Jorie Graham, Nueva York, 9 de mayo 1950
Versión Jonio González
Mente
La lenta obertura de la lluvia,
cada gota se rompe
sin romperse dentro
de la siguiente, describe
la mente implacable, sincopada.
No de modo diferente de
los colibríes,
que imaginan que sus alas
son su corazón, y de las golondrinas,
que creen que el horizonte
es una línea que levantan
y dejan caer. ¿Qué
buscan? Los álamos,
avanzando o retirándose,
pierden su estatura
de todos modos, y sin embargo permanecen firmes
y hacen lo necesario
para volverse
imaginarios. La ciudad
dibuja la mente en las calles,
y las calles la obligan
desde sus intersecciones
donde un poco
no pertenece a nadie. Es
lo que se conduce a través
de todas las porciones inmóviles
del mundo, el papel
de la gravedad en las cosas, las hojas,
apretadas contra la fría y húmeda
ventana del suelo de noviembre,
continúan siendo inoportunas
hasta que se transforman, piezas
de un rompecabezas irresoluble
hasta que los bordes ceden un poco
y se ablandan. Mirad entonces
el modo en que el dibujo de vuelve claro,
la mente que en trozos
entra en la tierra con mayor facilidad,
y es más fértil por ello.
Versión Jonio González
Mente
La lenta obertura de la lluvia,
cada gota se rompe
sin romperse dentro
de la siguiente, describe
la mente implacable, sincopada.
No de modo diferente de
los colibríes,
que imaginan que sus alas
son su corazón, y de las golondrinas,
que creen que el horizonte
es una línea que levantan
y dejan caer. ¿Qué
buscan? Los álamos,
avanzando o retirándose,
pierden su estatura
de todos modos, y sin embargo permanecen firmes
y hacen lo necesario
para volverse
imaginarios. La ciudad
dibuja la mente en las calles,
y las calles la obligan
desde sus intersecciones
donde un poco
no pertenece a nadie. Es
lo que se conduce a través
de todas las porciones inmóviles
del mundo, el papel
de la gravedad en las cosas, las hojas,
apretadas contra la fría y húmeda
ventana del suelo de noviembre,
continúan siendo inoportunas
hasta que se transforman, piezas
de un rompecabezas irresoluble
hasta que los bordes ceden un poco
y se ablandan. Mirad entonces
el modo en que el dibujo de vuelve claro,
la mente que en trozos
entra en la tierra con mayor facilidad,
y es más fértil por ello.
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