Ian McMillan, Darfield, Reino Unido, 21 de enero 1956
Versión Santiago Espel
Ian McMillan y su poema inconcluso
Tras el infarto, lo encontraron en su zapato,
justo a la entrada del Tesco Extra, en Wombwell.
“Sacale los zapatos”, gritó uno de los vendedores,
y un tipo que pasaba le desató el izquierdo,
con la esperanza de que esto lo ayudara a respirar.
Al descalzarlo, encontraron el poema inconcluso,
arrugado y aplastado. Uno de seguridad del negocio
lo agarró y se puso a leer en voz alta
para un puñado de gente, casi una lectura de poesía.
Un vaso brillando
en la luz de la barra
del mostrador
Se escuchó el murmullo de los presentes:
“Si dejás un poema sin terminar, dejá algo bueno”
dijo una mujer
pariente de otra que vivía en Jump.
Versión Santiago Espel
Ian McMillan y su poema inconcluso
Tras el infarto, lo encontraron en su zapato,
justo a la entrada del Tesco Extra, en Wombwell.
“Sacale los zapatos”, gritó uno de los vendedores,
y un tipo que pasaba le desató el izquierdo,
con la esperanza de que esto lo ayudara a respirar.
Al descalzarlo, encontraron el poema inconcluso,
arrugado y aplastado. Uno de seguridad del negocio
lo agarró y se puso a leer en voz alta
para un puñado de gente, casi una lectura de poesía.
Un vaso brillando
en la luz de la barra
del mostrador
Se escuchó el murmullo de los presentes:
“Si dejás un poema sin terminar, dejá algo bueno”
dijo una mujer
pariente de otra que vivía en Jump.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario