Vicente Zito Lema, 25 de julio 1939
Anuncio del colibrí
Son tiempos en que también los asesinos
hablan de paz
Elevan sus copas
Y hasta brindan con una lágrima en la cara
El sol sigue girando
Y las hormigas y los perros devorando los árboles
la carne
y lento lento las puertas de la ciudad
En tanto crece el jadeo en la noche del hospicio
Y el aire se cristaliza como un puerto de invierno
Señal del naufragio: un colibrí dorado que cae
sobre la arena
STOP
Aquí en el supermercado hay alegría en paquetes
rosas para todo presupuesto
Con largas colas
Donde no faltan los matones sindicales
puesta la sonrisa que Dios manda
Indignación se borró de esta carrera
Kohutek el cometa se acerca sin mayor misterio
El científico que lo descubrió viaja a Chile
Dice que allí los cielos son más limpios
15mil asesinados no empañan la claridad
de la bóveda ciega
Cuando llega el alba todavía se descuartiza
a los caballos
Buenos Aires es una ciudad húmeda con 30 grados
de calor este viernes de verano
Nada asoma tras las nubes negras…
Es el último año que comemos debajo de los racimos
de uva y de las frescas hojas
La casa irá a remate
¿Qué pensará el abuelo Manuel el de los ojos celestes?
(Él la levantó con ladrillos de sueños vivos)
¿Alguien puede decirnos qué hacer con el pasado?
Las paredes ya no aguantan otra mano de pintura
Ni los techos la lluvia
Ni la familia las penas
Señores fantasmas señoras grietas basta de disfraces
Bajemos que Fiorentino es un buen chasonier
¿Tinta roja?
¿Un valscesito criollo?
¿Prefieren una danza de novios o de luto?
¿O mejor los muchachos peronistas?
En el portón han escrito con aerosol
LA SANGRE DERRAMADA NO SERÁ NEGOCIADA
Y en el frente de la casa de doña Josefa aún se lee
PERÓN VUELVE - LIBERTAD A LOS COMBATIENTES
Han pasado siete meses desde que los compañeros
salieron de la cárcel
Es decir 210 días o 210 lunas contadas las de mar
¿Recuerdan cómo fue aquello?
¿Recuerdan que desde muy temprano fuimos llegando
a Plaza de Mayo
que había sol y lo comparábamos con aquel
domingo de noviembre…?
-Entonces llovía los tanques nos cercaron
y la mayor parte de nosotros no pudo cruzar
el río Matanza
ni acercarse a Ezeiza-
Pero ese día de la patria en la plaza el sol
Era amarillo y suave y venturoso
En la pirámide se agitaba un retrato del último caído
Alto
Muy alto –un vigía implacable / desolado-
Y las columnas avanzaban con los rostros de
Perón y Evita
de los fusilados en Trelew
Los bombos sonaban fuertes
En los cánticos nacían pasiones inocentes
Y en los abrazos el reencuentro con otra primavera
la más esperada
Las paredes tenían de rojo y negro las siglas de
la guerra
Junto al nombre de los mártires
de la larga resistencia
Y Cámpora que saluda emocionado
A su lado Dorticós y Allende
Y la marina sin poder desfilar
Y el ejército sin poder desfilar
Expulsados
Despreciados
Mientras todo un pueblo les gritaba
SE VAN SE VAN Y NUNCA VOLVERÁN
Después se encendieron las antorchas
Y marchamos encolumnados hasta Villa Devoto
¿Cuántos éramos? ¿80… 100 mil…?
¿Cuántos salieron a las calles a vernos pasar?
a traernos sus corazones que se abrían
como un cáliz tenso y joven?
La noche se alzaba en desafío
Era el epílogo de años esenciales
¡Cómo iban a quedar cerradas las puertas del penal!
¡Quién puede detener el furor de una aurora…!
Pasado todo me senté en una plaza con mi mujer
La besé
Ella se apoyó sobre mi hombro
como un delicado pájaro de alturas
Había descendido en la ciudad una paz desconocida
Atrás quedaban tormentas…
Mares inhóspitos… El furor de unos dioses
y de unos hombres dormía…
¿Alguien ha guardadi un poquito de felicidad
de esas horas?
Cuando salían uno a uno los compañeros con sus
paquetes de ropas y de libros
Cuando el padre de María Angélica los apretaba
como si apretara otra vez a su hija
No al cajón cerrado enviado por la marina
Sino a esa muchacha de pelo negro
Que él había llevado a la escuela
Enseñado a cruzar la calle a tomar los cubiertos
A la que besaba los domingos tras las rejas de
ese mismo penal…
¿Por qué las cosas se pudren tan pronto?
No hablo de los cuerpos de los compañeros muertos
que también se han podrido
Ese es otro cantar
Porque ahora uno puede soñar que son la presurosa
agua
Que son el fuego que crepita y extiende
su corona de jaspe hacia la bóveda
Que son la tierra (el girar sin pausa de la
tierra)
Que son el aire que penetra y deja
el necesario dolor de la memoria
Pero con los demás con los que estamos vivos:
¿qué pasa?
¿Por qué seguimos en el camino que lleva
a peores desgracias? ¿Por qué no gritamos
antes que se nos pierda el alma?
¿Por qué no mandamos a la santa mierda
este silencio de cómplices que nos agota
como la lenta fiebre de un pantano?
He aquí a nosotros veteranos los de corazón exhausto
¿Perfumes de azahar un cuaderno para la buena
letra o una pared donde llorar nostalgias?
¡Vamos! Antes de reventar: ¿pronunciaremos
otra vez a solas
el lastima bandoneón de una curda feroz…?
¿En qué alcantarilla de sangre se ha escurrido
el dulce vino de cambiar el mundo
de construirnos a nosotros mismos
solidarios
críticos
románticos…?
Es cierto: la furia pesa en muchos huesos
Sin embargo hoy por hoy nadie abandona el barco
¿Qué se gana entonces con ocultar
los vientos concretos que nos impulsan?
¿Maneras de la política nosotros que anhelábamos
razones esenciales
móviles no pervertidos?
Estamos hartos de danzas y contradanzas
De oportunismos
Del monstruo de dos caras que estamos pariendo
De eso se trata
Pregunto:
¿Es necesario comer en la misma mesa con los
asesinos?
¿Esperar que aclare cuando lo que se pervierte
es el propio sentido de la luz?
¿Confundirnos en la corte de los milagros con
canallas y bufones de dudosa alegría?
¿No es pagar con usura la realidad de lo posible?
Quejas del peor augurio más que desencanto
Las puertas se cierran ferozmente nuevas noticias
en los diarios
El hampón que es ministro de trabajo dice impúdico
que el Comandante Guevara era un renegado
Trabajadores despedidos persecución de militantes
atentados con granadas y bazokas
listas gigantes de condenados a muerte
Por un lado: la traición
Por otro: soberbia e infantilismo
el diario alejarse de las masas
¿Cuál será nuestra próxima historia?
¿Simple papel de cigarrillos para tantos sueños…?
Son tiempos en que los asesinos hablan de paz
Nosotros juramos ante las tumbas de los amigos
Desolados
Toda la noche se abre ante nuestos pasos
Nada asoma tras las nubes negras
Apenas un colibrí dorado deja de volar
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