Javier Galarza, Ciudad de Buenos Aires, 27 de febrero 1968
La transacción
Las vírgenes de los andenes
fueron testigos de la transacción.
Unas dosis entre el jean y la ropa interior.
Alina se derrama contra los azulejos del baño.
El tren de la madrugada arranca
y mi dealer bordea la estación.
“Busca y encontrarás.
Golpea y te será abierto”.
Voy a pegar con la foto de mi nena.
Su estampa me protege en los barrios duros.
En este borde, amigos hermosos
me refugian en sus casas,
con comida caliente y revistas pornográficas.
Alina escupe las manos de los policías y dice:
“Entre las letras soy la a,
la dualidad entre los compuestos,
Ushana entre los poetas”.
Sobre estas piedras edifico el templo.
Su palabra es profecía.
La transacción
Las vírgenes de los andenes
fueron testigos de la transacción.
Unas dosis entre el jean y la ropa interior.
Alina se derrama contra los azulejos del baño.
El tren de la madrugada arranca
y mi dealer bordea la estación.
“Busca y encontrarás.
Golpea y te será abierto”.
Voy a pegar con la foto de mi nena.
Su estampa me protege en los barrios duros.
En este borde, amigos hermosos
me refugian en sus casas,
con comida caliente y revistas pornográficas.
Alina escupe las manos de los policías y dice:
“Entre las letras soy la a,
la dualidad entre los compuestos,
Ushana entre los poetas”.
Sobre estas piedras edifico el templo.
Su palabra es profecía.
Excelente!
ResponderBorrarMe encantó ese imaginario de la realidad urbana que consigue ser un texto poético
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