lunes, 30 de abril de 2018

Gerardo David Curiá -Sobre el equilibrio del agua...







































Gerardo David Curiá, San Pedro, pcia de Bs As, 24 de diciembre 1968


                                                                    blanco sólido, el cumplimiento
                                                              de un extremista en un ejercicio…
                                                                                           Wallace Stevens

Sobre el equilibrio del agua
no hay huellas

oscilación
apenas
oscilación


                  el cuerpo es proporción en el sentido       
                   indicio del paisaje

música de los peces
en los huesos del pescador


Tiende la red
hacia el limo húmedo y sin forma
vislumbra en lo oscuro
los signos
               de su presa
que es una
      y es innumerable


asume
las velocidades del espacio


desde la más remota inminencia
sentado en su bote
                        espera                               
y el Paraná
                  ola sobre ola
de viento frío
salpica a lo largo y a lo ancho             
     levanta el horizonte
curva
       otra forma del mundo
                               
el río es el mismo


El  agua es silencio
resiste y desafía
al filo de la luz

lo irreal
sueña lo real

la canoa está quieta en la corriente
la distancia se mueve


Húmedo perfume de camalotes
la respiración y el paisaje se unen

pureza inmóvil
ni siquiera
el temblor de la advertencia

de pronto el cuerpo
carece de cuerpo

el azul de la mañana lo atraviesa




Dibujo del pintor sanpedrino Jorge López

sábado, 28 de abril de 2018

Javier Robledo -Antepasados

Javier Robledo, Bs As, 10 de marzo 1962


Antepasados

Quien olvida su origen
olvida su destino.

En mil heridas abrían la tierra
cicatrizaban con granos
el quedar del paisaje
latente
hasta que
tizas las gotas
dibujaran brotes sobre la pizarra del valle.

Luego
caminaron los pies sobre el agua
y la nave desgarró la trenza de los cabos.
Se abrieron como dos labios las costas:
cúmulo de venas espectro
y de carnes una esperanza.
Se habrán atado al mayor para resistir el canto de esas sirenas
y con quilla como arado a-hora habrán surcado quién sabe cuánto.

Ojos abiertos, ojo planeta,
asteroide minúsculo interiormente poblado de geografías,
           de flora y de fauna extrañísimas.
Ojos abiertos, al continente.

Y llego, también grano, cúmulo potencial, y pongo
oreja en tierra
sobre el rastro de los rostros.
Mire que ir y pararse justo ( ante mi comparecen...) sobre la marca en el roble que el tiempo profundiza ( siendo el año mil ochocientos...) surco, surco en dirección opuesta y escarbo con la pluma como una sonda ( de profesión labrador...) descubrir con mi asteroide el astroluz ( declaro el nacimiento de...) y resurgir brote de tronco
( hijo de Don...) refrescar la conciencia ( y de Doña ) a ellos ( acta número, de esta burgueña tierra... ) los inmateriales ahora ( sin mas que declarar ).

Los que pusieron antes pie en tierra
labraron el ser de mi nombre
pintaron el niño que palpita en mis yemas.
Los que en soga trenzada de coraje, crearon y amaron.
Los que en la punta de una península habrán grabado:
Un grano más soy
y sin embargo
un mar
se orienta hacia mí.

Fueron tiempo tendido,
y en la trama, punto cruz
   como yo.
Son este vuelco de corrientes y cataratas de relámpagos
que me atropella
esta guerra civil de razones y sentidos
este pulular de fantásticos
este ser ahora y otro en un segundo.

