Muriel Rukeyser, Nueva York, 15 de diciembre 1913 – Nueva York, 12 de febrero 1980
Versión Isaías Garde
El poema como máscara
Orfeo
Cuando escribí acerca de mujeres danzantes,
feroces, fue una máscara;
sobre su montaña, a la caza de oro, cantando, en orgías,
fue una máscara; cuando escribí sobre el dios
desmembrado, exiliado de sí mismo, de su vida, del amor
hundido con canciones,
era yo mismo, quebrado, incapaz de hablar, en el exilio
de mi mismo.
No hay montaña ni dios, sino el recuerdo
de mi vida destrozada, de mi ser quebrado en sueños, del niño
rescatado a mi lado entre médicos, y una palabra
salvadora desde los grandes ojos.
¡Basta de máscaras! ¡Basta de mitologías!
Ahora, por primera vez, el dios alza su mano,
los fragmentos se reúnen en mi con su propia música.
Versión Isaías Garde
El poema como máscara
Orfeo
Cuando escribí acerca de mujeres danzantes,
feroces, fue una máscara;
sobre su montaña, a la caza de oro, cantando, en orgías,
fue una máscara; cuando escribí sobre el dios
desmembrado, exiliado de sí mismo, de su vida, del amor
hundido con canciones,
era yo mismo, quebrado, incapaz de hablar, en el exilio
de mi mismo.
No hay montaña ni dios, sino el recuerdo
de mi vida destrozada, de mi ser quebrado en sueños, del niño
rescatado a mi lado entre médicos, y una palabra
salvadora desde los grandes ojos.
¡Basta de máscaras! ¡Basta de mitologías!
Ahora, por primera vez, el dios alza su mano,
los fragmentos se reúnen en mi con su propia música.
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