
¿Un valscesito criollo?
¿Prefieren una danza de novios o de luto?
¿O mejor los muchachos peronistas?
En el portón han escrito con aerosol
LA SANGRE DERRAMADA NO SERÁ NEGOCIADA
Y en el frente de la casa de doña Josefa aún se lee
PERÓN VUELVE - LIBERTAD A LOS COMBATIENTES
Han pasado siete meses desde que los compañeros
salieron de la cárcel
Es decir 210 días o 210 lunas contadas las de mar
¿Recuerdan cómo fue aquello?
¿Recuerdan que desde muy temprano fuimos llegando
a Plaza de Mayo
que había sol y lo comparábamos con aquel
domingo de noviembre…?
-Entonces llovía los tanques nos cercaron
y la mayor parte de nosotros no pudo cruzar
el río Matanza
ni acercarse a Ezeiza-
Pero ese día de la patria en la plaza el sol
Era amarillo y suave y venturoso
En la pirámide se agitaba un retrato del último caído
Alto
Muy alto –un vigía implacable / desolado-
Y las columnas avanzaban con los rostros de
Perón y Evita
de los fusilados en Trelew
Los bombos sonaban fuertes
En los cánticos nacían pasiones inocentes
Y en los abrazos el reencuentro con otra primavera
la más esperada
Las paredes tenían de rojo y negro las siglas de
la guerra
Junto al nombre de los mártires
de la larga resistencia
Y Cámpora que saluda emocionado
A su lado Dorticós y Allende
Y la marina sin poder desfilar
Y el ejército sin poder desfilar
Expulsados
Despreciados
Mientras todo un pueblo les gritaba
SE VAN SE VAN Y NUNCA VOLVERÁN
Después se encendieron las antorchas
Y marchamos encolumnados hasta Villa Devoto
¿Cuántos éramos? ¿80… 100 mil…?
¿Cuántos salieron a las calles a vernos pasar?
a traernos sus corazones que se abrían
como un cáliz tenso y joven?
La noche se alzaba en desafío
Era el epílogo de años esenciales
¡Cómo iban a quedar cerradas las puertas del penal!
¡Quién puede detener el furor de una aurora…!

Pasado todo me senté en una plaza con mi mujer
La besé
Ella se apoyó sobre mi hombro
como un delicado pájaro de alturas
Había descendido en la ciudad una paz desconocida
Atrás quedaban tormentas…
Mares inhóspitos… El furor de unos dioses
y de unos hombres dormía…
¿Alguien ha guardadi un poquito de felicidad
de esas horas?
Cuando salían uno a uno los compañeros con sus
paquetes de ropas y de libros
Cuando el padre de María Angélica los apretaba
como si apretara otra vez a su hija
No al cajón cerrado enviado por la marina
Sino a esa muchacha de pelo negro
Que él había llevado a la escuela
Enseñado a cruzar la calle a tomar los cubiertos
A la que besaba los domingos tras las rejas de
ese mismo penal…
¿Por qué las cosas se pudren tan pronto?
No hablo de los cuerpos de los compañeros muertos
que también se han podrido
Ese es otro cantar
Porque ahora uno puede soñar que son la presurosa
agua
Que son el fuego que crepita y extiende
su corona de jaspe hacia la bóveda
Que son la tierra (el girar sin pausa de la
tierra)
Que son el aire que penetra y deja
el necesario dolor de la memoria
Pero con los demás con los que estamos vivos:
¿qué pasa?
¿Por qué seguimos en el camino que lleva
a peores desgracias? ¿Por qué no gritamos
antes que se nos pierda el alma?
¿Por qué no mandamos a la santa mierda
este silencio de cómplices que nos agota
como la lenta fiebre de un pantano?
He aquí a nosotros veteranos los de corazón exhausto
¿Perfumes de azahar un cuaderno para la buena
letra o una pared donde llorar nostalgias?
¡Vamos! Antes de reventar: ¿pronunciaremos
otra vez a solas
el lastima bandoneón de una curda feroz…?
¿En qué alcantarilla de sangre se ha escurrido
el dulce vino de cambiar el mundo
de construirnos a nosotros mismos
solidarios
críticos
románticos…?

