viernes, 20 de julio de 2018

Rafael Felipe Oteriño -Miro hacia atrás y estás tú

Rafael Felipe Oteriño, La Plata, 13 de mayo 1945


Miro hacia atrás y estás tú

                                                                 (a mi padre)

Solo, como es posible estar a cierta edad de la vida,
oyendo cómo resuena la brújula del amor, la brújula ciega,
la brújula dormida para siempre en su lecho de piedras:
miro hacia atrás y estás tú,
tu paso cada vez más lento en el suelo de lavandas,
tus manos transparentes, con la malicia del adiós.

Tal vez el verano deje pasar su gota indemne;
pero yo sé por qué odio las voces del invierno;
conozco mi rencor a sus uñas mugrientas:
no quiero verte a ti ni a mí bajo su toldo inmóvil,
no quiero saber nada de su orín helado
junto a nuestras desmemorias.

Somos hijos del sol que en su corazón buscan la cima;
yo en tus manos fui el pájaro dócil que se acerca a beber,
tú la montaña que demasiado tarde abrió su paso.
Mi temor es no haber guardado toda la harina que pedirá la boca,
mi miedo es haber perdido ese instante.

¿Y cómo oscurecer los vidrios para no hacer caso a la lluvia?
¿Qué almohadas de cera echar contra las puertas hasta que llegue el sueño?
¿Cómo —dime— nos defenderemos de la tristeza de los techos,
del crujido de las hojas que han comenzado a caer?

2 comentarios:

  1. Un poeta de voz gentil, refinado y preciso. Intensidad y belleza le son propias. Un gran poeta y maravillosa persona.

    ResponderBorrar
  2. Qué intenso y bello tu poema, Rafael.

    ResponderBorrar