Matías Vernengo, Bs As, 6 mayo 1963 – Cortaderas, San Luis, 28 marzo 2010
El arroyo
Las cortaderas crecen a sus costados,
implacables, como el tiempo.
Y el agua corre entre las piedras
arrastrando fragmentos fijos de memoria.
Mirarse en esas aguas es verse pasar:
todo nace allá arriba
en las vertientes,
baja hasta el exacto ahora,
y luego desciende zigzagueante
hacia esa muerte que espera en el arenal,
donde comienza
ese inmenso valle abierto hacia el sol.
Las cortaderas crecen a sus costados,
implacables, como el tiempo.
Y el agua corre entre las piedras
arrastrando fragmentos fijos de memoria.
Mirarse en esas aguas es verse pasar:
todo nace allá arriba
en las vertientes,
baja hasta el exacto ahora,
y luego desciende zigzagueante
hacia esa muerte que espera en el arenal,
donde comienza
ese inmenso valle abierto hacia el sol.
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