Es cierto: la furia pesa en muchos huesos
Sin embargo hoy por hoy nadie abandona el barco
¿Qué se gana entonces con ocultar
los vientos concretos que nos impulsan?
¿Maneras de la política nosotros que anhelábamos
razones esenciales
móviles no pervertidos?
Estamos hartos de danzas y contradanzas
De oportunismos
Del monstruo de dos caras que estamos pariendo
De eso se trata
Pregunto:
¿Es necesario comer en la misma mesa con los
asesinos?
¿Esperar que aclare cuando lo que se pervierte
es el propio sentido de la luz?
¿Confundirnos en la corte de los milagros con
canallas y bufones de dudosa alegría?
¿No es pagar con usura la realidad de lo posible?
Quejas del peor augurio más que desencanto
Las puertas se cierran ferozmente nuevas noticias
en los diarios
El hampón que es ministro de trabajo dice impúdico
que el Comandante Guevara era un renegado
Trabajadores despedidos persecución de militantes
atentados con granadas y bazokas
listas gigantes de condenados a muerte
Por un lado: la traición
Por otro: soberbia e infantilismo
el diario alejarse de las masas
¿Cuál será nuestra próxima historia?
¿Simple papel de cigarrillos para tantos sueños…?
Son tiempos en que los asesinos hablan de paz
Nosotros juramos ante las tumbas de los amigos
Desolados
Toda la noche se abre ante nuestos pasos
Nada asoma tras las nubes negras
Apenas un colibrí dorado deja de volar



miércoles, 22 de abril de 2020

Susana Cerdá -22

Susana Cerdá, Buenos Aires, 11 de abril 1948 - 7 de marzo 2010 


22
                                                              a Osvaldo Lamborghini

Qué me queda de ti
qué
qué me queda
agonizante amor
nobleza pasajera
fértil amanecer en mi escritura
(diadema de dolor, brillo incrustada en tus fulgores)
qué me queda de ti sino estos pocos
locos versos de lengua y de rasguido.

Qué sino anular los orificios
la segregación del silencio
arrimada al zumbido de tus escozores
idolatrar la determinación
la sobredeterminación
el destino
embadurnar tu contingencia de interminables ceremonias
amarte, quiero decir.

Aún resuena lo tácito rugiendo entre los dos
¿amarnos dije?
El problema es la puntuación.
Entre comillas
te tengo entre comillas
o a veces entre paréntesis te tengo
fiel frenesí.

Qué me queda sino
las maquinaciones de una transpiración:
la voracidad de una cantinela pervierte presagios
desprestigia al son augustas superficies
rasga
cae el sonsonete por declinación de onomatopeya
lo obvio carcome los vericuetos de la palabra,
reza.
Los ruidos de una siesta
son como una siesta.
La palabra “indebido” era
un a través cristalizado
una canción que rumoreaba a mis espaldas
ella les ponía música a mis actos.
Nunca cantó, decías, era el tono
en que mi madre me nombraba
nunca cantó
solamente cantaba.
El padre atravesaba con su ojo anular mujeres índices
fue el modo indicativo para un pretérito imperfecto maternal.
Mientras
todo ocurre mientras/(nunca digas mientras)
tu hermano leía a Pound a gritos
en la intemperie de la noche
y vos traducías a Cervantes, por si acaso.
Su mano sobre la tuya
su libro sobre tu libro y el poema
sementándose ahí abajo.
Sostengo las arcadas
por donde hemos pasado sabiendo que no cumpliríamos
las bodas de oro
y esa arcada previa a toda devolución o vómito
y los arqueos de nuestro encuentro
los corcoveos, las contabilizaciones
los puntos de vista
los puntos de divergencia
los puntos suspensivos.

“¿Por qué no nos preocupamos por el rocío?”

No iremos a Verona ni a Isladelba
pero aún me queda,
qué me queda de ti sino estos pocos
fulgores religándose en la presunción de una escritura.

El subrayado es mío.
Qué me queda de ti: amada metonimia del pasado.
Los textos son ajenos.

domingo, 19 de abril de 2020

Vedrino Lozano Achuy -Hombre pájaro

Vedrino Lozano Achuy, Tarapoto, Perú, 22 de noviembre 1981


Hombre pájaro

Observo un bosque de árboles secos y le prendo fuego.
Voraz lo consume todo, mas solo uno sobrevive.
En medio de la desolación se yergue impávido.
Trepo hasta la copa y contemplo la desolación,
la angustia de saber que soy un asesino.

Cubro mi rostro,
mi pecho con sus enormes hojas verdes.
Mi piel se tiñe de amarillo y mis manos de negro.
Atraído por el cielo azul levanto vuelo.
Recorro la piel del Amazonas.
De sus aguas veo surgir dinastías zoológicas,
voces extintas y hermosas guerreras.

¿Qué me has hecho árbol?
¿En qué me convertiste? ¿Soy un pájaro?
¿Seré tal vez un pájaro con cara de hombre?