Olas de visión empujan como motores antiguos e invisibles.
El niño mirando al oso, ya no verá partírsele la nave.
Vibración añeja busca su fin y su origen:

y llego ahora
soy y descifro
la Vuelta
escondida en el reverso de aquel
      pasaje.


jueves, 26 de abril de 2018

Niní Bernardello -Homenaje a la isla de los Estados

Niní Bernardello, Cosquín, Córdoba, 18 de marzo 1940


de Homenaje a la isla de los Estados

Cuando digo belleza te veo
cercano Mar en el roce
de mis manos te veo
encendida en gris y plata
cubriéndome con tu oleaje
tan fantasmal como cierto.
Cuando digo belleza
te busco bajo las estrellas
heladas de la Cola del Dragón
y siempre estás ahí fluyendo
como la palabra, como la vida
derramándose en tus aguas verdaderas.
Cuando escribo belleza
sólo ansío verte para
regresar al borde blanco
de esa llanura de espejo
líquido donde dejo mis sueños.

martes, 24 de abril de 2018

Claudio Portiglia -Bella y transitoria

Claudio Portiglia, Junín, Bs. As., 13 de enero 1957



de Bella y transitoria

1

Hay días que son duros y el esqueleto cruje y también cruje el alma si es que acaso estuviera
trepada en algún sitio filtrada en la corriente que elabora el cerebro y que todo lo cuestiona
si es que acaso estuviera
tendida sobre el pasto donde juegan los niños o en las camas amantes de amores a destajo
yo no sé si hay un alma si no es todo materia si no somos finitos si el destino es el tránsito si no somos de polvo si vivimos de prepo si un volcán nos contiene y un agua nos redime si un viento nos devuelve si no es todo energía si son ondas o planos o meras percepciones si valemos por algo si por alguien latimos
yo que todo lo pienso sé que hay algo que pienso de modo diferente
yo que no creo en nada sé que creo que hay algo que me habita a escondidas
y en días como éstos cuando todo nos cruje
uno le mete manos a cosas que no entiende y a rezos que no sabe y atolondrado y todo
sabe que al menos sabe que cree que está vivo que crujir lo demuestra



2

Para el día crucial tengo otros planes
ni me iré de viaje ni saldré de gira
ni habré de encontrarme con alguien que me espere en ningún lado
aunque nunca muy lejos he viajado bastante y no tengo reclamos por hacer
demasiado con la carga que les deje a quienes algo pude haberles dado vivo
lo que quede se irá consustanciando con lo que quede de otros
con lo que otros dejaron para que yo disfrute
con la tierra y el agua y el aliento y el fuego
y ese gen que circula para todos llamado humanidad
más o menos rayamos a la misma altura
el único poder que he respetado será el mismo que me aseste el golpe
y sería incoherente de mi parte torcer esa opinión
bien muertos estamos los mortales el día que morimos
esperar otras cosas no permite que vivamos siquiera
y en lo que a mí compete
si supe del amor me doy por pago
y mis deudas en fin que la poesía se encargue de saldar



3

Un día vino
 se sentó frente a mí
 cruzó las manos sobre la mesa y apoyó el mentón
 alzó los ojos y esquivó el flequillo
 yo intenté sortear con una broma la intensidad de esa mirada
aunque supe que me había penetrado para siempre
 tal vez fue la tarde que lloró o tal vez fue otra tarde no interesa
 se sucedieron risas y proyectos
 confesiones tan hondas que lastiman hasta la risa misma
 ansiedad de chiquilla que se afianza en la vida y la pelea
 serenidad en la zozobra
 peso de un par de convicciones certeza y decisión
 le dije que la amaba con vergüenza desde estos años casi envilecidos
 noté cierta extrañeza
 en adelante el tiempo ya no pudo medirse
 elástico y neutro se derrama
 por canales de historia sin asunto
 y transcurre nomás en un continuo de presencia y ausencia inacabado




domingo, 22 de abril de 2018

Muin Basisu -Tres muros para la sala de tortura

Muin Basisu, Gaza, 29 de marzo 1927-Londres, 23 de enero 1984
Traducción María Luis Prieto


Tres muros para la sala de tortura

Al alba
Yo resistiré...
Mientras haya en el muro una página en blanco
y no se derritan los dedos de mi mano.
Aquí, alguien pulsa
un mensaje a través del muro.
Nuestros hilos se han convertido en nuestras venas,
las venas de estos muros.
Toda nuestra sangre se derrama
en las venas de estos muros...
Un mensaje a través del muro:
Ellos han cerrado una celda,
han matado a un prisionero,
han abierto otra celda
y han llevado a un prisionero...

