jueves, 20 de junio de 2019

Philippe Tancelin -El gran oscuro...

Philippe Tancelin, París, 29 de marzo 1948 
Traducción Amadeo Aranda


1

El gran oscuro
posee esas profundidades de las que no regresa
ningún abismo
penetramos en él
por la feliz promesa
de una noche reparadora
de sueños engañosos
solo escapamos de él por las cimas
de infancia
que desbordan lo imposible
la belleza de un solo instante
sobre la arena
entre los infinitos

2

¿Qué signos surgidos de las profundidades rechazamos en lo impenetrable?
¿Cómo de la evidencia tan solo retenemos una palidez amarga?
Es cierto que a veces solo vemos de lo que se alza lo incompartible que nos concierne
Es cierto que es a menudo en su manera de apartarse de nosotros donde medimos el extremo ardor de la verdad
Solo comprendemos del mundo su deflagración en nosotros…
un pájaro que hace estallar nuestro sueño de emprender el vuelo

3

¿Por qué hemos agotado la sed
herido lo insurgido del cielo
entre claridad exangüe
y palidez patética de los excluidos?
¿Qué hemos hecho
de las palabras excavadas
plegadas en el quicio de la negación
entre el miedo al paso de más
y la gran bahía del aislamiento
entre la ante-cara del compromiso
y el cuerpo inexplorado de un combate?

4

A menudo la pena…
espejo de la noche
saciándose de desaparición
esposa errante
en la usura del gesto
de fundirse
A menudo esta marea
de ausencias ascendiendo
del país de arrecifes
escondidos tras
la barca de las palabras tiernas
A menudo un rumor de horizonte
infiltrándose en las líneas
del dejar vivir
donde el sueño cae en notas
falsas
a menudo…a menudo
Siempre
alguna figura insoslayada
de lo inmutable

5

Camino-Plegaria
La colonización del silencio produce un ruido ensordecedor
para superar la incapacidad de silencio del hombre
Dadnos un árbol para erigir las palabras en la cima de la tierra
dadnos en esta tierra un hombre que hablaría sin ley
dadnos un camino de hombre en una arquitectura nómada
donde los amantes se lanzan unidos
sin temor al regreso
Oh líneas de horizonte
venid a nosotros en marea
tended nuestras manos sorprendidas
zahoríes solitarias de las cumbres de sí mismo
en el camino último
Dadnos la fuerza del camino de sombra
que restituye profundidad a su huella
extendiéndola a su constelación
Caminante
que pasas bajo la lluvia batiente

por esa sonrisa que dice
que me has esperado hasta este punto supremo
de nuestra estrella
por encima de nosotros

6

Cuando el alba ha concluido
y a nuestros ojos
aparece
la amplitud de otras orillas
hay un camino que se ofrece
para reunirnos todos
al borde de la inmensa serenidad
Vamos por él
en todo lo que la luz herida
de un solo amor
aguarda de eternidad
Oímos con él
por ese doble lenguaje
del cielo y de los fondos
que lo preceden
Creemos en él
por todos los sentidos
del tiempo que se desliza
entre las piedras
La muerte particular
no pertenece a cualquiera
es nuestra
juntos
como este cuerpo interior de pasados desconocidos
este presente oscuro
en el relámpago de silencio
ese futuro
signo disyunto de su luz
La sentimos en cada partida
en la pureza de cada desaparición
en esa manera que tiene
de abandonar nuestro enigma
de enrolar nuestra noche
como se retira el mar
que sabría de dónde vienes

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