Soy el pawkar.
La tierra repite mi voz,
una voz que imita el canto de todo cuanto habita en ella.

miércoles, 15 de abril de 2020

Marco Giovenale -salvo una pequeña diferencia

Marco Giovenale, Roma, 12 de febrero 1969 
Traducción Renato Sandoval Bacigalupo 


salvo una pequeña diferencia

es un viejo y está ahí adentro. se oye. o bien
en otro edificio, parte de otro edificio. espera. es la imagen que nunca antes has visto.
es el mismo hombre pero en un ambiente distinto. qué sientes, una sensación de miedo. una fuerte emoción que llega del pasado. un pequeño garaje donde se vende huevos fruta y leche. con hierba y plantas que crecen por doquier.
el 25 de julio era domingo. ayer era domingo. y esta barraca a donde ella ha llegado está abierta los domingos. ya se lo he dicho. está abierta a toda hora. todos los días de la semana. solo basta con tocar la puerta.
y pedirle al viejo que te sirva. como sea él siempre deja prendidas las luces. durante toda la noche hay una luz en cada cuarto.
mira el reloj. está adelantado diez minutos pero nuestros sentidos se han percatado de ello. ha interesado solo este sitio. hacia qué está avanzando. no lo sabemos creo. avanza hacia lo que sucederá aquí.
se ha parado de nuevo. cuatro minutos después de las nueve. también la radio. salvo una pequeña diferencia. o sea diez minutos. pero qué tráfico. así es. vaya los vehículos son distintos. pero es el mismo ruido. es repetido.
buscamos otros detalles sobre esos dos jóvenes amantes.
donde ha tomado el agua. me la he echado. la he encontrado atrás. hay que separarlos. podría darme las llaves del auto. y las de las maletas. no se habla de ello. no te prestes al juego. ha salido. pero ahí fuera no existe peligro siempre que ninguno de los dos
trate de irse de aquí.
no teníamos la intención de venir aquí. no violamos ninguna prohibición. en todo caso no hacemos parte de aquí. de esto.
gran hermoso auto. tiene todo el derecho de estar perturbado molesto ser protector en 1980. no tengo motivo de mentirle.
los relojes vuelven. es estrecho. muévete al otro eje. la estación está cerca. no salgas por ese lado del corredor. es peligroso. detente. creo que le puedo contar todo. ella nunca podrá volver atrás para hacer pesquisas, estupenda velada.
estamos acorralados.
acaso si volviésemos sobre nuestros pasos viajando en línea recta durante cincuenta sesenta quilómetros, se divierten a nuestras espaldas.
hay un ruido. viene del exterior. la mujer está quieta. estaba
cuando lo hemos interrumpido. todas las sombras deben detenerse frente a las puertas de vidrio. cómo te explicas las sombras. ese ruido. algo que batía. a lo mejor una ventana. no no era un ruido de objetos. alguien. no es posible. nadie puede entrar o salir de aquí. durante toda la noche hay una luz en cada cuarto.
era algo que vibraba al viento. tal vez un llamado no tenía una frecuencia más alta. más como los cémbalos o el triángulo.
es decir no ha sido casual, no el ruido ha sido producido por alguien. está escondido. alguien que quiere hacernos saber que está aquí.
nada. sea quien sea no está aquí. estaba aquí. más bien cerca. Quizás es algo que le concierne. es menos visible. has visto haber visto la imagen aquí. sí aquí. privado. nada. disculpa un momento. por qué está aquí. pero no veo trazas de daños. gente de 1940 que sale a pasear en 1980. no en esta fase. aún no. o todos los días de la semana. basta con tocar.
pero supón que ya se haya constatado. supón que no debemos descubrir nada. supón que nos esté esperando. cuatro minutos pasados las nueve. ya no es una imagen.
ya no es una imagen.
ellos deben echar gasolina. irse. no deben estar aquí. es privada esta parte del distribuidor. no pueden estar aquí. por qué se emociona. veo la casa es claro.
veo cómo debe ser y cómo es. las marquesinas. el pasadizo, los dos estantes. están como superpuestos, como si no estuvieran en su sitio. naturalmente en 1925. pero mentir con qué fin. es un plan demasiado bien diseñado. ha sido como una percepción.
también demasiado simple.
algo te decía venir aquí de cualquier modo. hay un sistema para verificarlo. no has tenido informaciones especiales. pero estabas aquí antes que nosotros. no sé por qué. en general los especialistas nunca entran a escena hasta que los investigadores
no han concluido su trabajo.
antes pero aquí el caso es distinto. recién hablamos de eso. no debemos hacer otra cosa que irnos de aquí. de nuevo veinte minutos añadidos. el tiempo ahí afuera. Ha sucedido de nuevo. también ella ha oído el ruido.
el sonido de. un instrumento musical. nosotros no lo oímos.
no me gusta ser el peón de un plan organizado.
escucha. es simplemente la lluvia. no. hay alguien que camina afuera. estoy segura de eso. hay alguien. parado. no cualquiera que sea llega a esta parte. está llegando aquí. tú no te muevas. llega alguien aquí. justo aquí afuera. cierra la puerta detrás de mí y bloquéala.
ha regresado por donde había pasado, entonces no. la lluvia ha pasado. había pasado. el temporal ha pasado. aquí me parece que nada ha cambiado. siempre las nueve. qué debo hacer. trata de buscarla. a quién. a la persona que ha pasado. quién era. ella se equivoca. Aquí el ruido.