A mediodía
Ellos me han puesto delante el papel,
me han puesto delante el lápiz,
me han puesto en la mano la llave de mi casa.
El papel que han querido manchar
ha dicho: ¡Resiste!
El lápiz cuya frente han querido mancillar en el barro
ha dicho: ¡Resiste!
La llave de la casa ha dicho:
En nombre de cada piedra
de tu humilde casa ¡Resiste!
Un golpe en el muro
es el mensaje de una mano rota
que dice: ¡Resiste!
Y la lluvia cae
golpeando el techo de la sala de tortura.
Cada gota grita: ¡Resiste!

Al ponerse el sol
Nadie está conmigo,
nadie oye la voz de este hombre,
nadie lo ve.
Cada noche, cuando los muros
y las puertas se cierran...
él sale de mis heridas sangrantes
y camina por mi celda.
Soy yo.
Es como yo.
Le veo de niño
y con veinte años.
Es mi único consuelo,
mi único amor.
Es la carta que escribo cada noche
y el sello para el amplio mundo
y el pequeño país.
Esta noche lo he visto
saliendo de mis heridas
sombrío, torturado, triste,
caminando en silencio, sin decir
nada, como si dijera:
No me volverás a ver si confiesas,
si escribes...

viernes, 20 de abril de 2018

Cristina Briante -dueña de la frutería

Cristina Briante,General Belgrano,Buenos Aires, 1 de enero 


dueña de la frutería

                                                                 A mi madre Catalina Iza Penacorveira

  anda por la casa
         en nudos de  historias
con ausencia

silbato del tren
adelanta la encomienda
                llegan cajones

 lustra de a una las manzanas
 con papel de seda azul
                            tiñe manos de nubes
cala  sandía   melones
                                sangran
sus ojos lagriman
                             de limón y naranja
blanco   negro
                    damero
simetría del piso ordena
                                    escaleras de fruta
                               torres de tomate
                            jardines de lechuga
                         collares de ciruela
 balanza de vidrio pesa vino
                                            en racimos

          los chicos juegan en el patio
            la rana canta en la pileta

anda en nudos de historias
         la gitana anuncia:
                           -será de lluvia el día-
                        lágrimas
                   lágrima lluvias
no habrá nada que hacer
                                                                                             


miércoles, 18 de abril de 2018

Simón S. Esain -yo aburrido...

Simón S. Esain, Maipú, provincia de Buenos Aires, 30 de agosto 1945


yo
aburrido
a hornero muerto
pido desahogo desde
una pila de verticalidades

toda ida se vuelve ruido
dice sin quererlo
el canto de los horneros

hay que pájaros comprendan la utilidad del patio
hay los pájaros cuya sombra cruzo
en diagonal hacia el suelo  /  pajarón yo
y hay otros pájaros comprensivos
y hasta otros patios ¡ay!

apenas se esparce desde su grisura
el arrullo de la paloma
trinos que surgen de otros trinos
de lejos parecieran producir cercanía

las almohadas y los riñones
abstraen de su silueta al árbol
y alguien descorre una cortina
porque necesita recuperar
el color a cielo de lo que
anoche ha sido

nuestras fuerzas se han ido en amar cuanto tenemos
que tanto ignoramos que tuvimos
sentirse semejante a lo concluido
es el horror a irresuelto  /  que se
ocupa en preparar nuestro desayuno

