Tilo Wenner, Entre Ríos, 3 de febrero 1931 – Escobar, 26 de marzo 1976
(detenido-desaparecido)
Amplio horizonte abrázame
Es tan difícil no recordar a los amigos idos
El placer de una conversación
Esta brisa que me corroe la sangre y hace aflorar
la imagen más detallada de la mujer que amo
Me sobresalta lo que cae y camina en la noche de la memoria
Vengan y siéntense sobre mi corazón humillados,
los muertos con la palabra inconclusa de un proyecto
claro como el resplandor del sol,
la espuma del mar cuando la luna cruza las profundidades
del deseo
Latir, caminar, ascender, aprisionar los momentos
cargados de sustancias imponderables
Caer como en un sueño, como en un delirio
Flotar en un mar con peces helados que lloran el verano
extraviado entre las páginas preferidas del libro preferido
de la viuda.
Quiero decir que hay mucho de injusto para los que han
amado tanto, que tanto se han estudiado, que tanto
se han comunicado
Los compañeros, veo sus rostros cuando la metralla
destruyó la mecánica maravillosa de sus razonamientos
Les digo: compañeros los amo
Vivo porque ustedes han muerto ricos
Las voces de ustedes suben hasta mí como una invitación
para una gran marcha hacia un porvenir que encierra
todo el presente
Esta brisa suave, casi asesina, que fluye
entre la luna y mi cuerpo
Toda resistencia nos contamina
Toda contaminación trae impurezas, insatisfacciones
ocultas bajo el manto de una pureza insatisfecha
Somos de una madera muy extraña
Nuestro olor es indefinido
Nunca contiene toda la atención del universo
Que es una ardilla maniosa
Nada debe distraernos de un beso, un abrazo
Cuando más nos amamos más hermosos nos volvemos
Todo parece existir de una vez y para siempre
Esta brisa
No puedo decir que es esta brisa
Este silencio que en mi mente es como es amor
de nuestros cuerpos
Siempre está el cuerpo
A veces nos distrae es cierto
Sin él estaríamos distraídos para siempre
Sólo se puede tocar el cuerpo
Tocar también es hacer música
Hay luces que uno no puede arrancar de los puentes de la memoria
Tu pequeña mano morena en mi mano blanca
A veces me dan ganas de llorar como un niño hasta
entrar en un sueño lleno de bellísimos pezones.
(detenido-desaparecido)
Amplio horizonte abrázame
Es tan difícil no recordar a los amigos idos
El placer de una conversación
Esta brisa que me corroe la sangre y hace aflorar
la imagen más detallada de la mujer que amo
Me sobresalta lo que cae y camina en la noche de la memoria
Vengan y siéntense sobre mi corazón humillados,
los muertos con la palabra inconclusa de un proyecto
claro como el resplandor del sol,
la espuma del mar cuando la luna cruza las profundidades
del deseo
Latir, caminar, ascender, aprisionar los momentos
cargados de sustancias imponderables
Caer como en un sueño, como en un delirio
Flotar en un mar con peces helados que lloran el verano
extraviado entre las páginas preferidas del libro preferido
de la viuda.
Quiero decir que hay mucho de injusto para los que han
amado tanto, que tanto se han estudiado, que tanto
se han comunicado
Los compañeros, veo sus rostros cuando la metralla
destruyó la mecánica maravillosa de sus razonamientos
Les digo: compañeros los amo
Vivo porque ustedes han muerto ricos
Las voces de ustedes suben hasta mí como una invitación
para una gran marcha hacia un porvenir que encierra
todo el presente
Esta brisa suave, casi asesina, que fluye
entre la luna y mi cuerpo
Toda resistencia nos contamina
Toda contaminación trae impurezas, insatisfacciones
ocultas bajo el manto de una pureza insatisfecha
Somos de una madera muy extraña
Nuestro olor es indefinido
Nunca contiene toda la atención del universo
Que es una ardilla maniosa
Nada debe distraernos de un beso, un abrazo
Cuando más nos amamos más hermosos nos volvemos
Todo parece existir de una vez y para siempre
Esta brisa
No puedo decir que es esta brisa
Este silencio que en mi mente es como es amor
de nuestros cuerpos
Siempre está el cuerpo
A veces nos distrae es cierto
Sin él estaríamos distraídos para siempre
Sólo se puede tocar el cuerpo
Tocar también es hacer música
Hay luces que uno no puede arrancar de los puentes de la memoria
Tu pequeña mano morena en mi mano blanca
A veces me dan ganas de llorar como un niño hasta
entrar en un sueño lleno de bellísimos pezones.
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