domingo, 12 de abril de 2020

Jim Jarmusch -Nature Mort

Jim Jarmusch, Ohio, 22 de enero 1953
Traducción Marina Kohon


Nature  Mort

la tarde ha dejado algo de sol
en el brazo de la silla de manila
me recuerda la casa, lo que albergaba
colores dispuestos por encargo
cortinas de mohair blanco atadas como sombras
a las paredes marrones
una ventana abierta que enmarca
una constante descarga de sonido
como un hombre que ha perdido su memoria

una vez se le habían dado corazones oxidados para guardar:
el aire alrededor del hombre sosteniendo
los corazones oxidados
sin trazo de matices
su cara áspera aún más áspera
por la plenitud del cielo
el cielo lleno de nubes y nubes
flotando como rosas blancas

una vez una pequeña nena rubia había entrado a la habitación:
“mira, ¿no es éste un caracol precioso?
es el caracol más grande del mundo entero”

una vez una mujer con cabello como chelos:
a través de brazos hábiles y abiertos
él rechazó aplastar las coronas de flores contra sí
porque las sospechaba envenenadas
los bordes del corazón de ella se destiñeron
el techo leyó su colección de nieve

pronto el sonido cambiará a violeta
ofrecerá un arreglo suave y vacío
la silla desdibujándose en puntos
la ventana en espejos
luego, cuando la quietud haya aquietado la casa
los sueños traerán
pequeños ramilletes para el cerebro del hombre.

miércoles, 8 de abril de 2020

Hannah Escobar -Infidencias

Hannah Escobar, Colombia, 20 de junio 1985


Infidencias

Me gusta ser un producto despreciable del capitalismo.
Desde el nudo en el cordón de mis Vandasl 2k,
edición limitada del año en que nací,
hasta la punta quemada
de mi pelo decolorado con Blondor.
Creo en la anarquía de los mercados,
en la masificación de la información.
Estoy convencida de que somos máquinas.
Que funcionamos a partir de algoritmos,
que no tenemos nada
más allá de nuestra triste obsolescencia.
Todas las cosas que hago a diario son mecánicas de comportamiento.
Incluso en la variación,
incluso en lo aparentemente no previsible.
Me gusta ser un producto despreciable del capitalismo.
También me gustan los conejos.
Me gustan mucho los conejos.
-


domingo, 5 de abril de 2020

Vizconde de Lascano Tegui -De la elegancia mientras se duerme

Vizconde de Lascano Tegui, Entre Ríos,19 mayo 1887-Bs As, 23 abril 1966


De la elegancia mientras se duerme

El primer día en que confié
mi mano a una manicura
fue porque iría en la noche
al “Moulin Rouge”.
La antigua enfermera
me recortó los padrastros
y esmeriló las uñas.
Luego les dio una forma lanceolada
y al concluir su tarea
las envolvió en barniz.
Mis manos no parecían pertenecerme.
Las coloqué sobre la mesa,
frente al espejo,
cambiando de postura y de luz.
Tomé una lapicera
con esa falta de soltura
con que se toman las cosas
ante un fotógrafo y escribí.
Así comencé este libro.
A la noche fui al “Moulin Rouge”
y oí decir en español
a una dama que tenía cerca,
refiriéndose a mis extremidades:
-Se ha cuidado las manos
como si fuera a cometer un asesinato

miércoles, 1 de abril de 2020

Josephine Jacobsen -El poema en sí mismo

Josephine Jacobsen, Canadá, 19 de agosto 1908–EEUU, 9 de julio 2003
Versión Jonio González


El poema en sí mismo

Desde el silencio perfecto estalló silenciosamente.
Cuando los brillantes restos se aquietaron,
allí estaba.
Invisible, inaudible; sólo
los trazos de tinta lo delataban.
Delatar es la palabra.
Desde allí se desplazó hasta la miseria,
virgen regia en un prostíbulo,
improbablemente intacta.
Tuvo sus seguidores, proxenetas, incluso
sus amantes. El hombre responsable
murió, finalmente.
Cuando el polvo de su cerebro abandonó los huesos,
el vínculo se rompió. Escapó hacia sí mismo.
Ya no respondió.
En la estantería, junto al tictac del reloj, en los negros
rimeros de medianoche: ahí está. Una luna
para todas sus mareas.