lunes, 16 de abril de 2018

Volker Braun -Material II: tareas urgentes

Volker Braun, Dresde, Alemania, 7 de mayo 1939
Traducción Silvana Franzetti

Material II: tareas urgentes

Temprano, a las cinco, en el Train Bleu
Entre las colinas europeas negras vacías
El hombre y la mujer, la mano de él sobre el vientre de ella.
El amanecer rueda por los prados húmedos
Sus cuerpos se deslizan juntos por los rieles
Y se tocan sobre la grava postes rápidos
Basura de plástico frenos que chirrían (¿qué material
Necesito para este poema tangente?)
Descolorida una línea corre por sus ojos y crece
Hacia arriba, ella se echa hacia atrás
Presionando la almohadilla, su mano todavía
O un arroyo del paisaje salta por sobre canto rodado
Y pasto duro, campos con colores
Mate cultivados en mezcladoras giratorias.
Lentamente todo eso se llena de jardines de brea
Que fluyen sólidos y se derriten sobre la piel
Se transforman en una mañana amarilla y crujiente que se olvida
Con ojos cerrados, la hermosa Bourgogne:
A través del vidrio cae el agua gris transparente
Con mariscos y arena, un mar sensual
De techos y ventanas rebatibles se quiebran en el sol
Inesperadamente. Los árboles y los postes
Tocan sus pechos, su regazo
Mientras Francia se desdibuja, ¿o cómo se llama el país?
Campos de luz penetrante y siete cielos
Nada delante de los ojos, sin embargo todo eso en ella
Pasa como una estrella fugaz, se retuerce, llora
Abre los ojos a las ocho y los dirige hacia la ciudad
Extranjera: debajo de las vías crepitando. ¿Qué vio
Ella en ese paisaje? Nada (¿pero qué vio, entonces?
Qué es un poema: en el papel internacional
Blanco, ¿un material
Para vivir?) ella suelta una sonrisa
Se limpia con el pañuelo, llegan
a las ocho a la Gare du Lyon sin que nadie los espere.

:eso es regalado
                                y vamos directo al grano
En el banco de la plaza o, mejor aún,
Con los ojos                                                         en la tierra

A través de las paredes angostas, la canción pegadiza
Desde el patio interno voy a pie desde el Polo Norte
                                           Hasta el Polo Sur 
¿Qué sentís
                       en el brazo?

Los hechos crudos Por un beso
En la “hora de la política” (“del gerente de planta”, “del
                                                                                          [clasicismo”)
El turno intensivo
                                 en la cavidad bucal, la toma de posición
(¿Estás pálida, Luise?
No es nada. Estás acá. Ya pasó.)

Con la lengua
                          acariciar el sexo, los informes
Lo colectivo
                         una sensación duradera
“Estás en las nubes.” – “Donde no parás de hablar.”

(Me prepararías un vaso de limonada.)
PVP -53,3  envase retornable, discusión del plan
Por la ventana abierta los gases de combustión, las tareas
Urgentes
                   en tus ojos ¡y la puta televisión!
“Siempre tenían que objetar algo.” – “¡Ellos habían empezado!”
“Si no me divierte, me harta.” – “Pensás que me divierte.”
“Si nunca me escuchás.” – “¡Siempre con tus pavadas!”
“No me amás.”
                                  a continuación el noticiero de medianoche.

(La limonada está insípida como tu alma. - ¡Probá!
Se da vuelta ni bien pone el vaso en la boca, con una palidez repentina
y se va apurada hacia el rincón más alejado del cuarto.)   

“Entonces te voy a meter los cuernos.” – “¡No te retengo!”

(La limonada está buena.)
                                                   Las palabras pija, teta, etc.
Después de todo, palabras (palabras irritantes, regulaciones
Del lenguaje, memorandos entre líneas
Para descifrar) tienen mayor efecto
Que las cosas
                          ¿por qué? porque ocultan
Generalizan, multiplican
                                               porque ocultan lo que falta

¿Qué sentís? suceden tantas cosas
                                                               de a dos
Es el mundo más claro, inexorable
(Si sabés a que me refiero.) (Bueno, no quise decir eso.)
(Sin darse vuelta, temblando por el escalofrío:
¡Salud!) 

