Thomas Chatterton, Bristol, 20 noviembre 1752 - Londres, 24 agosto 1770
Traducción Juan Arabia
Adiós
¡Adiós Bristol, sórdidas pilas de ladrillos,
amantes de las riquezas, adoradores del engaño!
Rechazaron al niño que les regaló viejas baladas,
y al que pagaron por su erudición con alabanzas vacías.
¡Adiós, concejal, sigue tragando idiotas
con tu naturaleza equipada en armas de corrupción!
Me voy donde crecen los himnos celestiales;
Pero vos, cuando mueras, te hundirás en el infierno.
¡Adiós, madre!—acaba con mi alma angustiada,
¡No dejes que el oleaje me distraiga!
¡Ten piedad, Cielo! Cuando deje de vivir aquí.
Y perdonen este último acto de miseria.
Traducción Juan Arabia
Adiós
¡Adiós Bristol, sórdidas pilas de ladrillos,
amantes de las riquezas, adoradores del engaño!
Rechazaron al niño que les regaló viejas baladas,
y al que pagaron por su erudición con alabanzas vacías.
¡Adiós, concejal, sigue tragando idiotas
con tu naturaleza equipada en armas de corrupción!
Me voy donde crecen los himnos celestiales;
Pero vos, cuando mueras, te hundirás en el infierno.
¡Adiós, madre!—acaba con mi alma angustiada,
¡No dejes que el oleaje me distraiga!
¡Ten piedad, Cielo! Cuando deje de vivir aquí.
Y perdonen este último acto de miseria.
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