viernes, 16 de febrero de 2018

Ivana Bodrozic -El hotel Dunav

Ivana Bodrozic, Vukovar, Croacia, 5 de julio 1982
Traducción Ivana Loncar y Carolina Rouco Chao


El hotel Dunav

Estos brazos tan delgados los tengo como él
a veces también me gusta emborracharme bien
como corresponde a la hija del jefe de sala del hotel
pequeña payasa, lo veía en el acto
escondida detrás de las máquinas de póquer, bien
sobornada
con el chocolate de duty free que a
Vukovar
llegó demasiado tarde
como la Cruz Roja Internacional
como la humanidad
como, en general, todo lo bueno llega con retraso
eterno
a esta parte del mundo
estos brazos tan delgados los tengo como él
no me da pena por mí
sino por cómo podía defenderse con ellos cuando le
pegaban.

Los traductores tienen derecho
a no traducir el término
El mundo sucede alrededor de mí.
Yo vivo en un hotel
y todos los días cuando voy a la escuela
dejo la llave en recepción
en la pequeña casilla 325,
un poco más pequeña que la habitación en la que
vivimos
mi madre, mi hermano y yo,
y el televisor que un día
tal vez nos diga
dónde está mi padre.
Hasta entonces tres de todo:
camas, tazas, cucharas,
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,
y como cobardes compramos
tres de todo
como si ya con él
no contáramos.
Y hay un cojín para sentarse
hecho de la piel
de su chaqueta que
mi tía salvó de Vukovar,
es más o menos todo,
a mi madre nadie,
nadie
la salvará,
ella pasará años en el pequeño baño
de la habitación 325
escribiendo cartas a mi padre
que está DESAPARECIDO.
Ése es el término oficial.



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