                             Poner un punto aparte
A las preguntas                                           de tus ojos
Descansar

                     sobre el banco de datos, en la reserva del Estado

Descansar, digo
                              en los ruidos de la calle, en el sondeo de opinión
En las verduritas para la sopa

                                                  ¡poner un punto aparte!

Debajo de una sensación permanente

¡Basta!, digo, para atenerme a los hechos
En este poema                                              en la tarde fresca
                            descansar, sobre las vértebras
Sobre la cama, en la cavidad bucal

En las posibilidades
                                     en la ventana abierta

¡Pasan tantas cosas!
                                       ¡Basta!
                                                     y el todo lo que me importa

No es nada sin lo otro
                                          ¿No podés callarte?
                                          eso falta, el todo
Que está entre nosotros (¿qué sentís ahora?
No lo puedo decir.)

                                                              el rumor de los poemas

En la ventana abierta
                                         tiznadas, confusas
Se plantean las preguntas
Enrolladas en papel de diario, anónimas
¿Es esta la posibilidad?

                                         las tareas urgentes
De nuestro movimiento
                                         sobre la cama, en el sector de los materiales
Confusas, opacadas por su presencia
En tus ojos                                                en las palabras
                     que dejo escapar.         

                                             

sábado, 14 de abril de 2018

Ezequiel Zaidenwerg -Alacrán

Ezequiel Zaidenwerg, Ciudad de Buenos Aires, 25 de marzo 1981


Alacrán

El alacrán carnal, el de la espalda
del brazo con puñal, ¿soy yo? ¿sos vos?
Dos alfileres romos en un cos-
turero es lo que somos. Al final, da

igual: si el mundo es un dedal, pañuelo
de metal, de batirse a duelo. A cada
cual su alacrán, su lacra nacarada,
pero la nada y su aguijón –sabelo–

son señuelo y carnada. Hacete fan
del alacrán –su don, su impar talento:
hipnotizar con la ficción del cuento
pendiente.  Y no te miento:  el alacrán

frente a los dos suspende nuestra historia,
vaivén del burro ante la zanahoria.

jueves, 12 de abril de 2018

Mariano Rolando Andrade -El poeta de las manos rotas

Mariano Rolando Andrade, Buenos Aires, 12 de abril 1973


El poeta de las manos rotas

I

Desperté una noche
tras veinte años
y entendí el dolor.
Mis manos yacían
destrozadas
a golpe de martillo
sobre la mesa de trabajo.

Primero lloré,
siguió el silencio.
¿Qué hacía yo
con las manos así,
añicos y poco más?
¿Quién se había
ensañado en mi sueño?

Ya nunca más
crearé versos, me dije.
Se acabó.
Tu suerte al fin
es la de tantos hombres
abatidos
a mitad del camino.

Miraba mis manos
y callaba.
Callaba y miraba.
Desahuciado,
recordé al músico
que perdió sus dientes
y huyó para renacer.

Temblé, la sangre
caliente sobre la mesa.
¿Y yo,
adónde podría ir?
¿Adónde curaría
estos dedos
y esta garganta?

II

A los Mares del Sur,
escuché decir a Rimbaud
desde Java.
A los Mares del Sur,
susurró Conrad en el Otago,
enterrado en Tasmania.

¡Sí, a los Mares del Sur!,
gritó solitario Melville
                      en Nuku Hiva.

¡Eso, a los Mares del Sur!,
clamaron Stevenson en Vailima
y London en Viti Levu.

III

Cesó el llanto.
Recogí mis restos,
me levanté y partí,
feliz en la negrura.
Quienes me veían sonreían
y murmuraban:
“Ahí va,
déjenlo solo.
Es el poeta
de las manos rotas”.

martes, 10 de abril de 2018

Lidia Rocha -ajeno a la palabra ...

