Lidia Cristina Carrizo, Salta, 27 de octubre 1945
Deseos
El azar nos pone en este mundo casual
Inevitablemente, y venimos regresando,
con sencillez perseverante de infancias,
cruzando los portones con entusiasmo.
Los frentes de las casas blancas y rojas
embellecen el paisaje abriendo ventanas,
asaltando recuerdos de niñez tan lejana.
La lata de caramelos de dulce de leche.
El almuerzo con todos, los días domingos.
Los cumpleaños con tantos amiguitos.
Todos dando ese marco, a esa ventana.
Romper la monotonía de los días cortos
sin tomar este permiso en las memorias.
Lograr esos infinitos temas conversados
elevando nuevos proyectos. Inventarnos.
La imprecisión es de todo movimiento.
Las voces, son cambiantes y calladas.
El paso lento. Lo olvidado. Voces bajas.
Motiva cierta equidistancia.Y apartan.
Mundano tiempo para encontrarse
saludable y todos los puntos unan.
Los amantes tengan todo permitido.
Sin idas y vueltas, casual y amarse.
Todo es objeto en la vida cotidiana.
Todo en la vida está llena de deseo.
Un tiempo como éste...
Hay que inventarlo.
Deseos
El azar nos pone en este mundo casual
Inevitablemente, y venimos regresando,
con sencillez perseverante de infancias,
cruzando los portones con entusiasmo.
Los frentes de las casas blancas y rojas
embellecen el paisaje abriendo ventanas,
asaltando recuerdos de niñez tan lejana.
La lata de caramelos de dulce de leche.
El almuerzo con todos, los días domingos.
Los cumpleaños con tantos amiguitos.
Todos dando ese marco, a esa ventana.
Romper la monotonía de los días cortos
sin tomar este permiso en las memorias.
Lograr esos infinitos temas conversados
elevando nuevos proyectos. Inventarnos.
La imprecisión es de todo movimiento.
Las voces, son cambiantes y calladas.
El paso lento. Lo olvidado. Voces bajas.
Motiva cierta equidistancia.Y apartan.
Mundano tiempo para encontrarse
saludable y todos los puntos unan.
Los amantes tengan todo permitido.
Sin idas y vueltas, casual y amarse.
Todo es objeto en la vida cotidiana.
Todo en la vida está llena de deseo.
Un tiempo como éste...
Hay que inventarlo.
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