Lidia Rocha, Trenque Lauquen, pcia. de Bs As, 15 de diciembre


                                                                  a Julia Morán
ajeno a la palabra
el pájaro insiste
en ser parte
de la sombra que se adensa
y hace de mí
una figura

esa única intrusión
no traerá el día
ni el verano

de este pantano oscuro
nada sabemos
aunque el miedo nos queme
y crucemos la calle
rengas

mejor así
por si el silencio nos abraza
o pretende
llevarse
niñas
nuestras voces

qué más podrías hacer
desafinada
mendiga de la luz

domingo, 8 de abril de 2018

Javier Galarza -La transacción

Javier Galarza, Ciudad de Buenos Aires, 27 de febrero 1968


La transacción

Las vírgenes de los andenes
fueron testigos de la transacción.
Unas dosis entre el jean y la ropa interior.
Alina se derrama contra los azulejos del baño.
El tren de la madrugada arranca
y mi dealer bordea la estación.
“Busca y encontrarás.
Golpea y te será abierto”.
Voy a pegar con la foto de mi nena.
Su estampa me protege en los barrios duros.
En este borde, amigos hermosos
me refugian en sus casas,
con comida caliente y revistas pornográficas.
Alina escupe las manos de los policías y dice:
“Entre las letras soy la a,
la dualidad entre los compuestos,
Ushana entre los poetas”.
Sobre estas piedras edifico el templo.
Su palabra es profecía.


viernes, 6 de abril de 2018

Ana Arzoumanian -Ella es desnudada...;

Ana Arzoumanian, Buenos Aires, 21 de abril 1962


Ella es desnudada;
los pies diminutos,
vellos sobre la mejilla.
Como corresponde, ella se deja,
ella, la nunca hija, obedece.
Pero, qué tenés ahí,
qué excusa
en el hueco sombreado
si son ellos
los que van al fregadero,
los que van y se restriegan
el costado grasiento,
les da asco de los labios
la opresión, su saliva,
lo sobrado de las aguas
como un desperdicio que roe,
eso que aún vive en vos,
la repulsión
de tu impetuoso latidito.

miércoles, 4 de abril de 2018

Estela Zanlungo -Septiembre

Estela Zanlungo, Lomas de Zamora, Pcia de Bs As, 1 de mayo 1958


Septiembre 

El poema decía que el cambio de estación
entibiaría el aire.
Debe ser cierto, porque el gato de enfrente
viene temprano a chuparse una
astilla de luz en la esquina del patio.

Yo tengo tiempo para mirar
al gato que se lame la punta de la pata
y se da vuelta cada tanto en este
cuadradito del vidrio
que me revela cosas inasibles.

De ser verdad,
si el gato vuelve mañana y repite el ritual de estirarse
para que yo lo mire,
pronto estaré cambiando la lana en el placard
por vestidos floreados y sandalias.

En Buenos Aires a estas horas
a uno también le dan ganas de asolearse
como si aquí no hubiese sido necesario salir
a preguntar, que digan qué le hicieron
y todo fuese mudar a los estantes altos ropa de abrigo,
como si se pudiese poner un pibe al sol
y revivirlo y decirle a la madre
aquí lo tiene, señora,
no estaba muerto:
sólo esperaba que fuese primavera
para cruzar el río.


lunes, 2 de abril de 2018

Gustavo Caso Rosendi -Soldados

Gustavo Caso Rosendi, Esquel, Chubut, 3 de agosto 1962


Soldados

Pasa la esquirla
y al soldado Martínez
le salen puentes
amarillos de la media oreja
y abajo la sangre
corre turbulenta
y Spinetta rema
sobre su guitarra
y gira el paisaje
como un cuadro de Van Gogh
Es por eso que hoy
cuando alguien le habla
adopta una postura
de figura egipcia
como si el silencio
de aquel hospital
le perdurara
(Pero yo sé bien que
cuando Martínez está solo
ese oído se le abre
como una ventana
y es cuando vuelve
a escuchar el silbido
y luego el trueno y luego
como un viento las voces
de los muertos que le cantan)